El Gobierno valenciano que encabeza Carlos Mazón está bastante preocupado por los contactos que el PSOE de Pedro Sánchez está iniciando con Carles Puigdemont, ya que –según las fuentes consultadas por Vozpópuli en el Ejecutivo autonómico– "perjudicará" a los valencianos.
Para los responsables de los diferentes departamentos de la Generalitat resulta "inevitable" pensar que los movimientos realizados estos días desde el Gobierno de España con el expresidente catalán, que sigue siendo un prófugo de la justicia, acabarán por tener consecuencias en la Comunidad Valenciana.
Las fuentes del Gobierno valenciano aseguran que "negociar (con los separatistas catalanes) asuntos que afectan a todas las Comunidades Autónomas de forma bilateral a cambio de votos perjudicará gravemente los intereses del resto de Autonomías".
En ese paquete de asuntos que el Gobierno valenciano teme que se puedan ver afectados por las negociaciones a dos bandas entre Sánchez y Puigdemont (aunque la primera enviada ha sido la vicepresidenta Yolanda Díaz) citan varias prioridades para el actual Consell.
Las fuentes indicadas consideran que "no se puede negociar asuntos como la financiación autonómica, un pacto nacional del agua o las inversiones del Estado en las Comunidades Autónomas sólo con algunos a cambio de votos con un único objetivo partidista y particular".
Además, creen que añade más incertidumbre a esta situación la irrupción del expresidente valenciano Ximo Puig en el debate sobre el modelo territorial.
Un 'tándem' nocivo
Las citadas fuentes recuerdan que además de la financiación autonómica –en la que la Comunidad Valenciana está en el furgón de cola– y la problemática de la escasez de agua, hay otras prioridades para la Comunidad Valenciana que han sido "abandonadas durante mucho tiempo por el tándem Sánchez-Puig".
En este caso se fijan en cuestiones como el grado de ejecución del Corredor Mediterráneo o la ampliación norte del Puerto de Valencia que "podrían verse perjudicadas por estas negociaciones".
Y es que en el caso de la ampliación del Puerto de la capital del Turia está claro que cada mes que pasa sin que la infraestructura se haya completado le hace perder competitividad respecto a otras instalaciones portuarias, como la de Barcelona, con la que porfía por tener el liderazgo en el Mediterráneo.
El debate identitario
A estas cuestiones que se encuentran en la agenda principal que Mazón marcó en su día durante la campaña electoral por si conseguía alcanzar la Presidencia de la Generalitat -lo que finamente logró de la mano de Vox– hay que añadir la cuestión identitaria.
La batalla lingüística ha subido un escalón en los últimos dos meses y en el Gobierno valenciano piensan (los consejeros del PP) que la pretensión de los separatistas siempre ha sido la de ningunear la lengua valenciana que figura en el Estatuto de Autonomía como lengua propia de los valencianos y aspiran a englobarla dentro del catalán como lengua conjunta de Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana.
Los consejeros de Vox irían más allá y en la polémica sobre la utilización de las lenguas oficiales del Estado (al margen del español) en el Congreso de los Diputados lo consideran "innecesaria".
En cierto modo así lo expresó el pasado martes, en la comparecencia posterior a la reunión del pleno del Gobierno valenciano, su portavoz, Ruth Merino, quien recordó que lo más lógico sería seguir con la utilización del español en la Cámara Baja por ser la "lengua común de todos los españoles".
Las fuentes consultadas recuerdan que además ha habido un "empeño de Pedro Sánchez con sus socios separatistas en meternos en un 'procés' silencioso para formar parte de sus Països Catalans ninguneando nuestra lengua y nuestras señas de identidad".
Silencio cómplice
Esta maniobra habría contado, según las fuentes del actual Gobierno valenciano, "con el silencio de Ximo Puig y de Compromís". Esta complicidad con la actuación de Sánchez vendría derivada de lo que consideran "sumisión" de la izquierda valenciana a los postulados nacionalistas que llegan desde Cataluña.
La posición del Gobierno valenciano que encabeza Carlos Mazón sigue siendo así la misma que exhibieron en campaña los líderes del PP como es la "apuesta por la igualdad de trato entre los españoles, que no haya españoles de primera y españoles de segunda, siempre con respeto a las peculiaridades de cada territorio".
Y el conflicto territorial que parece reavivarse –al depender Pedro Sánchez de los separatistas catalanes de Junts para revalidar su posición al frente del Gobierno de España– también tiene una posición unitaria dentro de los consellers del PP en el Ejecutivo autonómico valenciano como es la "defensa del modelo de Estado de las Autonomías recogido en nuestra Constitución que debe ser el marco en el que todos nos movamos".
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