Comunidad Valenciana

Mamen Peris pierde el control de Ciudadanos y provoca su 'desaparición' antes del 28-M

La fuga constante de cargos de la formación naranja pese a las presiones de la candidata a la Generalitat arruinan las expectativas electorales autonómicas de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana

La candidata de Ciudadanos a la Generalitat, Mamen Peris, ha perdido el control del partido a apenas dos meses de las elecciones autonómicas y municipales del 28-M. Tal es el grado de desintegración que se puede asegurar, ya que Ciudadanos 'desaparece' –no formalmente– pero sí como opción real para los votantes que, según las últimas encuestas apenas le darían el 2% del apoyo global.

La marcha de la anterior portavoz en las Cortes autonómicas de Ciudadanos, Ruth Merino, que se enroló en las filas del PP y que entrará en la lista autonómica por Castellón, ha desatado una tormenta posterior. La llegada de Mamen Peris a ese puesto y su confirmación como candidata a la Presidencia de la Generalitat abrió un periodo de incertidumbre que pronto se ha confirmado como una hecatombe para la formación naranja.

Apoyada por la nueva dirección nacional, Mamen Peris ha tratado de obtener rédito con las escasas armas que le quedaban a su alcance. El principal activo era el de representar a ese porcentaje pequeño de votantes, pero cuyo número podría ayudar a decantar la balanza en favor de Carlos Mazón o Ximo Puig, que andan enfrascados en una reñida lucha por presidir el futuro Gobierno valenciano.

El PP ya absorbió el máximo

Mazón tuvo claro desde el principio que el actual Ciudadanos ya poco podía aportarle al PP. La principal transferencia de votos ya se ha producido y se refleja en las encuestas, y lo que queda aún en las arcas de Ciudadanos se decantará por votar a la formación naranja, al PSOE o se refugiará en la abstención. Mazón, además, ya tenía mucho entorno de Ciudadanos en sus equipos de trabajo y contactos con los que desde hace meses quieren regresar a las filas populares.

Con poco que ofrecer por ese flanco, Mamen Peris se ha entregado a la negociación con Ximo Puig al respecto de la renovación de los consejeros de entes estatutarios o la rebaja del listón electoral del 5% al 3%. En un principio quiso exhibir ante Puig el control de su grupo parlamentario, aunque el presidente valenciano nunca se fio de tal circunstancia. A Puig le vale que Ciudadanos presente lista y detraiga unos potenciales miles de votos para el PP.

Lista a cambio de supervivencia

Esa es la única operación que Ximo Puig avala y es suficiente para que Mamen Peris se pueda garantizar la pervivencia en primera línea política en un puesto todavía por definir (ella pidió entrar en el Consejo Jurídico Consultivo o el Consejo de Transparencia). Y es ésta la coyuntura que ha soliviantado a muchos cargos públicos de Ciudadanos que han decidido irse con la música a otra parte.

Javier Gutiérrez y Julia Parra se han pasado al grupo de no adscritos en la Diputación de Alicante y, en el caso de la segunda, se da por hecho que irá en la lista autonómica con Carlos Mazón por esa circunscripción. Las presiones de Peris y del coordinador nacional de Ciudadanos, Carlos Pérez-Nievas, para que rompieran con Mazón en la corporación provincial provocó el efecto contrario y el partido ha pasado de gobernar en coalición con el PP a no tener representación.

En la Diputación de Valencia, de los tres diputados que tiene Ciudadanos, ya ha caído el primero, Juan Córdoba, quien también ha esgrimido el "entreguismo" de Peris al tripartito de izquierda que gobierna en la Generalitat. Jesús Gimeno se mantendrá lo que resta de mandato, aunque ya se centra en su candidatura por la formación naranja en Moncada –de la mano de Concha Gea, que estuvo cerca de ser la candidata del PP en la localidad–, tal y como ha explicado a Vozpópuli. Su refugio municipal le permite no entrar en la guerra orgánica.

Rocío Gil y Fernando Giner, a la espera

Y la portavoz de Ciudadanos en esta institución provincial, Rocío Gil, pasa de puntillas por la crisis sin querer hacer ruido en este tiempo de descuento de la legislatura, sabedora que todos los temas de calado de la gestión en la Diputación ya se han abordado. Las fuentes consultadas por este medio dan por hecho el paso de Rocío Gil al PP en cuanto finalice el actual mandato.

Mamen Peris y Fernando Giner tras el consejo nacional de Ciudadanos en Valencia Europa Press

Con ella parecen abrirse dos opciones, bien en puestos de gestión en el Ayuntamiento de Valencia (donde también es concejal), aunque sin presencia en la lista municipal que encabeza María José Catalá o engrosar la lista autonómica por Valencia como sucederá con Parra en Alicante. Gil no se ha pronunciado en público sobre la enorme fractura en el partido del que se ve ya fuera en un plazo cercano.

El portavoz en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, también se mantiene en un segundo plano orgánico desde que se produjo la 'refundación' de Ciudadanos a nivel nacional. Sólo se centra en la campaña municipal. Ha dejado abierta, eso sí, la confección de la lista electoral para el 28-M hasta el plazo máximo establecido por la ley que se situará en torno a finales del mes de abril.

Giner mantiene su agenda para dar un salto en las encuestas en su intento por entrar en el Ayuntamiento otra legislatura. Él mismo reveló recientemente en una entrevista con la radiotelevisión autonómica que creía que tenían cerca de un 4% y que espera recuperar ese 1% para entrar con 1 ó 2 concejales que sirvieran de llave de la gobernabilidad.

La realidad es que esa tarea, con el actual grado de descomposición interna de Ciudadanos, se antoja titánica y casi utópica, por lo que Giner también contempla dar por finalizada su aventura en la primera línea política, llegado el caso. O esperar a que se concrete el ofrecimiento de incorporarse a la lista del PP que encabeza María José Catalá, quien aguarda pacientemente a que Giner aclare sus intenciones finales.

El bagaje de Mamen Peris al frente de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana lo definen muchos compañeros de filas como "decepcionante", ya que ha anticipado con sus decisiones la desintegración del partido y la rebeldía de los cargos públicos más significados en Valencia y Alicante.

Un grupo parlamentario fragmentado

El hartazgo parece tal con la dirección autonómica que Peris no contaría a día de hoy con más que 5 diputados –más ella– de los 13 que componen el grupo parlamentario (ya que otros 5 se fueron durante la legislatura al grupo de no adscritos). Es decir, que hay 7 que ya no atienden las indicaciones de Peris.

En estas circunstancias, Ximo Puig medita si llevar o no al último pleno la renovación de los consejeros de órganos estatutarios como el Consejo Jurídico Consultivo, el Consejo de Transparencia, el Valenciano de Cultura, la Sindicatura de Cuentas o el Consejo de Universidades, entre otros.

El intento de Puig y Peris de dejar al margen al PP en la negociación no parece que pueda salir bien. Los 60 votos que se necesitan para sacarlo adelante deberían contar con los 52 del tripartito de izquierda más 8 de Ciudadanos. A día de hoy, las mismas fuentes aseguran que Peris sólo podría aportar, llegado el caso de tener que votar, un máximo de 6 (aunque cada día que pasa menguan los apoyos de la candidata autonómica).

Es por ello, que tanto esta cuestión, en la que el PP ahora no tiene prisa por entrar a negociar después de haberles intentado ignorar pese a ser el primer partido de la oposición, como la referente a la rebaja del listón electoral al 3%, podrían no formar parte del último pleno programado para la última semana de este mes. Puig no quiere regalar la foto de una votación perdida en puertas de las elecciones autonómicas y locales del 28 de mayo y sabe que Ciudadanos no es un grupo homogéneo al que poder confiar que salgan adelante decisiones de tanto calado.

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