Pedro Lozano, el delincuente conocido como el Rambo de Requena, tendrá que cumplir su pena íntegra de 29 años de prisión. El Tribunal Supremo desestimó en una sentencia, a la que ha tenido acceso Vozpópuli, el recurso de casación presentado por la defensa de un hombre que sembró el terror en plena pandemia y fue condenado por intentar matar a dos agentes de la Guardia Civil.
La Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Supremo ha desestimado por unanimidad el recurso de casación presentado y ha confirmado la condena impuesta por la Audiencia Provincial de Teruel a 27 años de prisión más multas al Rambo de Requena.
A este delincuente se le consideró culpable de los delitos de doble tentativa de homicidio, tenencia ilícita de armas, robo con fuerza, hurto, conducción temeraria y coacciones más el abono de la responsabilidad civil y las costas. Su caso se remonta a principios de 2020 cuando fue el protagonista de una oleada de robos en la zona de Requena.
El día de locura del Rambo de Requena
Sin embargo, fue el 8 de junio cuando protagonizó una rocambolesca huida con varios coches robados y acabó en el municipio de Andorra, en Teruel. En esta población disparó con una escopeta a dos guardias civiles al verse acorralado en una calle sin salida. Uno de los agentes resultó herido grave, y permaneció 44 días ingresado en la unidad de cuidados intensivos de un hospital.
Jorge Piedrafita, abogado de la acusación particular que representa a los agentes de la guardia civil sobre los que disparó el Rambo de Requena, se ha mostrado satisfecho con la resolución del alto tribunal que recoge todas las alegaciones y argumentos expuestos por esta parte. Este letrado defendía que tanto la resolución de la Audiencia como del Tribunal Superior se encontraban perfectamente motivadas.
A su juicio resultó acreditado sin género de duda el ánimo de matar del Rambo sobre los agentes beneméritos, algo que no se produjo gracias a la pericia y profesionalidad de estos. "Así como que el Alto Tribunal no es una tercera instancia revisadora de los hechos sino de la aplicación jurídica sobre los mismos", remarca el abogado de los funcionarios.
Un guardia civil no podrá volver a trabajar
Tras esta resolución la acusación iniciará la ejecución de la sentencia para salvaguardar los derechos del agente de la guardia civil tiroteado que casi perdió la vida en el suceso, y que en la actualidad se encuentra en total situación personal de indefinición laboral al no poder volver a trabajar en servicio activo por las lesiones sufridas, ni recibir la incapacidad permanente debido a la desidia de la Guardia Civil en general y la Comandancia de Teruel en particular. "Pese a que en un principio todo fueron buenas palabras y promesas de cara a la galería cuando el agente se encontraba ingresado en la UCI y acudieron a realizarse la foto", lamenta el abogado.
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