La sequía no da tregua en la Comunidad Valenciana y sus efectos ya son claros en la producción agrícola de las tres provincias, muy castigadas en los últimos años. Las pérdidas ya superan ampliamente los 200 millones de euros entre cosechas arruinadas, escaso crecimiento de las plantas y costes adicionales para captación de agua y lucha contra las plagas.
El último informe del año agrícola publicado por la Conselleria de Agricultura, que ahora encabeza Miguel Barrachina, asegura que ya son 118,8 los millones de euros por el daño en las cosechas. La provincia de Valencia registra las mayores pérdidas económicas con 49,6 millones de euros (41,8% del total), le sigue Alicante con unos 38,4 millones de euros (32,3%) y Castellón donde se estiman las pérdidas en 30,8 millones de euros (25,9%).
Más costes
Esta solo es la punta del iceberg, ya que como han señalado a Vozpópuli desde asociaciones agrarias como AVA, las pérdidas por otros conceptos elevarían esa factura hasta los 250 millones de euros.
Citan así que los agricultores que dependen del riego enfrentan gastos adicionales en costes de la electricidad para regar sus tierras; los ganaderos del interior se ven obligados a afrontar costes excesivos para abastecer de agua a sus animales; mientras que los agricultores de cultivos de regadío tienen que hacer un uso más habitual de los sistemas de riego.
Todo ello se valora en 97 millones de euros que el informe de la Generalitat también cita, aunque no detalla. Unos gastos que también está sufriendo el sector apícola, en concreto de 3 millones en cuanto a pérdidas por la disminución de la producción debido a la sequía y la caída del 15% en los precios de la miel en origen.
Olivar y uva, los peores
La falta de lluvias prolongadas y los episodios de lluvias torrenciales que provocan el arrastre de suelo son una combinación letal que está transformando el paisaje de amplias zonas de la Comunidad Valenciana.
Las cosechas más afectadas son las de cultivos leñosos con 108,9 millones de euros de pérdidas (un 39,9% en Valencia, un 33,5% en Alicante y el 26,5% restante en Castellón) siendo los más afectados el olivar para aceite (56,1 millones de euros), la uva de vinificación (18,7 millones de euros), el almendro (15,0 millones de euros), y el cerezo (5,5 millones de euros).
Estas cuatro producciones acumulan el 87,6% de las pérdidas económicas estimadas por el Gobierno valenciano, aunque también se han registrado en las de albaricoque, níspero, algarrobo, higuera, frutales y en las de trufa.
Los cultivos herbáceos acumulan pérdidas por valor de 9,9 millones de euros siendo los cereales el grupo más afectado y la cebada el cultivo más malogrado, aunque también han resultado afectados los cultivos industriales (girasol y especies aromáticas) y forrajeros (veza y alfalfa de secano principalmente).
En alerta roja
Ahora mismo, hay ocho grandes áreas territoriales en la Comunidad Valenciana que padecen una sequía pertinaz y que se extiende entre cuatro y diez meses. El informe de la Conselleria de Agricultura recoge este dato hasta junio, pero hay que sumar los de julio y agosto en los que esa sequía se ha agravado.
Cuatro de esas zonas amenazadas por la falta continua de agua se encuentran en la provincia de Alicante. Las comarcas de la Marina Baja, l'Alacantí y el área de influencia del río Vinalopó, así como la del río Serpis llevan cuatro meses de sequía prolongada. En el caso de la comarca de la Marina Alta esa sequía se alarga ya siete meses.
En la provincia de Valencia también lleva cuatro meses bajo los efectos de la falta de lluvias la zona de influencia del tramo bajo del río Júcar, mientras que en la zona de Sagunto y los valles que también afecta a parte de la provincia de Castellón en el área de influencia de río Palancia, esa sequía se eleva hasta los diez meses.
En Castellón hay otra zona donde son también ya diez los meses en los que la sequía hace estragos como es el caso de la comarca de la Plana de Castellón y casi toda el área de influencia del río Mijares. Mientras, una segunda unidad territorial de esta provincia acumula cuatro meses de sequía extrema y es la más septentrional con la comarca del Maestrazgo y el área de influencia del río Sénia como protagonistas.
Los agricultores castellonenses han reclamado a la Confederación Hidrográfica del Júcar que incremente la capacidad del pantano de Arenós para que pueda incrementar su actual capacidad de almacenamiento que en la actualidad sólo puede alcanzar el 65%.
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