La deuda de la Generalitat Valenciana al cierre del ejercicio 2023 se situó en 57.993 millones de euros, un 5,38 % más que el año anterior, según dio a conocer ayer el Banco de España. En términos absolutos, el aumento neto de la deuda en 2023 fue de 2.960 millones de euros en la Comunidad Valenciana.
La mayor parte de ese incremento responde a los 3.104 millones que hubo que solicitar al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) para financiar los 3.860 millones de déficit en los que incurrió el anterior Consell en 2022, su último ejercicio completo al frente de la Generalitat.
En concreto, de esos 3.104 millones en disposiciones del FLA, 2.618 millones fueron directamente a financiar el exceso de déficit en los que se incurrió durante el año 2022. A ello se suman los 395 millones que se destinaron a la financiación del objetivo de déficit de referencia para 2023, fijado en el 0,3 % del Producto Interior Bruto (PIB).
"Irresponsabilidad" de Puig
“Los datos demuestran que los ciudadanos de la Comunidad Valenciana van a pagar la irresponsabilidad del anterior Consell en forma de intereses para hacer frente al incremento desbocado de la deuda, especialmente marcado en sus últimos meses en la Generalitat”, ha manifestado la consellera de Hacienda y portavoz del Gobierno valenciano, Ruth Merino.
Los socios del Botànic no solo no pusieron fin a la espiral de gasto en la que estaban instalados, sino que la incrementaronRuth Merino
Merino ha destacado que, a pesar de que los tipos de interés comenzaron a subir en verano de 2022, y sin tener en cuenta el impacto que ello tendría en el coste de la nueva deuda contraída por el Consell para financiar el exceso de déficit, “los socios del Botànic no solo no pusieron fin a la espiral de gasto en la que estaban instalados, sino que la incrementaron”.
En ese sentido, la consellera de Hacienda ha recordado que, durante las dos legislaturas del mandato de Ximo Puig, la deuda de la Generalitat se incrementó un 42,8 %, equivalente a 17.182 millones de euros. Gran parte de esa deuda se destinó a financiar mediante disposiciones del FLA los excesos de déficit acumulados desde 2016.
Incremento de los intereses
“El problema es que los valencianos vamos a tener que pagar un interés mucho más alto por los 2.960 euros más de deuda que nos hemos encontrado en 2023. Ello significa que los 870 millones de euros que la Generalitat podría destinar a políticas sociales o inversiones productivas se van a ir en el pago de intereses este año”, ha explicado la consellera.
El Presupuesto de la Generalitat para 2024 refleja un incremento del 112% en los intereses de la deuda de la Generalitat hasta los mencionados 870 millones de euros. La inmensa mayoría del aumento previsto de la deuda de 2024 también se destinará a disposiciones del FLA para financiar el exceso de déficit de 2023, año de ejecución del último presupuesto del anterior Consell.
En concreto, aproximadamente 3.000 de los 3.358 millones de euros del total de déficit de 2023 exceden el 0,3 % fijado como límite de referencia para las comunidades autónomas. “Desafortunadamente, la inercia de gasto del anterior Consell aún ha elevado el déficit por encima de 3.300 millones en 2023, lo que contribuirá a aumentar la deuda de la Generalitat de forma significativa también este año”, ha concretado Ruth Merino.
Infrafinanciación
Por otra parte, la consellera de Hacienda ha recordado que una parte importante de los 57.993 millones de deuda de la Generalitat tiene su origen en la infrafinanciación acumulada por la insuficiente llegada de recursos del sistema de financiación autonómica.
En concreto, según el informe de los expertos de la Comisión Mixta Consell-Corts para el Fondo Transitorio de Nivelación y la Deuda, el 78% de los 55.033 millones de deuda de la Generalitat a cierre de 2022 derivaban de esa infrafinanciación y de la carga financiera de la deuda contraída para hacerle frente.
Pero hay una “inmensa” parte de la deuda total de la Generalitat, en concreto 11.755 millones de euros, que según la titular de Hacienda “se ha generado en buena medida por una gestión negligente y una utilización irresponsable de los recursos públicos por parte del Gobierno anterior, que ha minusvalorado las consecuencias de gastar alegremente”.
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