La oposición a Carlos Mazón ha encontrado un balón de oxígeno en la condena a Eduardo Zaplana a 10 años de prisión por cobrar mordidas a cambio de adjudicaciones de las Inspecciones Técnicas de Vehículos y de los Parques Eólicos.
La subida en las encuestas del presidente valenciano ha sido unánime en los últimos trabajos de campo realizados tanto por el propio PP como por medios de comunicación como los del grupo Prensa Ibérica. La mayoría absoluta está situada en 50 escaños y al PP valenciano ya se le atribuyen entre 44 y 46 escaños.
Esa circunstancia es preocupante para las dos formaciones de izquierda que tienen representación parlamentaria: PSOE y Compromís. Y lo es más porque el respaldo que ahora mismo tendría el proyecto que encabeza Carlos Mazón es mayor que la suma de esos dos partidos.
Al PSOE se le atribuyen entre 32 y 34 escaños y a Compromís entre 11 y 13. Mazón ha rentabilizado bien su primer año al frente de la Generalitat y sus números empiezan a crecer con más fuerza desde la salida de Vox (el pasado mes de julio) del Gobierno valenciano.
Por ello, la condena de Eduardo Zaplana, figura que tuvo mucho que ver en los comienzos de la carrera política de Carlos Mazón, ha sido aprovechada por socialistas y nacionalistas para tirar del manual de la corrupción.
La secretaria general del PSOE valenciana, la ministra Diana Morant, considera que la condena a Zaplana lo es “a una forma corrupta de hacer política” y que el PP valenciano “ha sido y es una escuela de corrupción”.
Afirma la líder del PSPV que Mazón es “hijo político” de Zaplana y que la respuesta de éste ha sido “muy tibia” ante la condena del exministro.
En esa misma tesis abunda el portavoz socialista en las Cortes Valencianas, José Muñoz, quien asegura que “el zaplanismo 3.0 está volviendo a campar a sus anchas por nuestra tierra” y subraya que las leyes que está aprobando Carlos Mazón “y el desmantelamiento de los instrumentos contra la corrupción que se pusieron en marcha durante los gobiernos del presidente Ximo Puig son el paso previo a la creación de una autopista a la corrupción”.
Joan Baldoví, portavoz de Compromís en las Cortes Valencianas coincide en atribuir a Zaplana el título de “padrino” político de Mazón y ha solicitado la puesta en marcha de una comisión en el Parlamento autonómico para investigar todo lo concerniente a la privatización y adjudicación de los contratos juzgados en el caso Erial.
Los tribunales ya han analizado esa cuestión y han dictado sentencia pero Compromís quiere estirar políticamente al máximo la condena de Zaplana, como también ha hecho el PSOE valenciano recurriendo la absolución de Francisco Camps ante el Tribunal Supremo, en este caso para retrasar ese ‘triunfo’ judicial del expresidente de la Generalitat.
La munición de argumentos para PSOE y Compromís llega en una semana especialmente dura para los socialistas por sus casos de presunta corrupción en la cúpula del Gobierno de España.
La semana es convulsa de igual forma para los nacionalistas, que encaran el próximo fin de semana el congreso de su pata mayoritaria (Més, antiguo Bloc) con tres candidaturas y una división preocupante si no hay acuerdo de unificar posturas y proyectos.
Carlos Mazón, mientras, no se sale del guión y asegura que “respetamos los procesos judiciales y más en este caso (el que atañe a Zaplana) que todavía no tiene sentencia en firme”.
Reconoce que no le resulta indiferente que condenen a un presidente de la Generalitat pero advierte que los socialistas con el caso Koldo “no están para dar lecciones de nada”.
Su número dos en el PP valenciano y portavoz en las Cortes Valencianas, Juanfran Pérez Llorca, pide “respeto para el presidente Mazón” del que asegura que nadie pone en duda su actuación política.
Va más allá al asegurar que el PP valenciano “tiene una nueva generación de políticos” y que resulta triste que socialistas y nacionalistas “utilicen políticamente la corrupción”.
Lo efímero de los argumentos empleados por los dos partidos de la oposición se resume en la frase de Pérez Llorca relativa a la influencia que le atribuyen PSOE y Compromís y Zaplana sobre la carrera política. “Todos los políticos socialistas valencianos de ahora son discípulos de José Luis Ábalos y todo apunta a que va a protagonizar un gran caso de corrupción”.
El PP valenciano ayer tuvo que salir a protegerse de los ataques recibidos por la condena a uno de sus principales referentes de hace dos décadas pero en las próximas semanas el protagonismo negativo “cambiará seguro de bando”, según apuntan fuentes del partido a Vozpópuli.
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