Hace 45 años que los españoles aprobaron en referéndum la Constitución. Pero el clima de entonces no tiene nada que ver con el que ha reinado este miércoles en el Congreso de los Diputados. Apenas hay destellos del entendimiento y el pacto de antaño. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llamará al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, para reunirse en Moncloa antes de final de año y ofrecerle pactos en tres áreas: reforma del artículo 49 de la Constitución, reforma de la financiación autonómica y desbloqueo del Poder Judicial.
El propio Sánchez lo ha desvelado en una conversación informal con periodistas en la celebración del aniversario de la Carta Magna en la Cámara Baja. El presidente dice tener voluntad de acuerdo con los populares. Pero pide, ante todo, que el PP cumpla. "Antes es la obligación que la devoción", ha espetado en una comparecencia antes del inicio de acto. Feijóo se muestra receptivo a reunirse con él, según fuentes populares. Aunque le gustaría no tener que enterarse por la prensa del ofrecimiento del presidente.
Sánchez insiste, sobre la renovación del Poder Judicial que lleva cinco años con el mandato caducado, en la necesidad de "dejar a un lado las excusas e ir a los hechos" para acabar con una situación que tacha de "irresponsable y absurda". Eso sí, el presidente del Gobierno ha advertido de que no aceptará que se pongan condiciones. Y es que el PP plantea llegar a un pacto con el Gobierno si este acepta el sistema de elección de vocales que propone Génova. O, al menos, comenzar la negociación a la par.
Lo cierto es que Moncloa no va a dar ningún paso antes de la renovación pendiente. Aunque el propio presidente ha puesto "encima de la mesa", como posible solución a la ausencia de acuerdo, la propuesta del presidente suplente del Poder Judicial, Vicente Guilarte, quien aboga por dejar los nombramientos discrecionales en manos de los jueces y de un tribunal de juristas para “diluir” el interés de los partidos políticos en el Consejo General del Poder Judicial. Pero no es la única opción que barajan el Gobierno.
"La propuesta de Guilarte está encima de la mesa"Pedro Sánchez, presidente del Gobierno
La propuesta de Guilarte intenta ser una vía al choque de modelos entre el PSOE, que quiere mantener el actual sistema de elección parlamentaria de vocales del Poder Judicial, y el PP, que prefiere que sean los jueces quienes elijan a los vocales del Consejo. En definitiva, Guilarte quiere retirar al Poder Judicial su principal competencia, que son los nombramientos discrecionales de la cúpula judicial para que los partidos pierdan interés en controlarlo.
A vueltas con la amnistía
Más allá del Poder Judicial, en el ambiente ha sobrevolado el otro gran tema de debate político: la amnistía. El propio Feijóo lo ha impulsado. A su llegada al Congreso, el líder de la oposición ha aseverado que España vive "la mayor crisis constitucional" de los últimos 45 años y ha cargado contra Sánchez, a quien ha acusado de liderar un movimiento contra la Carta Magna por la medida de gracia. "En España ya todos no somos iguales ante la ley", ha lamentado el presidente del PP, que también se ha pronunciado sobre la renovación del Poder Judicial, insistiendo en que el Gobierno pretende controlarlo.
En un intento por pacificar la Cámara, su presidenta, la socialista Francina Armengol, ha instado a los presentes a reflejarse día a día en la Constitución. Armengol, expresidenta de Baleares, ha insinuado que las leyes que se tramitan y aprueban, como la de amnistía, son "la cura más efectiva contra la discordia", porque marcan "la senda del entendimiento". Aunque medio país (171 diputados de PP, Vox y UPN) rechazan la medida de gracia.
La presidenta de la Cámara Baja ha recordado que el nacimiento de la Constitución fue un momento excepcional. "Por una vez éramos capaces de ponernos de acuerdo", ha dicho. También ha animado a los grupos parlamentarios que "lleguen a acuerdos en beneficio del bien común y de las próximas generaciones". "La principal misión que tenemos los representantes públicos en las instituciones, en el Congreso y en el Senado, es desplegar y actualizar los mandatos de la Constitución, y hacerlo desde el pluralismo y el respeto a la legitimidad del otro, llegando a acuerdos con un único fin: garantizar una vida más digna a cada uno de nuestros conciudadanos". Pero no ha podido elegir peor día: apenas 24 horas después de que Podemos decidiera unilateralmente romper con Sumar y pasarse al Grupo Mixto; algo que no preocupa al Gobierno, aunque sí inquieta a Yolanda Díaz.
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