El Pleno del Tribunal Constitucional (TC) ha decidido admitir a trámite el recurso del PP contra la reforma del Gobierno y ha tumbado, por la mínima, la petición de Podemos y del PSOE de recusar a dos de sus magistrados. El Pleno ha deliberado estos dos puntos clave en la tarde de este lunes, imponiéndose de esta manera el criterio de la mayoría conservadora.
Fuentes del tribunal de garantías confirman a Vozpópuli que la votación de las recusaciones planteadas por Podemos y el PSOE ha concluido seis votos en contra, del bloque conservador, frente a los cinco a favor del bloque progresista. El presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano y Antonio Narváez, los dos magistrados recusados, también han participado en la deliberación.
Así pues, toda vez que se ha admitido a trámite la medida cautelar del Partido Popular contra la reforma del Gobierno, el siguiente paso ahora es decidir si se admite o no la cautelarísima. De prosperar la petición de los conservadores, el Tribunal Constitucional paralizaría de manera urgente la tramitación de la norma en el Senado, donde se espera votar el próximo jueves.
Se impone el bloque conservador
El Pleno, que lleva reunido desde las 10.00 horas, afronta ahora la votación más importante después de deliberar en relación a las recusaciones y la admisión a trámite del mismo. A lo largo de la mañana los 6 miembros conservadores y 5 progresistas han votado que el asunto en cuestión se avocara a Pleno, de manera que fueran todos los magistrados los que decidieran sobre este trámite.
Ya por la tarde han votado la admisión a trámite del recurso y también las recusaciones. El mismo día que el PP planteó un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, Podemos y PSOE presentaron alegaciones para poder personarse en la causa. La formación morada pidió que se abstuvieran de votar el presidente y Narváez, los dos miembros que fueron nombrados por el Gobierno en 2013 y que, por tanto, quedarían fuera del tribunal en caso de que salga adelante la reforma de Pedro Sánchez.
A la petición se sumó el PSOE y también el presidente de la Comisión de Justicia del Congreso, Felipe Sicilia. Sostienen que tanto el presidente del TC como Narváez son afectados directos de la reforma que ahora se estudia y que, por tanto, no pueden decidir sobre la medida cautelarísima solicitada por el Partido Popular. A ello se añade que, de haber prosperado su petición, el Pleno quedaría compuesto por un total de 9 miembros y se inclinaría a una mayoría progresista.
Un Constitucional dividido
De hecho, el orden de la votación ha sido uno de los puntos determinantes porque los miembros progresistas querían que se abordara el asunto de las recusaciones antes que nada. El sector conservador, por su parte, ha votado en contra. Desde el primer momento ha entendido que no concurre causa de abstención y que los dos magistrados elegidos por el Gobierno deben participar en el Pleno.
La decisión es de suma importancia ya que, de prosperar, sería la primera vez que el Tribunal Constitucional suspende de urgencia la tramitación de una norma en las Cortes. Los progresistas precisamente aludieron a la importancia de este asunto para suspender el Pleno del pasado jueves. El presidente González-Trevijano tuvo que aplazar la deliberación después de que los cinco vocales progresistas avanzaran que no iban a votar el recurso del PP.
Trevijano no tuvo otra alternativa que suspender el Pleno pese a que un sector mayoritario del TC quieren que se resuelva ya este asunto por tratarse de una medida cautelarísima y, por tanto, de extraordinaria urgencia. Con todo, a lo largo del fin de semana PSOE y Podemos han presentado cerca de una veintena de escritos en los que reiteran que el tribunal de garantías no puede suspender la tramitación de una norma parlamentaria.
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