El Puerto de Valencia ha acordado hoy en la reunión de su consejo de Administración otorgar a la empresa TIL, filial de MSC, la concesión administrativa durante los próximos 50 años de la construcción y explotación de una terminal marítima de contenedores abierta al tráfico general, en el marco de la ampliación norte del Puerto de Valencia.
La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) ya seleccionó a Terminal Investment Limited en septiembre de 2019 a propuesta de la mesa de calificación tras presentar una oferta que asciende a casi 1.100 millones de euros y engloba todas las inversiones necesarias para la puesta en funcionamiento, la explotación y el mantenimiento de la nueva terminal que no vayan a ser ejecutadas por la APV.
La APV: 656 millones
MSC posee en la actualidad el 60% del capital de TIL y la nueva terminal implica la mayor inversión público-privada realizada hasta la fecha en el sistema portuario español. La APV es la responsable de la construcción del muelle y tiene comprometida una inversión de hasta 656 millones de euros que se suman a los citados 1.100 millones de euros de TIL.
En materia medioambiental la nueva terminal de contenedores será autosuficiente energéticamente. Un espacio sin humos que minimizará la emisión de CO2 mediante el suministro eléctrico a grúas, máquinas de patio y a buques portacontenedores que, durante su estancia en Valencia, conectarán sus motores a la red eléctrica (con fuente de origen 100% renovables).
Desde el punto de vista ferroviario, la nueva superficie portuaria supone generar una nueva terminal ferroviaria de seis vías de 1.000 metros de longitud como instalación de carga/descarga de mercancía ferroviaria, lo que convertirá a Valencia en un 'hub' multimodal de primer orden.
Por otro lado, el Consejo también ha aprobado la firma del convenio con el Ayuntamiento de la ciudad que, según la presidenta de la APV, Mar Chao, "desbloquea una situación jurídica de partida muy compleja en La Marina. Este proyecto común va a revertir en beneficio de todos los ciudadanos".
Espacios náutico-deportivos
La Autoridad Portuaria de Valencia ha otorgado a las empresas Serveis Maritims Port Eivissa, S.L y Ocibar, S.A., la gestión de los espacio náutico-deportivos y recreativos de La Marina. Este concesionario, que realizará una inversión de 84,8 millones de euros, se encargará de la adecuación y explotación de las instalaciones por un periodo de 35 años, ampliables con hasta un máximo de dos prórrogas sucesivas de 8 y 7 años, respectivamente.
Los bienes de dominio público objeto de la concesión adjudicada a Serveis Maritims Port Eivissa, S.L y Ocibar, S.A. incluyen una superficie de tierra de 236.894 metros cuadrados y una superficie de lámina de agua (tras la ejecución de las obras) de 283.056 metros cuadrados.
La propuesta de Serveis Maritims Port Eivissa, S.L y Ocibar, S.A. incluye una reordenación de los amarres para mejorar la productividad y que permita aumentar la presencia de embarcaciones tanto de gran eslora como de pequeña y mediana eslora.
El proyecto contempla 370 amarres en la dársena interior (de 12 metros hasta 130 metros de eslora); 74 amarres en la dársena norte (de 24 metros a 115 metros de eslora); y 227 amarres en la dársena sur (desde 6 metros hasta 40 metros de eslora).
El varadero contemplado en el proyecto tendrá capacidad para trabajar con embarcaciones desde los 10-15 metros hasta los 60 metros de eslora. Además, dispondrá de una marina seca capaz de albergar 228 barcos de hasta 8 metros.
Para la parte de tierra se contemplan instalaciones y espacios dedicados a la formación náutica, investigación, comerciales y de restauración y ocio.
La base de Iberdrola
El Consejo también ha otorgado la concesión administrativa de ocupación de bienes de dominio público portuario de la antigua base de Iberdrola para la Copa América de Vela con destino a la ubicación de un centro empresarial de tecnología e innovación a favor de Smart Visual Data S.L. La concesión tendrá un plazo de 20 años en los términos y con sujeción al Pliego de Condiciones que regirá la concesión.
La empresa invertirá 2,9 millones de euros en la rehabilitación y explotación de los dos edificios, conocidos como las antiguas bases de Iberdrola, para convertirlos en centro empresarial de tecnología e innovación.
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