Comunidad Valenciana

El Ayuntamiento aprueba las fichas urbanísticas para el cambio de estadio del Valencia CF

Vox se desmarca de su socio de Gobierno y vota en contra de esta operación. PP, PSPV y Compromís sacan adelante el punto del orden del día que pone a Peter Lim nuevas exigencias

Vista panorámica del estadio de Mestalla EP

El pleno del Ayuntamiento de Valencia ha aprobado hoy las fichas urbanísticas de la operación del cambio de estadio del Valencia CF. Los votos favorables de PP, Compromís y PSPV han sido suficientes para que este punto del orden del día saliera adelante con la oposición de Vox.

El guión en la tramitación de esta iniciativa ha sido el esperado. El portavoz de Vox, Juanma Badenas, ha criticado que con esta aprobación se le dan unos beneficios urbanísticos a Peter Lim que "no merece" y difiere con la interpretación que hace el grupo popular con el que gobierna.

Pese a este desencuentro, Vox sí evitó la reprobación a la alcaldesa, María José Catalá, que habían impulsado los dos grupos de la oposición, en un pleno donde también ha cogido el acta de concejal el socialista Borja Santamaría, en sustitución de Sandra Gómez que se ha marchado al Europarlamento.

El portavoz del PSPV, Borja Sanjuán, se ha arrogado la "defensa del valencianismo" al poner en estas fichas urbanísticas una serie de condicionantes para que el máximo accionista del Valencia CF tenga que construir y pagar antes de disfrutar de esos beneficios urbanísticos que contempla la operación.

Quedarse en Mestalla

La representante de Compromís, Papi Robles, también ha criticado la tardanza de la alcaldesa de la ciudad, María José Catala, en adoptar esta solución. Ha defendido que el club debería quedarse en el actual estadio de Mestalla y ha propuesto que si el coste del traslado al nuevo estadio es muy elevado, se estudie esta posibilidad.

Esta opción parece descartada, ya que la ciudad necesita un recinto nuevo para poder albergar partidos del Mundial 2030, cita de la que hasta ahora ha quedado apeada por la tardanza en presentar los documentos, aunque se ha alegado ante la FIFA para que la tercera ciudad de España sea rescatada para esa cita.

Desbloqueo tras 8 años

Y también porque parte de la solución a la elevada deuda que mantiene el club llegaría con los ingresos extra del nuevo estadio y con la venta de los terrenos de la actual parcela de Mestalla.

Por su parte, el concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento, Juan Giner (PP), ha reprochado a sus antecesores en el cargo bajo los Gobiernos de Joan Ribó, que "no hicieron nada en 8 años para desbloquear la situación del nuevo estadio".

Además. Giner ha recalcado que "hoy traemos un acuerdo de interés general para todos los valencianos" y ha negado las acusaciones de la oposición de haber favorecido a Peter Lim con conversaciones fuera del foco público. "No hemos tenido reuniones secretas con nadie», ha zanjado.

Museo y cubierta solar

El pleno también ha aprobado admitir una adenda a las obligaciones que se imponen a Peter Lim sobre las características del nuevo estadio y recata una comunicación que ya se hizo al club en diciembre de 2022.

Esas condiciones incluyen la obligatoriedad de poner en marcha un museo del Valencia CF en el nuevo estadio, tal y como constaba en el convenio original entre el Ayuntamiento y el club.

También se recuerda que la cubierta del nuevo estadio debe ser fotovoltaíca, tal y como se comprometió el club de Mestalla, para garantizar la sostenibilidad energética del proyecto y poder traspasar los excedentes almacenados a la red eléctrica y contribuir así a suministrar energía a los barrios colindantes de la ciudad.

Y se deja también patente que el nuevo estadio tendrá un régimen de uso compartido con el Ayuntamiento cuando éste lo solicite para la celebración de un evento que no entre en colisión con el calendario de competición del Valencia CF.

6 meses para comenzar

El Ayuntamiento de Valencia ha fijado que las obras deben reanudarse en un plazo máximo de 6 meses y en caso contrario el club, cuyo máximo accionista es Peter Lim, deberá aportar una garantía financiera con el 100 % del coste total de construcción que quede por realizar en un plazo de 15 días.

Establece igualmente una serie de penalizaciones ante un incumplimiento de los plazos, ya sea en el arranque de las obras o en los plazos de ejecución una vez comenzadas. Esas sanciones van desde la caducidad y la extinción de la licencia, hasta la derogación del plan urbanístico de 2015 que contempla unas plusvalías urbanísticas para el club tanto en la parcela del actual Mestalla como en la del nuevo estadio.

El plazo máximo establecido para finalizar las obras será de 30 meses y la capacidad del estadio será de 70.000 espectadores.

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