La Audiencia de Madrid ha condenado a trece años y seis meses de prisión a un hombre de 34 años por intentar matar a martillazos a su pareja, de 36, porque ésta quería dejar la relación y a la que agredió el 14 de marzo de 2017 en su domicilio familiar cuando estaba con el hijo de ambos de dos meses.
Así lo acuerda el tribunal en una sentencia en la que impone dicha pena a J.W.G.R. por asesinato en grado de tentativa con las circunstancias agravantes de parentesco y de género.
Tendrá que indemnizar a la víctima con más de cien mil euros
El fallo le prohíbe aproximarse a la víctima, N.D.C., y a su hijo a menos de quinientos metros y a comunicarse con ellos durante veinte años y además le priva de la patria potestad respecto al menor.
Asimismo J.W.G.R. es condenado a indemnizar a la víctima en más de cien mil euros por las heridas, el daño moral y la secuelas que le han quedado, entre otras, epilepsia, pérdida de visión de un ojo y una deformidad en la cabeza.
Según establece la Audiencia Provincial, el condenado, paraguayo al igual que la víctima, será expulsado de España y no podrá volver a territorio español en diez años.
La mujer le manifestó su intención de no continuar la relación
La Sala declara probado que J.W.G.R., que estaba en situación irregular en España, mantuvo una relación con N.D.C. durante tres años hasta la fecha de los hechos y ambos convivían con la hermana de la víctima y su pareja en un domicilio de la madrileña calle de Azucenas.
Añade que J.W.G.R y la víctima atravesaban una crisis de pareja y la mujer le manifestó su intención de no continuar la relación en una conversación por móvil el 13 de marzo de 2017 que siguió al día siguiente cuando el condenado le envió a las 7:47 horas este mensaje: "No pienso vivir la vida sin vosotros dos así es que piénsalo bien".
Los magistrados explican que sabiendo que esa mañana su mujer se encontraba sola con su hijo J.W.G.R. salió de su trabajo situado en la localidad madrileña de Collado Villalba con una bolsa de plástico que contenía un martillo de grandes dimensiones y se dirigió en taxi a su domicilio.
El condenado dejó a su mujer "tumbada en un charco de sangre"
Agregan que cuando llegó a la vivienda familiar sobre la una de la tarde llamó a la puerta, le abrió su mujer y en ese momento le dio dos bofetadas en la cara, la tiró sobre el sofá del salón y le propinó varios golpes con el martillo en la cabeza con tal fuerza que incluso rompió el mango del mismo.
La resolución señala que el condenado dejó a su mujer "tumbada en un charco de sangre" y tras limpiarse y cambiarse de ropa se fue, "abandonando a su suerte" a N.D.C. malherida y a su hijo de dos meses.
El condenado dejó en la casa la chaqueta que llevaba puesta con las llaves de su trabajo y su teléfono móvil y N.D.C. quedó tirada boca abajo en el suelo de la vivienda hasta que sobre las dos de la tarde llegó su cuñado, que solicitó asistencia sanitaria, que pudo salvar la vida de la mujer.
J.W.G.R. se fue a un bar y a otros lugares de Madrid y al llegar a su trabajo un compañero le informó de que le estaban buscando y que su mujer estaba en el hospital, lo que le confirmó su hermana.
"Sintiéndose acorralado y sin saber qué hacer acudió a la Comisaría de Policía de Tetuán, donde informó de que era la persona que estaban buscando", concluye la sentencia.
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