España

Mas tranquiliza a Junqueras mientras prolonga su desafío al Estado: "No hay pasteleo con Rajoy"

La dirección de Esquerra Republicana se fía cada vez menos de Artur Mas porque no controla sus comunicaciones episódicas con La Moncloa. La víspera del 9-N, el presidente de la Generalitat mantuvo una reunión con el líder de ERC para tranquilizarle e intentar superar sus reservas: “No hay pasteleo con Rajoy”, le dijo.

En la dirección de Esquerra se vivió como una auténtica traición la noticia de que el presidente del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, el dirigente de Unió Joan Rigol, mantenía contactos fluidos con Pedro Arriola, asesor de Mariano Rajoy, y con José Enrique Serrano, colaborador de Pedro Sánchez, para intentar encauzar el conflicto catalán. La noticia, desvelada por El Periódico de Cataluña, fue recibida en ERC como un jarro de agua fría en vísperas del 9-N y forzó una reunión de tú a tú, el pasado sábado, entre Artur Mas y el líder republicano, Oriol Junqueras. Fuentes conocedoras del encuentro desvelan que en ella, el presidente de la Generalitat le dijo a Junqueras: “Tranquilo, no hay pasteleo con Rajoy”.

"Si se descubriera que Mas sigue hablando con Moncloa, se la estaría jugando", se advierte en la dirección de ERC

En ERC no todos se creen este desmentido a pies juntillas, pero explican las razones dadas por Mas a Junqueras para justificar la apertura de esta vía de diálogo. El presidente de la Generalitat le comentó que estas conversaciones acabaron hace tres meses, que fueron meramente exploratorias y que en ellas no se llegó a acuerdo alguno. A partir de esta versión, aseguran en Esquerra, cabría concluir que ahora no hay comunicación alguna, “ni directa ni indirecta”, entre Mas y Rajoy.  “Si Mas miente y se descubriera lo contrario, el presidente de la Generalitat se la estaría jugando”, añaden estas fuentes. El prisma desde el que los republicanos observan la jugada a partir del “éxito de convocatoria” del domingo es bastante simple: al margen del calendario, todas las fuerzas catalanas trabajan ya en clave electoral, Mas ha confirmado que no podrá ir a unas elecciones con una candidatura conjunta y es consciente también de que no le conviene retrasar demasiado la convocatoria porque parte del capital que habría conseguido este domingo lo perdería en la dialéctica “que impondrá el Estado español” en las elecciones municipales y autonómicas de mayo.

Ganar tiempo para recuperar apoyo electoral

En la dirección de Convergencia solo se asume una parte de este relato. “Es cierto que ya estamos en campaña, pero eso no quiere decir que nos interese ir a elecciones inmediatas. Sería absurdo desperdiciar la oportunidad de remontar en las encuestas y poco inteligente no apurar todas las oportunidades que pudieran abrirse para negociar con el Estado. Hay que actuar con cerebro y sin precipitación”.

ERC confirmó ayer la ruptura del acuerdo parlamentario con CiU. Que los republicanos, en apariencia, tienen más prisas que CiU por ir a elecciones lo demuestra la última comparecencia de Artur Mas ante los medios. En ella, condicionó ayer sus decisiones a la respuesta que Rajoy ofrezca a la carta en la que le invita al diálogo y también a la ronda de contactos que va a iniciar con todos los grupos que respaldaron la consulta del domingo. Esta puesta en escena, confirma la intención del presidente de la Generalitat de ganar tiempo para recuperar apoyo electoral mientras prolonga su desafío al Estado.

En su conversación del sábado con Mas, Junqueras le insistió en que no contara con él para concurrir juntos a las elecciones. Es algo a lo que ERC se ha venido negando de forma insistente, con un argumento que uno de sus dirigentes resume así. “No veremos una candidatura única porque incurriríamos en un grave error. Nos interesan dos liderazgos, el de Mas arrastrando al centro derecha que quiere la independencia y el de Junqueras representando al ala soberanista del centro izquierda. Es la forma más idónea de reforzar el proceso”, argumenta.

El PSC entra en la ronda de contactos de la Generalitat

Mas incluirá en su ronda de contactos a Miquel Iceta (PSC). Quiere que su partido dé un paso más hacia el soberanismo, después de haber apoyado la ley de Consultas votada en el Parlamento catalán a mediados de septiembre. Al presidente de la Generalitat le interesa también cohesionar el frente soberanista, pues ha llegado al 9-N profundamente dividido. Mientras CiU habla ahora de emplazar al Gobierno a autorizar “un referéndum definitivoa la escocesa, ERC reclama un adelanto electoral urgente, mientras Iniciativa apuesta por celebrar otra consulta que sea vinculante y la Asamblea Nacional Catalana (ANC) se decanta por unas plebiscitarias en febrero seguidas de una declaración unilateral de independencia.

Cada uno de los integrantes del frente soberanista ofrece una salida diferente para responder al 9-N

Las prioridades de Mas van por otros derroteros, como lo demuestra su intención de presentar en breve al Parlamento autonómico los presupuestos de 2015, sabiendo que solo podrá contar para sacarlos adelante, en principio, con los votos del PSC. En ellos podría incluir, llegado el caso, las cesiones que podría hacerle el Gobierno si aceptara alguna de las 23 propuestas que el propio Mas trasladó en julio a La Moncloa. No es un escenario probable si se atiende al tono que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, empleó este martes en el Senado para contestar al portavoz de CiU una pregunta sobre el 9-N. “Convendría menos retórica y más las cosas claras. Si lo que quieren es la independencia de Cataluña, difícilmente vamos a llegar a un acuerdo, porque ni este Gobierno ni este partido prestarán sus votos para un acuerdo de secesión”, advirtió. Hoy, miércoles, se pronunciará la Fiscalía y también Mariano Rajoy, antes de viajar a Australia para acudir al G-20.

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