El alcalde en funciones de Valencia, Joan Ribó, ha hecho un llamamiento en los últimos días desde su cuenta personal de Twitter para acudir a la manifestación contra la ampliación norte del Puerto de la ciudad.
La posición de Ribó como alcalde siempre ha sido contraria a la finalización de esta infraestructura por motivos medioambientales –al entender que tendría afección en las playas del sur de la ciudad y en el parque natural de la Albufera–, pero extender el conflicto a la calle es algo que ha nacido desde su nueva coyuntura como alcalde en funciones.
Llama la atención que la movilización que se ha impulsado desde una veintena de colectivos de la ciudad (algunos de ellos muy vinculados a Compromís y a Podemos) se celebrará el próximo día 16 de junio a las 18 horas en el paseo de la Alameda de la capital del Turia.
A menos de 24 horas de que Catalá sea alcaldesa
Esta fecha es la víspera del día en el que Joan Ribó tiene previsto ceder la vara de mando que pasará a manos de la presidenta local del PP y ganadora de las elecciones del pasado 28 de mayo, María José Catalá. Es el día señalado para la constitución de todos los ayuntamientos del país.
El origen de la convocatoria parte de la Comissió Ciutat-Port (entidad vinculada a Compromís y a Podemos). El abogado y una de las principales caras visibles de esta asociación es Antonio Montiel, el que fuera portavoz de Podemos en las Cortes en la legislatura que comenzó en 2015. Además, fue también el impulsor del acto que Yolanda Díaz celebró en Valencia en la pasada campaña electoral y en el que recorrió las playas del sur de la ciudad y la Albufera.
Sindicatos, ecologistas y vecinos
En ese acto, en el que Joan Ribó y la candidata de Podemos, Pilar Lima, rivalizaban por llevarse las 'atenciones' de la líder de Sumar, ya pudieron comentar la manifestación del próximo día 16 que se convocó fechas antes de las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo.
Sindicatos, ecologistas y entidades vecinales como la del barrio de Nazaret acudirán a esta manifestación, donde Ribó también quiere estar, y en la que también tomarán parte algunas caras conocidas de la ciudad como el presentador Arturo Valls o el escritor Rafa Lahuerta.
Responsabilidad del PSOE
La paradoja es que la petición de movilización de Ribó irá dirigida directamente con el PSOE. Primero porque los socialistas valencianos han aprobado esa ampliación norte en el Consejo de la Autoridad portuaria de Valencia y, en segundo término, porque el Gobierno de España sigue liderado por Pedro Sánchez.
La ampliación norte del Puerto de la ciudad no se ha aprobado en el Consejo de Ministros por el bloqueo que ha ejercido Yolanda Díaz frente a los ministros del PSOE que sí deseaban dar luz verde. El proyecto, ante esa coyuntura, se aparcó por parte del Gobierno hasta después de las elecciones del 28-M.
La posterior e inmediata convocatoria de elecciones generales hace que el destinatario del descontento de la veintena de colectivos que impulsan la manifestación siga teniendo aún como responsable a Pedro Sánchez que es quien tiene las competencias de avanzar en esta infraestructura.
Presión al PP
Pese ello, resulta curioso que la manifestación en la calle llegue en forma de comité de bienvenida a la que será nueva alcaldesa de la ciudad. Esa presión, que hasta la fecha se ha ejercido a través de los tribunales y en acciones de difusión comunicativa, adquiere ahora un carácter de protesta callejera cuando es el PP quien estará al frente del Ayuntamiento de Valencia, de la Generalitat y, tiene opciones de estarlo también al frente del Gobierno de España.
Algunos de los convocantes reconocen públicamente que "con el PP lo tendremos más difícil" y aunque entienden que esta reivindicación "no varía en función de quien gobierna", la realidad es que es el PP el que tendrá que lidiar, a partir de ahora, desde las instituciones con la parte más agria de las quejas.
Puig tuvo calma en las calles
Las calles han estado bastante apaciguadas durante los dos mandatos del Gobierno de Ximo Puig y sus socios de Gobierno (Compromís y Podemos). Las manifestaciones más multitudinarias en la capital del Turia en estos 8 años han sido las tradicionales de la festividad del 9 d'Octubre, la reivindicación de la reinstauración del Derecho Civil Valenciano, o las de carácter feminista de cada 8 de mayo (cuando la pandemia de coronavirus lo permitió).
En las mencionadas anteriormente no había un destinatario político claro porque engloba a toda la sociedad. Tampoco en la que congregó a 20.000 personas para protestar por la gestión de Peter Lim al frente del Valencia Club de Fútbol, o en la que reclamaba el final de la guerra de Ucrania.
Sí ha tenido un claro objetivo en el actual Gobierno de España la que protagonizaron los agricultores, como consecuencia de la desesperada situación del campo valenciano, o las realizadas contra Ximo Puig por las malas condiciones de las plantillas de la sanidad pública en la Comunidad Valenciana.
Han sido dos gotas en ocho años de un océano de cierta calma para Ximo Puig y Joan Ribó pese a la elevada conflictividad laboral, la subida de precios, los desencuentros educativos, el crecimiento de la inseguridad, los problemas de movilidad urbana y la falta de limpieza.
Ahora, el día 16, y con Ribó alentando la protesta, María José Catalá se encontrará con una reivindicación que –arranca años atrás– pero que se hace con carácter de presión preventiva callejera para quien 24 horas después se sentará por primera vez en el despacho de Alcaldía.
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