Comunidad Valenciana

Al menos cuatro muertos y 14 desaparecidos en el incendio de Valencia

El barrio de Campanar ha vivido el peor incendio de la historia de la ciudad que devora dos edificios de 14 y 10 plantas en apenas una hora y media

El fuego, el fuerte viento de poniente y el poliuretano (aunque la policía científica trata de averiguar si fue otro material) fueron tres elementos que convirtieron este jueves en una trampa mortal dos edificios del barrio de Campanar de Valencia, que fueron totalmente devorados por las llamas y que provocaron la muerte de, al menos, cuatro personas y habría 14 desaparecidos, según el último balance de la mañana de este viernes. La primera información oficial cifraba en 14 el número de heridos por este incendio por fracturas, inhalación de humo y quemaduras y, horas después, se ha conocido que no se teme por la vida de ninguno de los que permanecen hospitalizados.

Los servicios médicos de Emergencia asistían inicialmente a 14 personas (6 de ellos bomberos que participaban en las tareas de extinción). Un total de 9 de los atendidos son hombres, de entre 25 y 57 años; 4 son mujeres, de entre 27 y 81 años; y un menor de 7 años. A excepción de dos mujeres que fueron dadas de alta 'in situ', el resto fueron sido trasladados a diferentes centros hospitalarios de la capital.

Posteriormente se pudo comprobar que no todos los vecinos tuvieron tiempo de abandonar sus casas y, al menos, 4 personas han perdido la vida atrapadas por el fuego en sus inmuebles. Algunas murieron en los balcones desde donde trataban de pedir ayuda y otras en el interior de sus casas.

Los drones de los bomberos localizaron esos cuerpos que el servicio de Emergencias de la Generalitat confirmaba pasadas las doce de la noche.

A la espera de poder entrar

La cifra de víctimas es provisional porque hasta que los bomberos no puedan entrar al interior del edificio no se podrán inspeccionar minuciosamente las 138 viviendas. Fuentes oficiales sitúan en otras 15 el número de personas desaparecidas que podrían no haber sobrevivido. Ante la magnitud de la tragedia el Ayuntamiento de Valencia decretará hoy tres días de luto, mientras que se suspenden todas las agendas oficiales.

Todo comenzó en pleno corazón del barrio de Campanar. Eran las 17,20 horas de ayer cuando comenzaba un incendio en un edificio de 14 plantas de la avenida Maestro Rodrigo en el cruce con la calle Poeta Rafael Albertí. El fuego se inició por causas desconocidas en la octava planta del edificio y se propagó con un rapidez inusitada por toda la fachada del inmueble.

El incendio en Valencia con viento de poniente

En esos momentos soplaba un viento de poniente sostenido de unos 20 kilómetros por hora pero con ráfagas de 60 kilómetros que ayudaron a propagar las llamas. En el revestimiento de la fachada se escondía el segundo elemento que a la postre provocó que el edificio fuera devorado en apenas media hora: el poliuretano.

Este material no es inflamable pero sí combustible y cuando cedió la primera capa de la fachada, de placas de aluminio, el poliuretano ayudó a que el fuego se extendiera por todas las plantas del edificio donde había 138 viviendas.

Ahora bien, la policía científica trata de esclarecer si fue otro material con menos resistencia al fuego el que se colocó finalmente en el proceso constructivo.

En pleno 'boom' inmobiliario

La construcción de este edificio, en pleno 'boom' inmobiliario, comenzó en 2005. Su promotora, la empresa catalana Fbex, entró en quiebra en 2010 y los bancos se quedaron los inmuebles que quedaron por vender. Era una promoción de lujo con viviendas con un precio que rondaba los 300.000 euros.

El poliuretano, según las fuentes del Colegio de Arquitectos consultadas por Vozpópuli, no es muy habitual en los edificios de la ciudad y menos con la nueva normativa mucho más estricta en cuanto a los materiales que se utilizan en la construcción.

Las llamas devoran dos edificios en el barrio de Campanar de Valencia EP

También la zona de Valencia donde se desarrolló el fuego, con edificios en espacios muy amplios y abiertos, favoreció la entrada de fuertes ráfagas de viento de poniente.

El segundo edificio

La rapidez de la propagación del incendio apenas dio tiempo a los vecinos del primer edificio a evacuar sus viviendas y tampoco a los del edificio colindante que miraban desde sus balcones el incendio. Antes de poder reaccionar se vieron también envueltos en llamas.

Los dos edificios fueron devorados por el fuego en apenas una hora y media. Los bomberos tuvieron que hacer un dispositivo de protección a un hombre y a una mujer que se quedaron aislados en el penúltimo piso del segundo edificio.

Después de una hora de refrescar la zona, puesto que tenían llamas en el piso superior y en el inferior, los bomberos consiguieron romper la barandilla y pudieron rescatarlos aunque sufrieron quemaduras en las manos y en algunas otras partes del cuerpo. Fueron de los más afortunados.

Los bomberos seguían refrescando los dos edificios ya entrada la madrugada porque, según explicaban, el incendio continuaba activo. Las tareas se centran en la fachada para posteriormente intentar apagar las llamas en el interior del inmueble para poder acceder a él, algo que se podría producir en las primeras horas de la mañana.

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