La sesión de control al presidente de la Generalitat en las Cortes Valencianas ha elevado el tono de la disputa política y el portavoz del PSOE valenciano en la Cámara, José Muñoz, ha acusado al jefe del Consell de sentarse "junto a los herederos de los que fusilaron a Federico García Lorca y Miguel Hernández".
Muñoz ha realizado esta afirmación durante una sesión bronca a cuyo término se ha aprobado la Ley de Concordia que deroga la de Memoria Democrática que impulsó el Gobierno de Ximo Puig en 2017.
El portavoz socialista considera que la Ley de Concordia "es indigna de la democracia española" y ha acusado al jefe del Consell de "asumir los postulados ultra" y convertirse él mismo en "xenófobo y negacionista de los crímenes machistas y aprobando una ley que equipara a víctimas y verdugos".
Miguel Ángel Blanco
El presidente valenciano ha defendido en su turno de intervención una ley que, según asegura, permite que "si Miguel Ángel Blanco hubiera nacido en Castellón con su ley (en referencia a la de Memoria Democrática) no sería víctima de violencia política y con la nuestra sí".
La tensa sesión de control ha contado con la presencia en la tribuna de invitados de la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades y líder del PSPV, Diana Morant.
Al margen de la Ley de Concordia que también ha salido adelante junto a la de Transparencia y Buen Gobierno, en toda la sesión ha revoloteado la posible ruptura del Gobierno valenciano por el conflicto del reparto de menores que mantienen Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo.
Reunión de Vox
La presidenta de las Cortes Valencianas, Llanos Massó, ha improvisado una reunión con los integrantes del grupo parlamentario y los tres consellers de Vox en el Gobierno valenciano para cerrar filas en torno a la decisión que tome Abascal esta tarde.
El vicepresidente primero de la Generalitat Valenciana, Vicente Barrera, ha explicado que acudirá esta tarde a Madrid a la convocatoria de urgencia de un comité ejecutivo nacional de Vox en el que se decidirá el futuro de las coaliciones de gobierno en diversos ejecutivos autonómicos.
La disciplina de partido está por encima de los intereses personales, según el número 2 de Mazón en el Gobierno, por lo que ha asegurado que "acataré lo que diga Abascal".
