Comunidad Valenciana

Puig se resiste a dejar cargos pero su ausencia de las Cortes apunta a la renuncia del escaño

El líder del PSPV defiende su "legitimidad" para seguir en sus actuales desempeños. El grupo parlamentario sufre su escaño vacío porque le da toda la ventaja al PP

Ximo Puig, en una imagen de archivo Europa Press

Ximo Puig mantiene sus cargos y quiere seguir guiando a los socialistas valencianos hasta el congreso previsto para otoño de 2024 pese a que Pedro Sánchez le haya dado la espalda en la configuración de su nuevo gabinete.

Ese deseo choca con el malestar creciente por sus ausencias repetidas en las Cortes Valencianas y hay voces internas en el PSPV que apuntan a una renuncia a medio plazo de su escaño en la Cámara autonómica.

El expresidente autonómico valenciano guardó 24 horas de silencio tras no ser nombrado ministro de Política Territorial por Sánchez y ayer salió de su aislamiento para hacer unas declaraciones a la cadena SER en las que no renuncia a ninguno de sus cargos (secretario general del PSPV, senador territorial y presidente del grupo parlamentario socialista en la Cámara autonómica) pese a la nueva desautorización del secretario general del PSOE.

Más 'prescindible' en las Cortes

Eso sí, Puig aseguraba que en las Cortes Valencianas su papel no es tan trascendental como en los otros dos desempeños: "Mi papel ahí es más bien de moderación y de institucionalidad, que es algo que me corresponde", afirmaba.

Esa puerta abierta a reconsiderar su papel en el Parlamento autonómico es la única que dejó entreabierta Ximo Puig. Estas palabras han acrecentado las voces internas –en el grupo parlamentario y en el partido– que, según ha podido confirmar Vozpópuli, demandan que el expresidente autonómico deje su acta de diputado autonómico.

Consideran los cargos públicos consultados por este medio que Puig "está facilitando la labor de Mazón" en las sesiones de control al no acudir a los plenos.

Resta autoridad a los portavoces

Entienden que "resta autoridad a los portavoces del grupo" porque Mazón siempre se refiere a las ausencias de Puig y el papel de Rebeca Torró, Arcadi España y María José Salvador queda a la sombra de su jefe ausente.

Nadie se atreve a vaticinar qué quiere hacer Puig con su acta de diputado pero empieza a ser algo más que un runrún el deseo de que renuncie y con ello se marque el nuevo rumbo que el PSPV tiene que tomar como oposición en las Cortes Valencianas.

Lo que Puig da por hecho es que sí seguirá en el Senado y también asegura que "como secretario general, me corresponde liderar el partido socialista hasta que haya un congreso y se decida el futuro, pero con plena fortaleza vigencia y legitimidad".

Otra jornada en Madrid

Puig acudió ayer de nuevo a Madrid para asistir a la toma de posesión de Pilar Alegría y de Diana Morant como ministras del Gobierno y niega haber sufrido un revés al no ser nombrado porque "eran especulaciones". A continuación se trasladó al pleno del Senado.

Hacer de guía del futuro del PSPV (sin descartarse a sí mismo) es algo que Puig mantiene desde su derrota del pasado 28-M y afirma que su partido "resolverá como siempre democráticamente" el tema orgánico.

El todavía líder de los socialistas valencianos no se atreve a señalar a Diana Morant como su sucesora porque "en política no se pueden hacer predicciones".

El expresidente de la Generalitat mantiene desde su derrota en las urnas que "nunca voy a ser un obstáculo, si aporto estaré y si no, pues no estaré", aunque las fuentes consultadas por Vozpópuli en el PSPV piensan que el tiempo de Ximo Puig "ya ha pasado".

Bielsa y Soler, a la suya

El portavoz socialista de la Diputación de Valencia, Carlos Fernandez Bielsa, 'desautorizó' ayer a su jefe de filas (una vez más) al impulsar una iniciativa en la que pedía al Gobierno de Pedro Sánchez que dé luz verde ya a la ampliación norte del Puerto de Valencia, mientras que el grupo que preside Puig en las Cortes se abstuvo ante esta misma iniciativa hace unas semanas.

Esa falta de capitán y de rumbo preocupa también al secretario provincial del PSPV de Alicante, Alejandro Soler, quien ya intentó tras la derrota electoral en las autonómicas que Puig dejara el puesto y diera vía libre a una regeneración del partido, aunque sin éxito.

Soler también estuvo ayer en Madrid con Pilar Alegría, junto al expresidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, Rubén Alfaro, y sigue reforzando, según ha podido saber este medio, su relación con el secretario general del PSOE, Santos Cerdán.

Anclado en el 28-M

Puig permanece anclado en el trabajo que realizó al frente de la Generalitat como se puede ver en una de las redes sociales del expresidente.

Y con él se mantiene firme en la defensa de su legado la portavoz en las Cortes y exconsellera, Rebeca Torró, que es la encargada de hacer frente al PP en el duro momento de la transición del PSPV desde el Gobierno hasta los escaños de la oposición.

Torró –al igual que la portavoz en el Ayuntamiento de Valencia, Sandra Gómez– asegura que Puig "es el primer aval que tenemos dentro del PSPV" y defiende sus ausencias en los plenos porque "es el secretario general y su estrategia no pasa sólo por las Cortes Valencianas".

Eso sí, tampoco se define sobre si necesariamente Puig debe presentarse a la reelección porque "todo tiene sus tiempos, las cuestiones orgánicas dentro del PSOE vendrán cuando tengan que venir".

Lo que es evidente es que quienes quisieron acelerar la salida de Puig tras el fiasco del 28-M hoy lo piden con más fuerza y entre las filas de los seguidores del secretario general del PSPV empiezan a asomar las primeras grietas y dudas.

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