La posibilidad de que Tesla construya la gigafactoría de vehículos eléctricos y baterías en Valencia sigue abierta. Ese es el mejor titular que se puede extraer de la situación actual, después de que una inoportuna filtración de este proyecto en plena negociación el pasado mes de junio diera por interrumpido el canal de comunicación entre la Administración autonómica liderada por Ximo Puig y la compañía estadounidense de Elon Musk.
Las fuentes consultadas por Vozpópuli en el Gobierno valenciano que preside Carlos Mazón reconocen que ese canal está de nuevo abierto y que Valencia tiene sus opciones de albergar la megaplanta, si no intactas, al menos en condiciones de pelearlas con ciertas garantías.
Interlocutores claros
El final del inagotable ciclo político que España ha vivido a nivel nacional, autonómico y municipal ha dado paso a una etapa en la que los interlocutores son más claros. El nuevo Gobierno de España está aún lejos de conformarse pero también es cierto que fue la pieza menos influyente para atraer la atención de Tesla.
Este medio informó del deseo de Pedro Sánchez de reunirse con Elon Musk antes de las elecciones del pasado domingo como habían conseguido el presidente francés, Emmanuel Macron, y homóloga italiana Giorgia Meloni semanas antes.
Ese encuentro no se produjo finalmente y ahora es difícil de calibrar si Sánchez querrá contribuir activamente a amarrar una inversión en tierras valencianas donde el inquilino del Palau de la Generalitat es Carlos Mazón, muy crítico con todas las políticas del presidente.
Tesla, un gigante económico
A nivel de la Administración autonómica la interlocución se ha reactivado y ese canal con Tesla permanece abierto. Para entender el potencial económico de Tesla hay que destacar que su capitalización es un equivalente al 25% del Producto Interior Bruto (PIB) de España.
Carlos Mazón está al tanto de esas conversaciones y hay un equipo de personas de la Administración que lideraba Ximo Puig que aún siguen trabajando para hacer un "correcto traspaso de poderes" al actual Gobierno valenciano sobre ésta y otras cuestiones.
La instalación de la gigafactoría en Cheste –que llevaría aparejado un desembolso económico cercano a los 5.000 millones de euros tomando como patrón la fábrica de Tesla en Berlín– exige que el cambio de signo político en la Generalitat no provoque alteraciones que puedan perjudicar ese canal de diálogo con Tesla.
Referente de la nueva movilidad eléctrica
Valencia aspira a convertirse en un polo de atracción para grandes inversores del sector automovilístico y Mazón quiere apurar las posibilidades antes de que Tesla anuncie a finales de año dónde instalará su segunda gigafactoría en Europa.
Tesla sería un complemento ideal para este mercado porque Volkswagen ya ha apostado por Sagunto para instalar su gigafactoría de baterías, mientras que Ford (con bastante retraso) también tiene en Almussafes su punto neurálgico para la fabricación de vehículos eléctricos.
Si todo cuajara, así como la llegada de otros interesados en sumarse a este polo automovilístico como Toyota –que ya usa los puertos valencianos para importar sus vehículos fabricados en Japón–, Valencia se podría convertir en un centro de referencia mundial de la nueva movilidad eléctrica.
Infraestructuras y enclave geoestratégico
La provincia de Valencia tiene a su favor la situación geoestratégica y los puertos de Valencia y Sagunto (especialmente bien conectados con todo el Mediterráneo y multitud de destinos a nivel mundial) que llevan aparejadas interconexiones ferroviarias nacionales rápidas con Madrid, Cataluña, Aragón, Navarra y País Vasco.
En su contra juegan competidores fuertes como Francia, aunque parece que Tesla estaría interesado en otro tipo de instalaciones en suelo francés. Por su parte, Italia tiene como objetivo que la empresa estadounidense invierta en el país transalpino para crear un hub tecnológico centrado en la inteligencia artificial. Hasta Hungría se ha sumado a los aspirantes en las últimas jornadas.
Otros dos países parecen en mejor disposición que los dos anteriores, Portugal y Polonia. En contra del segundo pesa el hecho de que Tesla querría más un territorio del sur de Europa, aunque los polacos no están descartados totalmente. Y los portugueses cuentan con una buena posibilidad estratégica desde el puerto de Oporto.
A nivel nacional parecen fuera de la 'puja' por albergar a Tesla otros territorios con puertos atractivos como Barcelona, Vigo o el propio Santander.
Los próximos meses serán decisivos para que la decisión final de la marca estadounidense se incline por Valencia y ofrezca la posibilidad a España de generar un polo económico con tecnologías de movilidad que dominarán el mercado mundial en las próximas décadas.
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