Relaciones consentidas o una violación. La versión de Rafa Mir y su amigo Pablo Lara, ambos investigados por agresión sexual, contrastan de forma radical con el testimonio de las dos víctimas, según informan fuentes jurídicas a Vozpópuli. La Guardia Civil considera que hay indicios de la comisión de un posible delito y por eso detuvo a los dos futbolistas. El parte de lesiones aportado por la mayor, de 25 años, ha sido clave en un caso en el que aún se seguirán practicando diligencias como el análisis de las cámaras de seguridad o el testimonio de un taxista que puede ser clave, según aseguran fuentes de la investigación a Vozpópuli.
La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 8 de Llíria, que está en funciones de guardia, Ana Magraner, consideró también en su primer análisis del caso que puede haber indicios del delito. A pesar de ello, dejó en libertad a los dos investigados con medidas cautelares para asegurar que sigan respondiendo por este hecho en sede judicial. Ninguna de las partes solicitó la medida de prisión preventiva.
La Fiscalía instó a que se tomaran estas consideraciones. Rafa Mir tuvo que dejar su pasaporte ya que cuenta con la prohibición de salida de territorio nacional, junto con comparecencias semanales en sede judicial, y la prohibición de comunicación y de aproximación a menos de 500 metros respecto de las dos denunciantes. El futbolista queda investigado inicialmente, y sin perjuicio de ulterior calificación, por un delito de agresión sexual con acceso carnal del artículo 179 del Código Penal. Esta tipología contempla unas penas de cárcel que llegan hasta los 12 años.
Por su parte, el otro detenido, Pablo Lara, quedó investigado por un delito de agresión sexual sin acceso carnal del artículo 178 del Código Penal. La magistrada le impuso como medida cautelar la prohibición de comunicación y de aproximación a menos de 500 metros de las dos denunciantes y comparecencias quincenales en sede judicial.
El testimonio de un taxista y las cámaras
La magistrada Ana Magraner tomó esta decisión tras ratificar la denuncia "punto por punto" las dos víctimas, de 25 y 21 años. Rafa Mir pasó 30 horas detenido en el calabozo de la Comandancia de la Guardia Civil de Patraix.
Desde el primer momento Rafa Mir negó haber cometido ningún delito. "Las relaciones fueron consentidas", afirmó a los agentes de la PJ de Valencia, algo que después confirmaría ante la juez. Una de las víctimas aseguró que el futbolista comenzó a hacerle tocamientos sin consentimiento en un taxi desde la discoteca a su casa.
Esa es una de las piezas que la investigación tendrá que aclarar y para ello será fundamental tomar el testimonio del conductor para que aclare si vio algo. También se revisarán las cámaras de las inmediaciones de la casa de Rafa Mir para ver la pelea que ocurrió en las inmediaciones de su domicilio.
Relaciones consentidas
La menor de las chicas, de 21 años, afirmó haber tenido relaciones previas consentidas con el futbolistas. Según fuentes de la investigación, se produjo un enfrentamiento verbal entre ambas mujeres cuando Rafa Mir salió del baño con la de 25 que alertó que había sido violentada.
Esta mujer afirmó que la agresión sexual del futbolista se produjo en uno de los baños del chalet donde fue encerrada. Las relaciones se mantuvieron sin protección.
La menor de las dos chicas afirmó que el amigo de Rafa Mir le tocó en la piscina sin su consentimiento. Tanto el futbolista del Valencia como su amigo afirmaron que las relaciones fueron en todo momento consentidas. Todos los presentes habían ingerido una gran cantidad de alcohol en la discoteca donde se conocieron.
Las fuentes consultadas por este medio aseguran que las lesiones "cuadran" con el relato de los sucesos que realizó la joven. En la denuncia habría señalado también haber sufrido sufrido violencia física por parte de estos dos hombres (empujones y puñetazos).