Carlos Mazón ha comenzado a fijar prioridades territoriales en una veintena de municipios para que el PP valenciano camine hacia la mayoría absoluta en las elecciones de 2027. Los populares valencianos cuentan en la actualidad con 40 escaños (881.893 votos) a 10 de la mayoría absoluta, y para alcanzarla deberán alcanzar una cifra superior a 1.100.000 votos.
El crecimiento hasta esa cifra supone 'rascar' unos 300.000 votos más que en las últimas elecciones autonómicas de mayo de 2023 y para ello Mazón y su mano derecha en el PPCV, Juanfran Pérez, ya se han puesto manos a la obra, según han asegurado a Vozpópuli fuentes autorizadas de esta formación.
El presidente autonómico valenciano y líder del PPCV se ve ahora liberado del 'corsé' que suponía la presencia de Vox en el Consell.
Políticas del cambio
La convivencia con los tres consellers del partido liderado por Santiago Abascal ha sido bastante plácida pero gobernar en solitario va a permitir a Mazón aplicar sin tantas cortapisas las políticas que lleva en su programa electoral (aunque será vigilado de cerca por Vox en las Cortes Valencianas).
"La mayoría absoluta nos la dará la política del cambio", afirman las mismas fuentes a este medio. Los populares consideran que gobernar esta legislatura en ciudades como Valencia, Alicante, Elche o Castellón les permitirá poder ampliar la distancia con las formaciones de izquierda en las próximas elecciones y cosechar un buen puñado de votos nuevos.
La intención es que la legislatura se agote pero la imprevisibilidad en el comportamiento de Vox (como se ha demostrado con la ruptura en los gobiernos regionales) puede provocar un acortamiento del mandato en unos meses o incluso un año.
Actores principales
María José Catalá, Luis Barcala, Pablo Ruz y Begoña Carrasco están consolidados en las Alcaldías de estas cuatro grandes ciudades de la Comunidad Valenciana y, junto a la acción orgánica de los presidentes de las diputaciones provinciales, Vicente Mompó, Toni Pérez y Marta Barrachina, configuran la principal fuente de captación de votos para los populares.
Ahora bien, para superar la barrera de millón de votos necesitan el impulso de otras localidades donde los resultados no han sido los esperados en la última cita con las urnas o se considera que pueden mejorarse.
El 'cinturón rojo'
El área metropolitana de Valencia, también denominado 'cinturón rojo' por el predomino de la izquierda durante décadas, es una de las principales obsesiones del PPCV para comenzar a subir sus guarismos en las urnas.
Paterna, Manises, Mislata, Burjassot, Alboraya, Quart de Poblet, Aldaya y Alaquàs figuran entre esos municipios donde los populares quieren hacer un esfuerzo extra en esa búsqueda de obtener un mayor apoyo ciudadano.
También en la provincia de Valencia el PPCV buscará consolidar el crecimiento registrado en Torrent y Xàtiva y aunar voto en Alzira (hay dos facciones del partido). Y, sobre todo, tiene en su agenda recuperar poblaciones tan importantes como Gandía, y acortar la distancia en Sagunto con las fuerzas de izquierda, al igual que en Onteniente (donde el líder de Ens Uneix, Jorge Rodríguez, está a una distancia sideral).
Alicante y Castellón
Mazón tampoco quiere que haya relajación en las otras dos provincias. En Alicante el PP gobierna con holgura en las principales ciudades pero busca una clara mejora en localidades como Alcoy, Denia, Novelda, Petrer o Elda, fundamentalmente, y sin perder de vista recuperar el gobierno de Ibi.
Lo mismo sucede en Castellón, la provincia con menos municipios grandes de la Comunidad Valenciana pero que también tiene un gran espacio de mejora en cuanto al apoyo ciudadano en localidades como Villarreal, Vall d'Uixó, Vinaroz o Nules.
Esta radiografía es la que el PPCV ya ha realizado de los territorios que marca como prioritarios para ese crecimiento hasta superar la barrera del millón de votos que se rebasó ampliamente bajo la Presidencia de Francisco Camps.
Mazón ha insistido en sus últimas comparecencias ante sus compañeros, como en la última Junta Directiva Autonómica, que la actuación en solitario del PP al frente de la Generalitat permitirá "seguir creciendo con las políticas sociales, gobernando para todos y sin discriminar en materias como la vivienda social, la sanidad, dependencia, salud mental o la educación».
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