Con la mejora de la situación epidemiológica y la desescalada, el trabajo de los rastreadores -los profesionales encargados de buscar a las personas que hayan estado en contacto con un positivo de coronavirus- ha cambiado.
Sin toque de queda y sin límites a las reuniones sociales, actualmente se producen menos contagios pero muchos más contactos de los positivos con otras personas si se compara con otros meses de la pandemia. "Hay muchos casos de gente que se había reunido en comidas o cenas con más de 15 personas", cuenta a Vozpópuli Jorge, médico jubilado que ahora ejerce como rastreador en Galicia. "Sí que se nota la mejora de los datos, pero si antes lo normal era que los contactos fuesen dos, cuatro o seis personas, ahora ese número se ha duplicado y triplicado", añade.
Además, con la relajación de las restricciones y ante la mayor movilidad de la población el trabajo de los rastreadores se complica, y es que vigilar que los contactos de los positivos cumplen debidamente la cuarentena para prevenir la expansión del virus se ha vuelto más difícil. "De una cena pueden salir hasta 20 contactos y de ahí siempre hay un porcentaje que no cumple debidamente su aislamiento ahora que no hay restricciones", explica Jorge.
El perfil de los rastreados también ha cambiado estas últimas semanas. Ahora es gente más joven: "Últimamente nos estamos encontrando más contagiados de entre 15 y 30 años. Se nota que tienen más interacción social que hace unos meses", apunta.
Para facilitar el trabajo de los rastreadores comunidades como Cataluña obligan a los locales de ocio nocturno a llevar un registro de sus clientes. De este modo, en caso de que se registre un caso positivo es más sencillo hacer un seguimiento.
Menos rastreadores
Ante la mejora de la situación epidemiológica, muchas comunidades autónomas han decidido reducir el número de rastreadores. La Rioja, por ejemplo, ha pasado de 142 efectivos durante la tercera ola a 108 actualmente, según informó la Consejería de Salud.
En el caso de la Comunidad de Madrid y el País Vasco, directamente han prescindido de los militares destinados a este fin. Según han confirmado a este diario desde el Ministerio de Defensa, actualmente están activados 1100 rastreadores militares repartidos por todas las comunidades y ciudades autónomas, excepto en estas dos.
Este es un momento en el que no deberíamos bajar la guardia con el diagnostico precoz"
Sin embargo, los expertos consideran que reducir el número de rastreadores es un error: "Este es un momento en el que no deberíamos bajar la guardia con el diagnostico precoz. Hay que
concentrar los esfuerzos entre los jóvenes", destaca Daniel López Acuña, epidemiólogo y exdirectivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en conversación con este diario.
"Es particularmente importante que los países europeos apliquen las medidas de salud pública y lleven a cabo medidas de mayor cautela, restricciones y mayor rastreo. Con seguir vacunando no basta", concluye Acuña.
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