España

Un Sánchez ausente paga su primer peaje a los secesionistas: el Congreso aprueba tramitar la amnistía

El presidente del Gobierno cumple su parte del trato con Junts y ERC. La norma sufrirá modificaciones "técnicas" en el articulado, según el Ejecutivo. Y varias enmiendas de los grupos

El presidente del Gobierno ofreció a los españoles el día de su investidura una dicotomía frentista. Para Pedro Sánchez, España se encuentra en una tesitura en la que debe elegir entre "progreso" -el que según él encarna- y una "derecha retrógrada" -la de PP y Vox- a la que él y su gobierno de coalición quiere "frenar" y "levantar un muro". Y eso se ha visto este martes en el Congreso de los Diputados, que ha dado luz verde gracias a 178 votos a la tramitación de la ley de amnistía. El muro del Gobierno y de la mayoría que lo sostiene a la oposición es tan alto que no cabe entendimiento alguno con los 171 diputados que han votado en contra con un Sánchez ausente por un encuentro con el rey Abdalá II de Jordania y un viaje a Estrasburgo.

El primer debate del Pleno del Congreso sobre la medida de gracia a a los encausados por el procés, dibuja un país de dos bloques: PP, Vox y UPN frente al que conforman los partidos de la coalición y sus socios independentistas, quienes han pedido al PP que ponga fin a las “hipérboles”, en palabras de Gabriel Rufián (ERC). Pero los populares no va a cejar en su empeño de denunciar el agravio que, sostienen, supone la amnistía a los derechos y libertades de todos los españoles. Y eso que la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, señaló a varios de ellos como responsables de querer "acabar con Cataluña".

Junts ha señalado en el Congreso los objetivos por lawfare: jueces como Manuel Marchena o Pablo Llarena, coroneles como Diego Pérez de los Cobos o periodistas como Ana Rosa Quintana. Nogueras ha enumerado una larga lista de supuestos "togados franquistas" que cree vinculados, de alguna forma, en la llamada operación Cataluña. Todos ellos, según Nogueras, fabricaron, distribuyeron o difundieron pruebas e informes falsos sobre políticos separatistas.

La advertencia del PP: comisión sobre los acuerdos PSOE-Junts

Y es que el presidente del PP y líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha calificado la sesión vivida en la Cámara baja como “la más triste y más decadente” desde el intento de golpe de Estado del 23-F. Feijóo, además, ha añadido presión al Gobierno y ha advertido de que abrirá una comisión de investigación en el Senado, donde su partido tiene mayoría absoluta, si Moncloa no da “toda la información sobre sus negociaciones” con los independentistas.

Y lo cierto es que tiene visos de prosperar, dado el secretismo bajo el que tanto el Gobierno como el PSOE mantienen las actas de sus encuentros con Junts. Para el líder de Vox, Santiago Abascal, la amnistía es “un golpe contra la justicia inédito en Europa”. Pero para intentar frenar los ataques de la oposición a la amnistía, Sánchez ha dispuesto de fieles escuderos. Y no solo entre sus filas.

El peneuvista Mikel Legarda les ha pedido que den carpetazo a “meses de retórica inflamada” y permitan el avance de la ley. Por parte del PSOE ha defendido la norma su portavoz en el Congreso, Patxi López, quien ha apelado a “la convivencia” como argumento para justificar el inicio de la tramitación de la norma y, en general, de su necesidad. Aunque poco después, el diputado de Junts José María Cervera ha echado un jarro de agua fría al argumentario de Moncloa. Y en su turno ha avisado a todos de que si se aprueba la medida de gracia esta no supondrá “en ningún caso” que Cataluña renuncie a la independencia.

El lavado del Gobierno

Cervera, esbirro de Carles Puigdemont en el Congreso de los Diputados, ha defendido que la ley de amnistía es “un reconocimiento al error de haber judicializado un conflicto político”. “Es una manera de devolver a la política lo que es de la política. Esta ley no es ninguna medida de gracia, es una medida necesaria que surge del acuerdo entre demócratas para acabar con la judicialización de la política”, ha espetado, citando al expresidente catalán.

Feijóo sospecha que la amnistía no saciará a los independentistas. Y así se lo ha dicho a ellos mismos. En su turno de réplica, el presidente del PP se ha dirigido a los portavoces de los partidos independentistas, Míriam Nogueras (Junts) y Gabriel Rufián (ERC): “Con esta amnistía, ¿creen ustedes, como dice el PSOE, que volverán a la Constitución Española? ¿Creen, como dice el Partido Socialista, que abandonarán para siempre la independencia? ¿Qué ahora se van a sentir más unidos a España que nunca? [...] Hasta ahora he de reconocer que no han mentido”, ha señalado Feijóo.

Mientras, el Gobierno prosigue su lavado de imagen a la ley de amnistía. Moncloa lleva varios días emitiendo un mensaje directo cargado de significado. "Sin estar todavía aprobada [la ley de amnistía], hay efectos positivos que son claros. Todos los actores [en referencia a Junts, el partido de Puigdemont] estamos bajo el mismo paraguas: la política. Y bajo el mismo mecanismo: el diálogo, la Constitución y mejorar la convivencia", precisa una fuente del núcleo duro del presidente. En el PSOE emiten la misma opinión. "Solo el hecho de que ellos se sienten a negociar de política española es un logro impresionante", explica un destacado socialista. La amnistía comienza su periplo. España entera se sumerge en un enorme dolor de cabeza.

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