La sección segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a un hombre a once años y medio de prisión por agredir sexualmente a su pareja y pegarle. El acusado deberá indemnizar a la víctima con 10.000 euros por el daño moral causado y no podrá acercarse a menos de 500 metros ni comunicarse con ella por un periodo de ocho años.
Así, la sala condena al acusado a diez años y medio de prisión por un delito continuado de agresión sexual con la agravante de parentesco, y a un año de prisión por un delito de violencia de género con reincidencia.
Según la sentencia, el acusado comenzó en febrero de 2014 una relación sentimental con la víctima y llegaron a convivir en la misma vivienda en Vinaròs, que compartían con otra persona, hasta que en mayo se trasladaron a Peñíscola, donde ella había conseguido un trabajo.
Desde que comenzó la convivencia de ambos en solitario, el procesado comenzó a experimentar un cambio en su comportamiento respecto a la mujer y se enfrió la relación, que hasta el momento había sido buena. Ante tal actitud, la mujer no deseaba mantener relaciones sexuales con el procesado, razón por la cual aquel se enfadaba y, en un momento determinado, comenzó a agredirla para que accediera a sus peticiones, lo que ella hacía por temor que sentía y tras suplicarle que no lo hiciera.
Tras una discusión, el hombre se acercó a la mujer, le pegó y la agredió sexualmente en dos ocasiones a pesar de que la pareja se negaba y le suplicaba que no lo hiciera
Agresión sexual en dos ocasiones
La sentencia señala que el 23 de mayo la forzó por vez primera, y el 10 de julio, cuando la pareja se encontraba en el interior de su domicilio, se inició una discusión entre ambos ante las dificultades para pagar el alquiler y la mujer le dijo que tendrían que poner fin a la relación, ya que el procesado no trabajaba.
Entonces el acusado se levantó de la silla y, tras acercarse a la mujer le pegó y la agredió sexualmente en dos ocasiones a pesar de que la pareja se negaba y le suplicaba que no lo hiciera, que le pegara si quería, pero que no la forzara.
A consecuencia de estos hechos la mujer sufrió lesiones que solo requirieron para su sanidad una primera asistencia facultativa, que tardaron cinco días en curar, ninguno impeditivo, y sin secuelas.
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