La iniciativa del presidente valenciano, Ximo Puig, y sus socios de Gobierno para rebajar el listón electoral del 5% al 3% no saldrá finalmente adelante. Los partidos que concurran a las elecciones autonómicas del próximo 28 de mayo ya saben que si no superan ese umbral del 5% no podrán formar parte de las Cortes Valencianas.
La falta de apoyos parlamentarios va a provocar que naufrague esta pretensión del bloque de izquierdas que hubiera favorecido los intereses, fundamentalmente, de Podemos. La legislatura ha dado muchos bandazos en este asunto y si Puig y sus socios (Compromís y Podemos) hubieran apretado el acelerador hacia la mitad del mandato quizás hubiera tenido más opciones de fructificar y, sobre todo, habría quedado como un intento válido de cara a sus votantes.
El problema que ha surgido ahora es la premura de tiempo y los intereses electoralistas a menos ya de tres meses para la cita con las urnas. Ciudadanos, con la llegada de Mamen Peris a la portavocía del grupo en sustitución de Ruth Merino –que se enroló en el PP– ha sido el socio necesario para desempolvar esta opción de bajar la barrera establecida al 3%.
Intentos sin convencimiento
Peris ha puesto todo su empeño, y sigue haciéndolo en los últimos días aunque cada vez con menos ímpetu, para que esa modificación de la Ley Electoral Valenciana saliera adelante. Su acuerdo con Puig incluía una doble vertiente. Por un lado, que Ciudadanos presentara lista autonómica para detraer votos al PP y ese requisito se ha cumplido. Es más, Mamen Peris también ha impulsado listas locales que no estaban muy decididas como en el caso de su feudo, Alboraya.
La segunda de las condiciones es que se pudieran reunir los 66 diputados necesarios para sacar adelante la reforma. Los 52 que reúnen PSPV, Compromís y Podemos están garantizados y hacían falta los 13 de Ciudadanos y 1 de los 6 del grupo de no adscritos. Pues bien, pasadas las semanas de negociación las 'fugas' en la formación naranja son cada vez mayores y han dado al traste con la operación.
En concreto, según ha podido saber Vozpópuli son hasta 3 los diputados y diputadas de Ciudadanos que, llegado el caso, no apoyarían con sus votos la rebaja del listón electoral. Mamen Peris garantizaba la unidad del grupo parlamentario pero en realidad nunca la hubo. Por ello, Ciudadanos ha descartado presentar en solitario una iniciativa parlamentaria para abordar esta rebaja.
Los no adscritos dan la espalda
La salida política a medio plazo de esos 3 diputados se encamina hacia el Partido Popular que preside Carlos Mazón. Con esas 'bajas', la reforma se quedaría en apenas 63 votos a favor y necesitaría 3 diputados no adscritos para que saliera adelante. Y eso es inviable, ya que ninguno de los 6 diputados que forman ese grupo –constituido por 5 exparlamentarios de Ciudadanos y una ex de Vox– votarían sí a la rebaja. De hecho, hay 2 que también están virando para poder sumarse al proyecto del PP que apunta ser el más votado el próximo 28 de mayo.
Las conversaciones entre populares y diputados y exdiputados de Ciudadanos han sido más 'fructíferas' que las que han ensayado desde PSPV, Compromís y Podemos. Incluso, han contado con ayuda del que fuera secretario de Organización de Ciudadanos, Emilio Argüeso, hoy senador territorial no adscrito tras su expulsión del partido. Tal y como avanzó Valencia Plaza este senador mantuvo una conversación con los seis diputados no adscritos en la cafetería de las Cortes recientemente.
Argüeso es desde hace tiempo un puente entre aquellos cargos públicos de Ciudadanos que quieren abandonar la formación naranja y el PP, lo que revela que la operación en algunos casos puede estar muy avanzada.
Puig, en segundo plano
Ximo Puig, mientras, no ha querido salir en primera persona con este asunto porque exigía previamente tener los apoyos garantizados. Al no tenerlos, lo más probable es que esta iniciativa no se presente en el último pleno de la legislatura previsto para el próximo 30 de marzo. Hay voces entre los tres partidos de Gobierno que animan a llevar a votación este asunto para contentar a su 'parroquia' y demostrar que se ha intentado.
Parece, sin embargo, que son más los que opinan que ir a votación y perderla daría una imagen potente al PP y de fracaso al bloque de izquierda a apenas dos meses de acudir a las urnas. Es muy probable que esa rebaja del listón electoral al 3% ni siquiera se presente formalmente y los intentos para abordarla quedarían para la próxima legislatura. Con un PP reforzado (contrario a la rebaja del listón) y Vox algo más fuerte, según las encuestas, llegar a los 66 diputados será una tarea irrealizable.
Solo queda pues que cada diputado se busque la vida por su cuenta tal y como la propia Mamen Peris ha hecho al solicitar a Ximo Puig la contraprestación de ir al Consejo Jurídico Consultivo o al Consell de Transparencia porque la supervivencia colectiva en Ciudadanos no parece viable a tenor de las encuestas que le dan unos apoyos de cerca del 3% y menguando.
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