EVAU, Selectividad, PEvAU, PAU... distintos nombres, pero en la sociedad siempre ha estado rondando la misma pregunta: ¿por qué no hay una prueba común para todas las comunidades autónomas? Núñez Feijóo propuso a principio de año establecer un examen único en las once CCAA donde gobernaba el Partido Popular para 2025, aunque, de momento, no se ha vuelto a pronunciar al respecto.
El pasado 2023 las cifras de la EVAU batieron récords, según las Estadísticas de Pruebas de Acceso a la Universidad. Se matricularon 329.109 alumnos y se presentaron el 95,4%, de los que aprobaron 284.086 -90,4% de los que se examinaron-. Son los datos más altos de estos tres ítems en los últimos nueve años.
A pesar de que haya diecisiete pruebas distintas en España, cada una con sus preguntas y criterios de evaluación, los estudiantes pueden matricularse en cualquier universidad, independientemente de donde hayan realizado la EVAU. Aquí yace el conflicto de que en algunas CCAA es más difícil que en otras. "Estas diferencias pueden impactar en la equidad del acceso a la universidad, ya que el alumnado de regiones con pruebas más exigentes podría estar en desventaja comparativa", apunta Irene Alegría, doctorada en educación con quien ha hablado Vozpópuli. "Una EVAU común podría aportar beneficios en términos de equidad y simplificación del acceso", añade.
Al igual que muchos otros docentes y expertos en educación -así como gran parte de la población española-, las expertas consultadas por Vozpópuli coinciden en que las pruebas de algunas comunidades autónomas son más sencillas que otras. "Cada comunidad autónoma tiene autonomía para adaptar el examen a su currículo, lo que puede generar variaciones en la dificultad percibida", dice Irene Alegría. "La desigualdad que hay, si uno lo mira, está ligada a la realidad socioeconómica, y eso ocurre entre distintas comunidades y dentro de una comunidad", comenta Diana Cembreros, Directora Académica de la Facultad de Educación de la Universidad Camilo José Cela.
En esta línea, Cembreros apunta que la desigualdad entre centros también puede ir ligada al nivel de pobreza de la región. "Los resultados siempre de los centros con un nivel socioeconómico más alto van a tener generalmente mejores resultados que en niveles socioeconómicos más bajos". "La financiación tiene que ser adecuada para áreas desfavorecidas y garantizar que todos tengan acceso al apoyo que necesitan", añade.
No obstante, aunque los estudiantes puedan inscribirse en cualquier universidad de España, la mayoría opta por estudiar en su comunidad autónoma. En los últimos años, solo entorno al 15% de los universitarios eligieron estudiar fuera de casa.
Según indica Diana Cembreros, ahora mismo, "como está diseñado", no es factible una EVAU común "desde un punto de vista organizativo, logístico o académico". "Su implementación práctica demandaría un esfuerzo considerable en negociación y adaptación normativa", comenta Irene Alegría, también Directora del Máster de Profesorado en la Universidad Europea de Valencia.
El peso del Ministerio de Educación en los currículums de enseñanza
El currículum educativo y las enseñanzas marcadas como obligatorias que se examinan en la EVAU representan uno de los puntos determinantes por el que existen diecisiete pruebas diferentes. El Gobierno y el Ministerio de Educación establecen el 60% del contenido común en todas las regiones (50% en el caso de las comunidades con lengua cooficial). Por su parte, las CCAA dictaminan el restante 40%.
"Ahora mismo, si nosotros tuviéramos que hacer una prueba común, tal y como está diseñado ahora, solo podríamos examinar sobre ese 60% que es común", señala Diana Cembreros, doctora en Educación. En este sentido, aunque cree "que el ministerio debería tener más poder de decisión", no piensa que "pueda tener más peso siempre que los currículos estén con esas ponderaciones", opina la experta.
El hecho de que el Gobierno gane peso en la EVAU no significa "eliminar la autonomía de las comunidades, sino coordinar y armonizar los elementos clave de la prueba", indica Irene Alegría. De esta manera, se podría garantizar que todos los estudiantes "compitan en igualdad de condiciones para el acceso a la universidad", indica.
Además, los gobiernos autonómicos y el Ministerio de Educación no son las únicas instituciones que tienen competencias en las pruebas de acceso a estudios superiores de grado. Las universidades también juegan un papel crucial en la EVAU. Más allá de elaborar las preguntas y diseñar los exámenes, junto a profesores de secundaria, "son fundamentales en la corrección y evaluación de los exámenes, asegurando estándares de calidad y rigor académico", señala Irene Alegría. Asimismo, también asisten en la formación y actualización de los docentes que corrigen las pruebas.
Las lenguas cooficiales: un examen extra
Los estudiantes de Cataluña, Baleares, Galicia, País Vasco y la Comunidad Valenciana han de enfrentarse a un examen más que el resto del alumnado nacional: el de la lengua cooficial de la región. Ambas expertas coinciden en que la cuestión de si es justo que estos alumnos tengan que realizar una prueba más es "compleja".
"Refleja la realidad bilingüe de esas regiones y valora el dominio de ambas lenguas, que es parte integral de su educación", señala Alegría. Asimismo, "estos estudiantes generalmente están inmersos en este entorno bilingüe desde pequeños", apunta Cembreros. Y, además de "reflejar la realidad del currículum", "preserva la riqueza lingüística y cultural", añade la experta de la Universidad Camilo José Cela.
Sin embargo, no deja de suponer una carga adicional para estos estudiantes porque supone otro examen más para el que estudiar. "Idealmente, el sistema debería reconocer el esfuerzo extra de este alumnado y equilibrar las exigencias para garantizar equidad en la evaluación final", comenta Irene Alegría.
Diferencias en los criterios de corrección en la EVAU
La diferencia en los sistemas de puntuación y criterios de corrección es otro aspecto criticado de la prueba de acceso a la universidad, el cual también influye en esa clasificación de unas EVAU más difíciles que otras. Esto va en línea con el currículum único de cada CCAA. "Los criterios de corrección también tienen que reflejar las prioridades educativas y lingüísticas de cada región", indica Cembreros.
Entre los parámetros que las diferencian están las faltas de ortografía. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid los fallos ortográficos suelen restar un 0,1 puntos por falta hasta un máximo de 1 punto. En la otra cara de la moneda está Cataluña, que en el examen de Lengua Catalana y Literatura una falta puede llegar a restar hasta 1 punto. Otra diferencia es que en algunas comunidades se premia el buen uso de las normas; como es el caso de La Rioja, donde los alumnos pueden sumar hasta un 20% de la nota por cumplir este criterio.
"Unificar criterios de evaluación garantizaría mayor equidad y coherencia en la valoración del alumnado", comenta Alegría. La experta explica que esto ayudaría a eliminar las diferencias entre las comunidades autónomas ya que "una corrección homogénea promueve la justicia en el acceso a la universidad y facilita la comparación de resultados académicos a nivel nacional".
¿Cómo se podría garantizar la igualdad entre centros?
Para que se pueda establecer una EVAU común para toda España es importante garantizar una igualdad entre centros. Para ello, es necesaria una mayor financiación en las zonas más desfavorecidas. Establecer "políticas públicas y hacer inversiones interesantes que se adapten a la realidad socioeconómica y cultural", apunta Diana Cembreros.
Irene Alegría propone un "currículo nacional unificado" para todas las comunidades autónomas, "asegurando que los contenidos y competencias esenciales sean iguales para todos los estudiantes". Además, habría que instaurar unos "parámetros de evaluación comunes" para la EVAU, "independientemente de las variaciones en los contenidos específicos regionales".
La experta de la Universidad Europea también sugiere "programas de formación y supervisión" del profesorado para que "las metodologías y estándares de enseñanza sean consistentes en todos los centros". Así como "auditorías educativas" para evaluar que los institutos "cumplen con los estándares nacionales" y que se puedan "corregir disparidades".
"Asegurar una distribución equitativa de recursos educativos" e "implementar pruebas de control que complementen la EVAU" completan la propuesta de Alegría. Estos exámenes complementarios ayudarían a "medir y comparar el rendimiento académico de los estudiantes".
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