La investidura de Carlos Mazón como presidente de la Generalitat se ha convertido en un acto principal en la carrera hacia el 23-J y cuenta con que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, esté presente en esa jornada tan marcada.
Los plazos del reglamento de las Cortes Valencianas son claros y aunque Mazón quiere 'acortarlos' para tener un nuevo Gobierno "lo antes posible", lo más probable es que tenga que ceñirse a un debate de investidura que sacaría adelante en una primera votación entre el 17 y el 21 de julio y si los servicios jurídicos vieran factible modificar esos plazos podría adelantarse una semana.
La Comunidad Valenciana como ariete
En esas fechas se desarrollará la primera o la segunda semana de la campaña de las elecciones generales con Alberto Núñez Feijóo recorriendo todos los rincones de España y la parada en Valencia es obligatoria. Al igual que sucedió en las elecciones autonómicas y municipales donde la capital del Turia fue un objetivo prioritario para la dirección nacional del PP, en las generales el esquema tampoco cambia mucho.
Es cierto que ha de incorporar a Andalucía como territorio clave para llegar a la Moncloa y por eso el primer gesto podría llegar el próximo sábado. Fuentes de Génova han señalado a Vozpópuli que Feijóo está valorando si acudir a la toma de posesión como alcaldesa de María José Catalá (acto al que sí acudirá Carlos Mazón) o, lo más probable, a la de José Luis Sanz en Sevilla.
El debate de investidura del presidente valenciano está también marcado en rojo por la dirección nacional del PP y Mazón puede exportar la imagen de cambio de Gobierno que Feijóo quiere reforzar, especialmente, en la última semana de la campaña.
Cambio de Gobierno en puertas del 23-J
La imagen del triunfo de Carlos Mazón puede ser un acicate para la proyección de Feijóo como aspirante y, claro favorito a la Presidencia del Gobierno, y se espera que en las próximas fechas se pueda confirmar la presencia del presidente nacional en la investidura del que será nuevo presidente valenciano.
Las dudas surgidas por el acuerdo con Vox y la posible movilización del electorado de izquierda es la única razón por la que la dirección nacional del PP prefiere guardar un prudente silencio sobre la presencia de Feijóo en Valencia hasta ver la evolución de las encuestas en las próximas semanas.
Negociación PP-Vox
Mientras llega ese momento la comisión negociadora del PP se reunió ayer con la de Vox para seguir avanzando en el acuerdo definitivo que alumbre un nuevo Gobierno valenciano.
Por parte del PP acudieron en esta ocasión, Miguel Barrachina, la alcaldesa de Almoradí, María Gómez (quien podría ser vicepresidenta de las Cortes Valencianas) y la diputada autonómica, Laura Chulià, mientras que en representación de Vox estuvieron Vicente Barrera, el diputado autonómico David García y el coordinador del grupo parlamentario, Juan Pablo Cruz.
El análisis de las primeras medidas que se quieren transmitir como Gobierno centró buena parte de las conversaciones –en un tono cordial– con la bajada de impuestos, la rebaja de la lista de espera sanitaria, el análisis de la reversión de los conciertos sanitarios y la libertad de elección de centros educativos entre los temas de estudio.
Primeras 50 medidas
En concreto se han fijado 50 puntos como primeras medidas de acuerdo entre ambas formaciones y que llevarían a cabo en la primera parte de la legislatura. La defensa de las señas de identidad también se encuentran entre ese ramillete de cuestiones. El área social será objeto de un estudio más pormenorizado.
La estructura del nuevo Gobierno valenciano y quiénes serán los responsables de cada departamento es un debate que no se está abordando en esa mesa de negociación. El acuerdo definitivo, según las fuentes consultadas por este medio, apuntan a que llegará en la jornada de hoy o mañana y se dará a conocer de manera pública explicando los 50 puntos fundamentales del pacto.
Las grandes carteras, para el PP
Lo que sí había causado cierto revuelo es la posibilidad planteada por Vox de tener las competencias educativas, circunstancia que ayer Carlos Mazón apuntó que no será así en algunas de sus comparecencias en medios de comunicación. A nivel interno lo explicitó mucho más. Su círculo de confianza tiene claro por boca del presidente que Educación será una responsabilidad del PP.
No habrá debate en torno a esta Conselleria, al igual que en otras que consideran estratégicas como Hacienda (Vox podría tener una de Economía y Empleo desgajada de ésta), Sanidad, Obras Públicas y también la del área social que tendrá las políticas de Igualdad englobadas, aunque Vox podría tener un departamento sobre Familia, tal y como ha pasado en el Ayuntamiento de Elche que también cerró el acuerdo entre estas dos formaciones hace dos jornadas.
Vox: 1 vicepresidencia y 2 consellerias
La formación que lidera Santiago Abascal podría hacerse de esta forma con Agricultura (donde suena con fuerza José Luis Aguirre), una vicepresidencia que podría ser económica, y en el caso de tener una tercera saldría entre Familia (servicios sociales) o Justicia.
A su presencia en el Consell, Vox suma la Presidencia de las Cortes donde José María Llanos y María de los Llanos Massó son los grandes favoritos. Si Vox sitúa al primero como la segunda autoridad de la Comunidad Valenciana el PP tendrá que buscar a dos diputadas para acceder a la vicepresidencia primera y la secretaría primera. Si Vox opta por la segunda, el PP deberá escoger a dos diputados.
En cuanto a los posibles nombres de integrantes del Consell es algo que tanto Vox como el PP llevan con bastante sigilo. Los de Abascal tienen a José Luis Aguirre, Vicente Barrera, Ana Vega o Miriam Turiel entre los aspirantes a ocupar los departamentos que acuerde con el PP.
Carlos Mazón, por su parte, tiene claro ya algunos perfiles, aunque hasta que el acuerdo no esté totalmente cerrado –y hasta que no sea investido como presidente– no dará el siguiente paso que será poner nombres a los integrantes del Gobierno valenciano.
Rovira, Gascó, Bastidas...
Beatriz Gascó es una de las personas que suena como posible consellera de Educación, aunque José Antonio Rovira (persona de máxima confianza de Mazón) también podría ocupar el cargo. Gascó ha elaborado el programa educativo y Rovira ha estado en el pasado ligado al sector educativo, aunque su destino también podría ser el de Hacienda.
La castellonense Salomé Pradas también suena como posible integrante del Consell, al igual que Juan Carlos Moragues. En cualquier caso, Mazón también puede nombrar a algún independiente como ya hizo con Pablo Broseta en la lista de las Cortes o aprovechar perfiles como la exportavoz de Ciudadanos, Ruth Merino para un primer o segundo escalón de la Administración autonómica.
La diputada en las Cortes Valencianas, Elena Bastidas, también tienen opciones de formar parte del Gobierno valenciano al igual que el diputado autonómico Rubén Ibáñez.
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