Comunidad Valenciana

El señor de la guerra que traficaba con armas en Alicante es un legionario francés con experiencia militar

Un legionario francés era el artesano que suministraba armas a las organizaciones criminales en España

Un legionario francés con experiencia militar. Ese es el perfil del señor de la guerra de Villajoyosa (Alicante) que ha sido detenido por la Guardia Civil. Un hombre sin escrúpulos que tenía un taller clandestino donde fabricaba como un alquimista armas al mejor postor. La Jefatura de Información del Cuerpo ahora investiga las cuentas de este individuo para saber quiénes eran sus clientes, según informan fuentes de la investigación a Vozpópuli.

El taller clandestino de este señor de la guerra estaba instalado en un piso normal y corriente del centro de Villajoyosa. Una vivienda que podría ser la de cualquier persona salvo por un pequeño detalle. En el alto de un armario empotrado había un auténtico arsenal de armas modificadas.

El perfil del legionario

Así, el inquilino de este inmueble era un legionario de Francia de 48 años de nacionalidad española. Nacido en nuestro país había decidido probar suerte en el extranjero. Tenía experiencia militar y la había aprovechado para crear un taller clandestino de armas.

Sus principales clientes eran organizaciones criminales que buscaban cometer sus actos delictivos con herramientas lejos del tráfico legal. Cobraba una cantidad importante por cada uno de sus artilugios que fabricada con sumo cuidado.

Un cuidado que precisamente no tenía para acumular también explosivos en esta casa con el consiguiente peligro que conllevaba para sus vecinos. Entre sus servicios se encontraba la fabricación casera de los mismos. Tenía más de 500 gramos de pólvora artesanal y casi cuatro kilos de precursores y sustancias químicas.

Armas de guerra

Una de las armas que fue incautada llamó la atención de forma especial a la Jefatura de Información de la Guardia Civil. Un subfusil MAC 11, manipulado para disparar munición del calibre 9 mm corto. Destaca por su especial peligrosidad ya que tiene una gran capacidad para efectuar fuego automático (ametrallador). Está catalogada legalmente como arma de guerra, por lo que su tenencia está prohibida a particulares.

Los agentes también incautaron en su domicilio más de 1.200 vainas y proyectiles, prensa de recarga de cartuchería y otros accesorios, así como cerca de 300 cartuchos ya terminados y listos para ser usados. El arsenal era de tal envergadura que tuvieron que actuar los Técnicos en Desactivación de Explosivos (TEDAX) de la Guardia Civil, que se hicieron cargo de las mismas para su destrucción.

Las armas fabricadas por impresoras 3D incautadas por la Guardia Civil
Las armas fabricadas por impresoras 3D incautadas por la Guardia Civil

El legionario tenía un total de 11 armas detonadoras ya manipuladas para efectuar fuego real, varias de ellas municionadas y listas para ser disparadas. Además, localizaron 10 armas detonadoras en proceso de conversión en armas de fuego reales para lo cual les habían manipulado sus cañones. 

La Jefatura de Información de la Guardia Civil puso el foco en este militar en mayo de este año. Los investigadores tuvieron conocimiento, a través del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), de una transacción sospechosa de precursores de explosivos. 

El rastro del legionario

Casi medio años de diligencias han permitido neutralizar a este peligroso fabricante de armas en el marco de la 'Operación Intrepitus'. Contó con el apoyo del Grupo de Información, el GEDEX y la USECIC de la Comandancia de Alicante, y el Servicio Cinológico (perros detectores de armas y explosivos). Sin embargo, las diligencias no han llegado a su fin.

El nuevo objetivo de los agentes es analizar la documentación recogida en el domicilio de Villajoyosa. Las diligencias tienen el fin de localizar e identificar a los compradores de estas armas. Desde mafias de la Costa del Sol, ladrones hasta bandas latinas utilizan este tipo de arma. Los lotes del legionario se promocionaban entre un grupo escaso y hermético de delincuentes.

En lo que va de año, son ya cinco las operaciones desarrolladas por la Jefatura de Información de la Guardia Civil contra la fabricación ilegal de mezclas explosivas a base de precursores. Una prácticas que se ha vuelto común entre las organizaciones criminales que buscan este tipo de armas para cometer sus crímenes y no dejar rastro. El rastro del legionario podría ayuda a resolver asesinatos que aún no tienen respuesta.

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