El juez del Tribunal Constitucional Cándido Conde-Pumpido ha presentado un escrito al presidente del órgano, Juan José González Rivas, en el que le comunica que se aparta de cualquier discusión que tenga que ver con el proceso soberanista de Cataluña y los recursos de los condenados en 2019 por el Tribunal Supremo por el 1-O.
Según ha informado el Tribunal Constitucional, ahora esta decisión se tiene que discutir en el Pleno del máximo órgano constitucional. Se nombrará a un juez para que ejerza de ponente y elabore una propuesta de resolución en forma de auto. El resto de jueces tendrán que decidir si aceptan esa renuncia y para qué causas concretas. Las fuentes consultadas por este periódico avanzan que, previsiblemente, sus compañeros aceptarán por unanimidad el paso dado por Conde-Pumpido.
Tal y como ha avanzado El Español, la decisión se produce después de que el expresidente huido de Cataluña, Carles Puigdemont, presentase un incidente de recusación contra Conde-Pumpido para apartarle del caso alegando falta de imparcialidad. Se basaba en unas declaraciones del magistrado en las que, a su juicio, se alineaba con las tesis de la Fiscalía, que acusó a los líderes independentistas por rebelión.
Esta decisión personal de Conde-Pumpido, exfiscal general del Estado durante el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, tiene la vista puesta en el recorrido judicial que podrían tener esos recursos presentados por los dirigentes independentistas en la Justicia europea. Las fuentes consultadas aseguran que la intención es no dar razones para que cualquier decisión adoptada por el Tribunal Constitucional pueda ser tachada de falta de imparcialidad.
Nueve jueces disponibles
Otro de los magistrados de este órgano, Antonio Narváez, también se apartó hace unas semanas de estudiar dichos recursos contra la sentencia del procés, después de que varios de los condenados le recusaran por unas manifestaciones que hizo en una conferencia calificando los hechos 2017 de golpe de estado. Puigdemont también le ha recusado en lo relativo a sus recursos.
Ahora se le suma Cándido Conde-Pumpido, uno de los jueces con más influencia en el órgano, especialmente en el bloque considerado progresista. El Tribunal Constitucional lo integran en condiciones normales 12 magistrados, pero ahora están con uno menos por la dimisión de Fernando Valdés tras ser acusado de malos tratos. Será así mientras los partidos no alancen un acuerdo para renovar el órgano. Es por ello que solo nueve jueces están disponibles para estudiar los recursos del procés. Según la Ley, son necesarios al menos ocho para que haya quorum suficiente para adoptar decisiones.
Carles Puigdemont no es el único que instó a la recusación del exfiscal general del Estado. También lo hicieron el líder de ERC, Oriol Junqueras, o el exconsejero Raül Romeva. Las declaraciones a las que hacen referencia los dirigentes catalanes tienen que ver con una conferencia en la que Conde-Pumpido participó el 23 de noviembre de 2017 en el Congreso de los Diputados. Manifestó su "preocupación" por los hechos que entonces se estaban produciendo en Cataluña y los calificó de "pretensión de subvertir el Estado social y democrático de Derecho utilizando fraudulentamente la propia bandera de la democracia".
"Es decir, me preocupa la utilización populista de la contraposición entre una supuesta legitimidad democrática directamente emanada del pueblo y libremente interpretada por quienes la invocan, y la legalidad, la legalidad emanada de una Constitución que -esta sí- ha sido mayoritariamente aprobada", afirmó el magistrado y exfiscal general del Estado.
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