Sectores de la cúpula de la Guardia Civil tratan, desde el pasado mes de marzo, que el coronel Diego Pérez de los Cobos, cesado por Fernando Grande-Marlaska como jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, sea ascendido a general de brigada. Según ha podido saber Vozpópuli, este miércoles se celebra el Consejo Superior del Instituto Armado y se volverá a reivindicar su figura en un acto en el que no se espera la presencia de Marlaska. En su momento, el ministro del Interior ya frenó este nombramiento.
Al Consejo asistirán 35 generales, y propondrán al coronel que dirigió la operación policial contra el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 como número uno de la lista, como ya sucedió el año pasado y en base a los criterios de antigüedad y mérito que rige la normativa. Marlaska, como titular de Interior, tiene la potestad de elegir otros nombres. Es decir, no es obligatorio que elija en el mismo orden.
No obstante, sectores del Gobierno insisten en la necesidad de que no se repitan nuevos choques con el Instituto Armado y con el sector más afín a Pérez de los Cobos. El ministro está haciendo equilibrios entre las distintas familias que habitan en la cúpula de la Guardia Civil. Y cualquier paso en falso podría precipitar su cese en la crisis de gobierno que plantea Pedro Sánchez para la segunda quincena julio.
Este segmento de la Benemérita, que sería próximo al Opus Dei, ha mantenido diversos encuentros reservados con Vox, según explican las fuentes consultadas. Por ejemplo en un cigarral a 90 km al sur de Madrid. Esta información llegó al grupo parlamentario socialista en el Congreso y al equipo de vicepresidencia primera que lidera Carmen Calvo.
La preocupación de quienes informaron a los políticos socialistas era que se "dejara a este sector de la Guardia Civil afín al Opus controlar todo el Cuerpo" y calculan que "de la última remesa de abril, tres de cinco procedían de la Obra". Sin embargo, otras fuentes consultadas por Vozpópuli niegan que haya miembros del Opus entre los últimos ascensos y lo sitúan en una lucha interna de poderes y familias dentro de la Guardia Civil.
Marlaska no se mueve
Desde hace meses circula entre dirigentes gubernamentales y parlamentarios la cuestión sobre el control de las evaluaciones de los coroneles que han completado el curso de ascenso a general. Una de las peticiones es modificar "el control de los ascensos". No obstante, Marlaska no quiere abrir este asunto que solo generaría más polémica y enfrentamientos en el seno de la Benemérita.
La normativa existente es de 2019, del anterior director general, Félix Azón. "Es muy compleja y poco transparente, recurriendo a variables matemáticas que en el caso de los ascensos por elección de coronel a general se pueden modificar en función de los intereses espurios de determinado sector que nada tiene que ver con los verdaderos intereses institucionales", sostienen las fuentes consultadas.
Pugna política en la Guardia Civil
Esta pugna entre corrientes de la Guardia Civil no es nueva. Y se acentuó tras la destitución de Pérez de los Cobos, a quien la justicia dio la razón tras presentar un recurso. Desde la llegada del PSOE a Moncloa han intentado promocionar a los de su cuerda, como el recién nombramiento de José Manuel Santiago Marín, quien habló durante la pandemia desde Moncloa de "minimizar" la desafección contra el Gobierno. Pero no siempre han logrado los resultados esperados.
Otra de las polémicas se produjo cuando la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, participó en un acto electoral en Madrid de la candidatura socialista de Ángel Gabilondo. Varias asociaciones del Cuerpo la criticaron por "vulnerar el principio de neutralidad" exigible a la institución al participar en el mitin. Esta queja se le fue también transmitida al propio Marlaska.
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