Ignacio Garriga es la persona que está avalando la forma de proceder del portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Valencia, Juanma Badenas, y sus 'enfrentamientos' con el PP, según ha podido conocer Vozpópuli.
Son varios los desencuentros que está sufriendo la coalición de Gobierno que lideran María José Catalá y el propio Badenas.
En el grupo municipal del PP siempre se ha asumido la relación con Vox como un 'mal necesario' para poder desarrollar la legislatura, pero la forma de ver la política es bastante lejana a la que muestran los cuatro concejales de Vox en el consistorio valenciano.
La interlocución fluida de Badenas y Garriga ha permitido concluir que mantener cierta tensión con el PP evitará a medio plazo que la formación de María José Catalá fagocite a Vox en la ciudad.
Mantener la representación
El objetivo es, al menos, mantener la representación que tiene ahora la formación de Santiago Abascal en la capital del Turia y condicionar las políticas del PP, aunque ello suponga provocar terremotos puntuales en la relación con los actuales socios de gobierno.
El acuerdo es defender cuestiones irrenunciables para el argumentario de Vox, aunque sin llegar a un punto de ruptura que amenace la cohabitación al frente del Gobierno municipal. Garriga, de hecho, ha puesto a nivel interno a Valencia como ejemplo de defensa de las políticas de su formación para evitar que el PP ensanche su base social.
Tanto Garriga como la vicesecretaria nacional de Acción de Gobierno, Montserrat Lluis, son las personas con las que Badenas interlocuta con mayor frecuencia. Y el planteamiento es algo distinto al que se puede abordar en el Gobierno autonómico valenciano donde la coexistencia con Carlos Mazón está resultando más sencilla.
Acciones visibles
El voto 'directo' en las elecciones municipales según sea la gestión de los partidos se diluye un tanto a nivel autonómico, ya que en esta esfera electoral priman más los argumentos nacionales de cada formación política como se demostró el pasado 28 de mayo.
Con el objetivo fijado en las elecciones de mayo de 2027, Vox está azuzando las diferencias que tiene con el PP y en las últimas jornadas han sido muchos los puntos de conflicto con el equipo de María José Catalá.
La jornada de ayer fue especialmente dura para el Gobierno municipal con disensiones entre PP y Vox que se pusieron de manifiesto en el pleno que se celebró (el primero dedicado a asuntos ordinarios tras el trágico incendio de Campanar).
Sin acuerdo para el 8-M
El grupo encabezado por Badenas modificó el pasado miércoles los estatutos de la Fundación Valencia Activa cambiando un artículo que especificaba como uno de sus objetivos "promover y facilitar la igualdad de oportunidades para el acceso de la mujer al mercado laboral" y dejando su redacción final en "promover y facilitar la igualdad de oportunidades para el acceso de todas las personas al mercado laboral".
Esta cuestión no fue enmendada por el PP, aunque hubo cruce de comunicados y los populares aseguraban que seguirían trabajando por la inserción laboral de las mujeres a las que, al contrario que Vox, sí consideran discriminadas.
Estos cambios estatutarios fueron claves para que ayer Compromís y PSPV no apoyaran la moción del PP para la defensa de la mujer con motivo de la jornada del 8-M. Por primera vez en el Ayuntamiento de Valencia no ha habido consenso en esta cuestión.
Agulló divide a Cortes y Ayuntamiento
Badenas también ha provocado un choque al anunciar que quiere retirar el nombre de Guillem Agulló de un paseo del jardín de Viveros. Agulló, independentista de izquierda, fue asesinado en 1993 por un grupo de extrema derecha y la corporación municipal le dedicó ese paseo del jardín de Viveros a iniciativa de Joan Ribó en el año 2018.
Ahora, Badenas pretende retirarla y lo ha llevado a la comisión de Cultura en virtud de sus competencias en Parques y Jardines. El PP de María José Catalá se ha visto obligado a salir a la palestra también en este asunto y a través de su portavoz, Juan Carlos Caballero, ha dejado claro que “el PP está a favor de la convivencia y no del frentismo”, por ello la propuesta de Vox “no contará con el voto del grupo municipal del PP".
Ese choque, además, es doble. Primero porque en el Ayuntamiento de Valencia el PP se ha negado a contribuir a esa retirada y, segundo, porque el propio PP no ha puesto pegas a que en las Cortes Valencianas sí haya retirado un premio que llevaba el nombre del joven asesinado, también a propuesta de Vox, lo que evidencia una contradicción de los populares.
Gay Games, Lim y cambio climático
La organización de los Gay Games 2026 es otra cuestión que enfrenta a los socios de gobierno. Vox no quiere que se celebren y el PP de Catalá los apoya. En este apartado los choques han sido sonados, aunque no lo suficiente como para poner en riesgo la coalición.
También la situación del Valencia CF y la presión para que Peter Lim deje la mayoría accionarial del club tiene visiones diferentes para PP y Vox. Catalá ha sido más pragmática intentando que el singapurense recogiera el guante para la reanudación de las obras del nuevo estadio, mientras que Badenas ha sido frontal en su oposición a dar ni un milímetro de ventaja a Lim.
En las próximas semanas es probable que continúe este clima de colaboración con disensiones puntuales que amenazan con salpicar lo que resta de legislatura. Es el caso de la capitalidad de verde europea de Valencia que este año es un escaparate internacional en esta materia y donde Vox ya ha exhibido su negacionismo.
La seguridad que existe en las filas de Vox consultadas por este medio es que Badenas mantendrá un perfil propio durante lo que resta de mandato e incluso subirá el tono cuando se acerquen las elecciones municipales, algo que las fuentes consultadas por el PP de la ciudad también ven venir.
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