La líder del socialismo valenciano, Diana Morant, ha establecido un 'cordón sanitario' alrededor de Vox y los pactos con Carlos Mazón se limitarán a las emergencias. La nueva secretaria general del PSPV ha mantenido la línea de la anterior de dirección que encabezaba Ximo Puig y que hizo imposible cualquier acuerdo con el actual presidente de la Generalitat.
La legislatura comenzó con el ofrecimiento de Mazón a los grupos de la oposición, PSPV y Compromís, de sumarse a diferentes pactos clave para la Comunidad Valenciana como la llegada de agua, la mejora de la infrafinanciación y otras cuestiones como la mejora de las infraestructuras –que salvo excepciones como en el caso del Puerto de Valencia y contra el criterio de Puig– no han culminado en una posición común.
"No habrá ningún pacto"
La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades ya ha trasladado a sus colaboradores en el PSPV (hasta que se conforme una nueva dirección en el congreso extraordinario del 24 de marzo) que "no habrá ningún pacto" con Mazón mientras siga sustentado por Vox en el Gobierno valenciano, según han confirmado a Vozpópuli diferentes fuentes del partido.
En el tema del agua es difícil acercar posturas porque Morant pertenece al Gobierno de Sánchez y hay una distancia grande en cuanto a los trasvases necesarios para que la Comunidad Valenciana no sufra restricciones.
El único avance en esta materia es el compromiso de la ministra del ramo, Teresa Ribera, para hacer reuniones periódicas y hacer un seguimiento del Tajo-Segura y de inversiones para la optimización de los recursos hídricos. No deja de ser una declaración de intenciones sin ningún efecto práctico.
Ni la financiación
Tampoco en el tema de la financiación hay un frente común porque no hay acuerdo sobre el fondo de nivelación, tal y como desveló hace unas semanas la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Diana Morant ha realizado un marcaje estrecho de los actos de Mazón a los que se ha sumado de manera habitual en las últimas semanas. Su posición de ministra le permite hacer 'doblete' con Mazón con cierta facilidad.
Su presencia como 'delegada' del Gobierno de Pedro Sánchez en la crisis del incendio de Campanar ha sido constante como la de quien ostenta realmente ese cargo en la Comunidad Valenciana, su compañera de partido: Pilar Bernabé. Eso en cuanto a la posición estratégica de comunicación se refiere.
La propuesta de Muñoz
Ahora bien, en la parte del argumentario de partido, Morant va a marcar distancias con Mazón en todo lo que no tenga que ver con las emergencias.
Ayer mismo José Muñoz, portavoz del grupo parlamentario socialista –cuya dirección Morant remodelará después del congreso del PSPV en Benicassim– le propuso un decálogo de medidas al presidente valenciano pero circunscrito al ámbito de las emergencias.
“Le hemos hecho llegar por carta al presidente Mazón las propuestas sobre las que pensamos que se debe cimentar el pacto y le hemos solicitado la creación de una comisión mixta Consell-Cortes para debatir y ampliar la propuesta”, indicaba Muñoz.
Los socialistas plantean la recuperación de la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE); un plan de formación de liderazgo que permitirá una mayor especialización y capacitación de los responsables; el blindaje presupuestario de los recursos destinados a las emergencias; así como mantener las medidas normativas que facilitan el derecho de tanteo y retracto.
Toda la legislatura
Diana Morant ha ordenado así a Muñoz y al resto de colaboradores cerrar el grifo de los pactos con Mazón. La posición será dura mientras que Vox siga en el Consell y así será, en buena lógica, hasta que finalice la legislatura.
La secretaria general del PSPV ya ha dicho recientemente que su proyecto al frente del PSPV será "como el de Ximo Puig". Y la posición de crítica frontal a Vox fue determinante en los meses posteriores a la derrota electoral del 28 de mayo que sufrieron los socialistas valencianos.
Morant tiene una clara dependencia orgánica en el PSPV de las personas más cercanas a Puig y por ello no va a abordar ninguna ruptura con el perfil anterior.
Como Torró y España
El propio Ximo Puig ya se negó el pasado 29 de noviembre a mantener una reunión con Mazón y envió a Rebeca Torró y Arcadi España en su nombre (hoy en días secretarios de Estado). Ya entonces todos los puentes del diálogo con Mazón se dinamitaron.
La petición de Torró y España para que ese panorama cambiara es que "el PP deje de normalizar a la extrema derecha".
"Nuestra línea roja es el partido de la ultraderecha que está teniendo una falta de respeto y de convivencia con los socialistas», explicaban entonces, y lamentaban que «dirigentes de ultraderecha e incluso la presidenta de las Cortes Valencianas" habían estado "delante de nuestras sedes y han presentando iniciativas parlamentarias donde nos llaman golpistas o amigos de terroristas».
Morant va a continuar esa senda, aunque es probable que la relación personal con Mazón sea menos agria que con Puig y que atienda a la invitación que el presidente de la Generalitat aseguró recientemente que cursará a la política gandiense cuando sea elegida secretaria general del PSPV para tratar los principales asuntos de la Comunidad Valenciana.
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