Comunidad Valenciana

Valencia toma la delantera para relevar a Barcelona y albergar la próxima Copa América de Vela

Las instalaciones de primer nivel en el Real Club Náutico de Valencia y en La Marina, la apuesta económica público-privada y el campo de regatas: grandes avales

La candidatura de Valencia para albergar la Copa América de Vela que se celebrará en 2026 ó 2027 ha tomado la delantera sobre otros competidores como Jeddah o Auckland, una vez que el Ayuntamiento de Barcelona ha confirmado que no está interesado en volver a organizar esta competición en la ciudad condal.

Valencia ya organizó las ediciones de 2005 y 2007 y las relaciones con el proyecto neozelandés que encabeza Grand Dalton –y que ha ganado las últimas tres ediciones– son magníficas.

Las fuentes consultadas por Vozpópuli aseguran que hay tres fortalezas (al margen de la voluntad del ganador) que sitúan a la capital del Turia en la primera posición para albergar la siguiente edición de esta competición de vela que tiene una proyección mundial.

Infraestructuras

La primera son las instalaciones que Valencia tiene para atender las necesidades de los equipos que vayan a tomar parte de este evento en el futuro. El Real Club Náutico y La Marina tienen desdobladas muchas infraestructuras clave para la logística de la compedtición.

La segunda es el empeño institucional en recuperar esa competición para la ciudad. El propio presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, reconoce que es un evento que supuso una catársis para Valencia y que tuvo en su día una grandísima acogida por lo que van a lucha por él.

Ese deseo es compartido por la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, quien siempre ha lamentado que el anterior equipo de Gobierno municipal liderado por Joan Ribó, y la Generalitat que entonces presidía Ximo Puig, "dejaron incomprensiblemente pasar la oportunidad de pelear por la Copa América de Vela".

Más de 85 millones de canon

Está claro que Generalitat y Ayuntamiento van a poner toda la carne en el asador para que el canon –que superará los 85 millones de euros– sea satisfecho. La mitad aproximadamente correría a cargo (como en la edición celebrada en Barcelona) del Gobierno de España.

La otra parte debe ser satisfecha entre las Administraciones públicas valencianas y la iniciativa privada. Las fuentes consultadas por este medio en el Gobierno valenciano aseguran que esa colaboración está "absolutamente garantizada" y el propio presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios, Vicente Boluda, pide que vuelva la competición.

El ganador de la última edición, Emirates Team New Zealand, ya quiso que la pasada edición celebrada en Barcelona fuera en Valencia. De hecho, lo comunicaron a nivel institucional y a referentes del sector náutico valenciano. Ahora bien, a la hora de verdad, según las fuentes consultadas por este medio "los dejaron tirados".

Patrocinios

La aportación empresarial está muy avanzada y existen ya cartas de intención de patrocinios. Lo que falta es que en los próximos meses el evento sea declarado de especial interés público para que las empresas puedan acceder a deducciones que protejan su inversión.

La apuesta de mejorar la ciudad de Valencia a través de eventos de alto nivel deportivo y que eleven el perfil del turista medio es clara y favorece la candidatura que, en tres meses, se ha de formalizar y empezará a tener claro su destino.

La tercera de las cuestiones que favorece a Valencia es la del campo de regatas, con vientos más estables que los que se registran en otras latitudes, y que permite sufrir menos cancelaciones y reducir los gastos. Y también hay un intangible que es el sentir de los neozelandeses que consideran que la Copa América de Valencia en 2007 fue "la mejor de la historia".

El Desafío español

El Real Club Náutico de Valencia ya ha mostrado su intención de convertirse en desafiante (condición indispensable para la ciudad) y encabezar el proyecto de un Desafío español que se mida a las mejores tripulaciones del mundo. El esfuerzo económico en este caso sería bastante inferior al del pago del canon y hay también "garantía" de que tiene el apoyo empresarial para salir adelante.

Las conversaciones entre Emirates Team New Zealand y Valencia están "avanzadas", segun confirman a Vozpópuli fuentes cercanas a la negociación.

Y no es la única competición que Valencia quiere albergar en los próximos años, ya que el Mundial de clases olímpicas de 2026 puede recalar en la capital del Turia como criba previa para la cita olímpica de Los Ángeles en 2028. El Ayuntamiento apoya decididamente esta prueba.

Otros eventos destacados

Y la Generalitat, por otro lado, también está atrayendo el Sail Grand Prix (SailGP) que ha tenido en Cádiz un puerto español como sede en las últimas ediciones con gran éxito de público (98.000) y un impacto económico cercano a los 100 millones de euros.

La dirección general de Proyectos Estratégicos dirigida por José Luís Díez y la figura de Carlos de Beltrán, como asesor externo, y gran conocedor como certificador en competiciones de vela de talla mundial como la Copa América de Vela y la Volvo Ocean Race está resultando clave en que Valencia avance significativamente en sus opciones para volver a ser la capital mundial de la vela.

El balance económico: luces y sombras

Uno de los aspectos que ha influido en la decisión de Barcelona es el balance económico del evento. Aunque la Copa América atrajo a 2,56 millones de personas, según datos proporcionados por el equipo organizador, y generó un aumento significativo en la audiencia televisiva global, las autoridades locales consideran que la inversión realizada no ha sido suficientemente rentable.

El consistorio ya había dejado claro que no estaba dispuesto a seguir destinando recursos públicos a la Copa América. En un contexto en el que se espera que las administraciones inviertan para hacer posible este tipo de eventos, la postura de Barcelona ha sido tajante: no habrá más dinero para la Copa.

Según fuentes del Ayuntamiento, los objetivos de la ciudad con la Copa ya se han alcanzado. Estos incluían la reconexión de Barcelona con el mar y la aceleración de proyectos en el litoral, tanto en el Port Vell como en el Port Olímpic. Además, se han puesto en marcha proyectos de legado relacionados con la descarbonización del sector náutico y la protección del Mediterráneo frente al cambio climático.

Sin embargo, estos logros no son suficientes para justificar el enorme desembolso económico que supone organizar un evento de esta envergadura. “Es cierto que la Copa América ha sido un escaparate para la ciudad, pero no podemos seguir invirtiendo millones cuando hay otras prioridades para los barceloneses”, subrayó Valls.

Protestas vecinales y un puerto saturado

A lo largo de los últimos meses, diferentes asociaciones de vecinos de Barcelona han levantado la voz contra la celebración de grandes eventos como la Copa América, argumentando que "la ciudad ya no puede soportar más la presión turística". Estas protestas han sido especialmente intensas en los barrios cercanos al puerto, donde se llevaron a cabo las competiciones. Los residentes alegan que el evento ha aumentado los problemas de ruido y congestión en la zona.

“La Copa América ha traído turismo, pero también ha traído más problemas para los vecinos. No necesitamos más aglomeraciones ni más molestias en nuestra vida diaria”, comentaba un portavoz de una asociación vecinal. Además, el puerto de Barcelona se ha visto saturado por la infraestructura necesaria para albergar el evento, lo que ha complicado aún más la convivencia entre los residentes y la organización del torneo.

Este factor, el de la saturación del puerto, fue uno de los argumentos clave que esgrimió Grant Dalton para justificar la decisión de "no seguir en Barcelona". El director de ACE explicó en un comunicado que el puerto ya no ofrece el espacio necesario para que el evento crezca, algo fundamental para la siguiente edición de la Copa, prevista para 2026.

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