La buena química entre PP y Vox en el Gobierno valenciano podría desaparecer de golpe si no hay unidad de acción en una materia como la inmigración que es una línea roja para los de Santiago Abascal.
Los tres consellers de esta formación que se integran en el Gobierno valenciano acatarían la orden de Abascal de romper el Ejecutivo autonómico valenciano si Mazón colabora en el reparto de migrantes no acompañados que planea el Gobierno de Pedro Sánchez, según ha podido saber Vozpópuli.
La advertencia de hace unos días de Abascal al respecto ha virado en algo más serio, al menos desde el punto de vista del discurso, y el Gobierno valenciano es uno de los señalados por la amenaza de ruptura del presidente nacional de Vox.
"No me condiciona"
La tranquilidad con la que se acogió el anterior 'consejo' de Santiago Abascal no ha sido tanta en esta ocasión, aunque el presidente autonómico valenciano asegura que el aviso del líder de Vox "no me condiciona. Me condiciona la solidaridad".
El vicepresidente primero del Consell, Vicente Barrera; la consellera de Justicia e Interior, Elisa Núñez y el de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Luis Aguirre, tienen claro que la inmigración es un tema capital de posicionamiento de Vox a nivel nacional y comparten la visión de Abascal.
Las relaciones entre Mazón y Barrera son buenas hasta la fecha, Aguirre es el que ha marcado un perfil más técnico de los tres consellers de Vox, mientras que Núñez ha mantenido algunos desencuentros de calado con la parte del PP del Gobierno valenciano a cuenta de la violencia de género.
Lealtad al partido
Los tres, eso sí, dejarían al PP en minoría si llegara el momento en el que hubiera un grave desacuerdo. Barrera es el único que se pronuncia en público al respecto y advierte que "estoy adscrito a un partido y haré lo que el partido decida. El puesto no es mío, es del partido, eso lo he tenido siempre claro y lo sigo teniendo claro".
La verticalidad en las decisiones de Vox deja poco espacio para los versos sueltos y Barrera, al igual que Aguirre y Núñez, no van a plantear problemas si la decisión sobre la cohabitación con el PP en la Generalitat Valenciana fuera tan drástica como para dejar gobernar en solitario a Mazón.
El presidente autonómico tendrá pues un ojo mañana miércoles en Tenerife donde está previsto que el Gobierno de España haga una propuesta sobre el reparto de niños y adolescentes no acompañados en las diferentes Autonomías.
Bienestar de los menores
Canarias sufre la mayor presión de toda España pero Mazón recuerda que en la Comunidad Valenciana "ya no nos caben más". El presidente valenciano marca distancias con Vox a la hora de priorizar la "solidaridad y el rigor" y el "bienestar y la atención a los menores que ya tenemos a nuestro cargo y de los que somos responsables".
Ahora bien, si Abascal ha pedido que el PP debe dar la batalla, presentar recursos y "no colaborar" con el reparto ordenado por Pedro Sánchez, Mazón no ha ido tan lejos pero sí recuerda que "estamos al borde del colapso, nuestras instalaciones están saturadas, muy por encima de su límite. Estamos en una ocupación del 170%".
El presidente valenciano quiere que "dejemos de hablar de rumores y conozcamos la propuesta del Gobierno porque llevamos años con mucha presión, somos una región con mar y vienen más que a otras que no lo tienen y además no recibimos ayuda económica del Gobierno para atenderlos".
A la espera de Feijóo
También alude a que la Unión Europea no está siendo diligente con esta problemática: ¿Dónde esta Europa?", aseguraba.
Este discurso de Carlos Mazón que apela a la solidaridad pero también a mejorar las infraestructuras, los recursos económicos y el bienestar de los menores, podría servir en una primera fase al líder de Vox.
Eso es lo que esperan los integrantes de esta formación en la Generalitat, aunque todo dependerá de cuál sea la propuesta gubernamental mañana y si las posturas entre Abascal y el presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, acaban enconándose más.
Hasta la fecha, Feijóo ha optado por un discurso de solidaridad de las regiones en las que gobierna el PP "donde se pueda". Mazón ha cogido ese argumento y hasta la cita de mañana en Tenerife no va a haber ningún cambio de rumbo ni parece que después varíe significativamente.
Un tema "muy delicado"
“Si el PP en alguna de esas regiones quiere sentarse a pactar con Sánchez que nos lo diga, no es un problema. O sí. Pero que nos lo diga ya. Abandonaremos esos gobiernos. No seremos cómplices de los machetazos y las violaciones”, decía ayer Abascal.
Ese planteamiento está en las antípodas del utilizado por Carlos Mazón y sus consellers del PP, especialmente de la vicepresidenta segunda, Susana Camarero.
Esas "frases que no ayudan" como Mazón define tanto el relato de Abascal como las acusaciones de xenofobia que emanan del Gobierno de Sánchez, no supone que el presidente valenciano no sea consciente de que el reparto de menores efectuado por el Gobierno se suma a la llegada creciente de pateras y que el asunto, como explicaba Mazón "es muy delicado".
La relación entre PP y Vox en el Ejecutivo autonómico ha sido bastante sólida en este primer año de mandato, y el propio Vicente Barrera lo confirmaba ayer: "A día de hoy, seguimos teniendo un gobierno de coalición y un Gobierno fuerte". Las dotes negociadoras de Mazón han tenido mucho que ver en esa unidad de acción del Consell.
Sin embargo, un factor exógeno como es la decisión de Abascal respecto a las ideas fuerza que mantienen a su partido con un sólido suelo social podría dar al traste con todo, pese a que el pacto en la Comunidad Valenciana se esté cumpliendo "razonablemente bien", según aseguran fuentes de Vox a este medio.
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