Los reiterados incumplimientos de Peter Lim durante más de 10 años han provocado que Valencia esté más cerca de quedar descartada como futura sede del Mundial 2030 de fútbol. La falta de acuerdo hoy entre PP y Vox (socios de Gobierno en el Ayuntamiento de la ciudad) ha imposibilitado fijar una postura común que exija al magnate singapurense acabar el nuevo estadio.
En el pleno de hoy se esperaba que se pudiera presentar una moción de urgencia que le otorgara al máximo accionista del Valencia CF la seguridad jurídica sobre los beneficios urbanísticos en dos solares de la ciudad por el cambio de estadio.
Obligaciones para Lim
Finalmente, el acuerdo entre PP y Vox para fijar unas condiciones que obligarán a Lim a acabar el estadio antes de disfrutar de esos beneficios no se ha podido cerrar y de esta forma la capital del Turia está más cerca de quedar descartada para ser sede ante las dificultades para tener un estadio que albergue los partidos de la fase final.
El motivo es que la FIFA exigía a la Real Federación Española de Fútbol que los clubes que vayan a ceder sus estadios para esta competición firmaran ya las condiciones fijadas por el organismo internacional.
Peter Lim, que no había dado luz verde a esa firma, finalmente ha aceptado aunque no es una cuestión definitiva. Si el Ayuntamiento no le da garantías jurídicas sobre los beneficios urbanísticos esa firma será revocada por lo que la situación de bloqueo continúa y simplemente se ha ganado tiempo para ver si se llega a un punto de acuerdo.
Vox no cede
El portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Valencia, Juanma Badenas, ha explicado que "Lim lleva incumpliendo desde el año 2014 sus obligaciones con el nuevo estadio que se fijaron en el convenio de 2007 y que el TSJ valenciano ha confirmado en su sentencia".
Por eso, Badenas ha asegurado que "todo el mundo se desengañe porque Vox no va a dar ningún beneficio urbanístico a Peter Lim sin que cumpla antes sus obligaciones" y antes de todo ello "hay que hacer una auditoría para evaluar el coste de finalización de las obras que llevan varios lustros paralizadas".
Peter Lim será el único culpable de que Valencia no acoja un partido del Mundial 2030
Ha intentado chantajear a la ciudad hasta el último momento exigiendo un pelotazo urbanístico y nosotros no hemos cedido.
Ahora se va a enterar de lo que significa en España el 'no pasarán'.… pic.twitter.com/cuNtSeJ0Jv— Juanma Badenas (@JuanmaBadenas) June 28, 2024
Este nuevo desacuerdo entre PP y Vox, que tampoco lograron Compromís y PSPV cuando gobernaron en las dos últimas legislaturas, va a provocar que Valencia se quede sin Mundial 2030, siga con un grave problema de imagen en una de las principales entradas a la ciudad y el club de Mestalla soporte una grave situación económica por la desidia y especulación que marcan la gestión de Peter Lim desde que compró su mayoría accionarial.
Límite 3 de agosto
Además, el próximo 3 de agosto caduca el plan que obliga a Lim a finalizar el estadio con las condiciones fijadas en 2007. A partir de ahí existen dos interpretaciones jurídicas.
La primera, que es la que defiende el PP, es que el magnate de Singapur quedaría liberado de sus obligaciones y podría vender el solar del actual Mestalla sin antes haber acabado el nuevo estadio.
La segunda, que defienden PSPV y Compromís, y también Vox (aunque con matices) entiende que Lim seguiría teniendo esas obligaciones y no tendría "barra libre" como gráficamente explicó el concejal de Urbanismo, Juan Giner.
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