El presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha elegido a Carlos Mazón como una de las piezas importantes para consolidar la previsible subida del partido en las elecciones autonómicas de Cataluña. Las encuestas prevén una subida del partido que puede triplicar el número de votos respecto a la última cita de 2021 donde apenas alcanzó 3 escaños.
La idea de Génova es reforzar la campaña con cargos del partido de fuera de Cataluña pero que tengan elementos de proximidad como es el caso del presidente autonómico valenciano.
Encuentro con empresarios
Mazón ha realizado recientemente un viaje institucional a Cataluña donde eludió el encuentro con el presidente autonómico, Pere Aragonés, al igual que hizo aquel. Curiosamente, fue el día en el que Aragonés no sacó adelante los Presupuestos y decidió adelantar las elecciones que tendrán lugar el próximo 12 de mayo.
Ese día, Mazón estuvo rodeado de un nutrido grupo de empresarios catalanes analizando las oportunidades que brinda la Comunidad Valenciana en materia fiscal para quien quiera expandir su negocio en Valencia, Alicante o Castellón.
Relación con Sirera
Más allá de los temas de proximidad de la gestión del Gobierno valenciano con una región vecina, en Génova le atribuyen un papel muy importante a Mazón por su relación en el presidente del grupo parlamentario en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera.
Sirera fue número dos de Mazón durante la larga precampaña que le condujo a ganar las elecciones autonómicas en la Comunidad Valenciana el 28 de mayo del año pasado. La complicidad entre ambos es muy elevada y Sirera hubiera querido continuar al lado de Mazón de no ser porque Alberto Núñez Feijóo lo escogió como cabeza de cartel en Barcelona para las elecciones locales de 2023 donde dobló los apoyos respecto a 2019 y consiguió pasar de 2 a 4 concejales.
Más de 300.000 votos en juego
Las bases ahora están muy claras y el objetivo que Génova persigue y que le ha transmitido a Mazón es que hay que lograr que los 109.000 votos que se obtuvieron en la última cita autonómica catalana se conviertan el próximo 12 de mayo de unos 350.000 votos.
Las previsiones sitúan al PP en el entorno del 10% de los votos lo que supondría esa cifra con una participación cercana al 60%. Mazón tendría previsto participar en algún acto con Sirera en Barcelona y también en algún mitin o encuentro con la sociedad civil en la provincia de Tarragona donde puede estar un nicho de crecimiento del PP. Los actos está previsto que se concreten a lo largo de la próxima semana.
Alberto Núñez Feijóo tuvo el pasado domingo una primera buena noticia como fue el ligero crecimiento en las elecciones autonómico del País Vasco (el territorio más hostil para sus siglas) al obtener cerca del 10% de los apoyos y unos 95.000 votos que, en las elecciones generales, suele alcanzar unos 50.000 votos más.
A la caza de la mayoría absoluta
En el caso de Cataluña las expectativas del PP se centran en lograr unos 13 escaños y alrededor de unos 350.000 votos si sube la participación hacia el entorno del 60%, ya que hace tres años apenas alcanzó el 51%.
Con esas cifras, en Génova consideran que haciendo una proyección para las próximas elecciones generales el PP ya estaría en condiciones de arañar la mayoría absoluta. Si el umbral de apoyo tanto en el País Vasco como en Cataluña continuaba tan bajo como en 2021 esa misión sería imposible.
Carlos Mazón, al que Feijóo ha reservado en el País Vasco, está por la labor de ayudar en el crecimiento del partido en Cataluña lo que enviaría un mensaje de fortaleza frente al Gobierno de Pedro Sánchez con el que mantiene un pulso muy grande en la Comunidad Valenciana a través de la figura de la secretaria general del PSPV y ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant (pese a que el PSC puede ser el ganador de las elecciones catalanas).
Distorsión en la agenda
Esta encomienda de Génova va a provocar que Mazón tenga en las próximas semanas algunos 'desfases' en la agenda que había previsto para las próximas tres semanas, aunque el principal reto que se había marcado hasta la llegada del verano era impulsar la reforma legislativa en la Agencia Antifraude, el Consejo de Transparencia, À Punt, el sistema educativo y la derogación de la ley de Memoria Democrática que ya ha entrado de lleno en el Parlamento autonómico.
Los actos, en principio podrían tener lugar en el fin de semana previo a las votaciones (para tener menor incidencia en esa agenda de Mazón) y en la misma semana del 12 de mayo.
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