España

La contaminación digital, un problema emergente: las emisiones globales de CO2 superan los 1.600M de toneladas al año

Estudios apuntan a que el consumo de internet produce igual o mayores emisiones de carbono que la industria de la aviación a nivel mundial

Hace varios años que se apostó por la digitalización en busca de reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. De hecho, el World Economic Forum argumenta que este proceso podría ayudar a disminuir la emanación de CO2 hasta un 35% la próxima década. Sin embargo, ahora, la contaminación digital se ha convertido en un problema emergente y cada vez mayor.

Enviar un mensaje de texto, publicar una foto en las redes sociales o subir un documento a la nube tiene un impacto en el calentamiento global. De acuerdo con los últimos datos, el consumo eléctrico de las tecnologías de la información supone el 7% a nivel mundial y la Unión Europea estima que este porcentaje crezca hasta el 13% para 2030. El uso de internet en el planeta entero gasta 1.021 TWh anuales, Website Carbon afirma que es un consumo eléctrico mayor al de todo Reino Unido.

Las emisiones globales de CO2 causadas por nuestra actividad digital están en continuo aumento, llegando a las 1.600 millones de toneladas al año, según expertos. El Internet Health Report elaborado por Mozilla prevé que la polución producida por el uso de internet sea equivalente al cuarto país más contaminante. Asimismo, un estudio de Website Carbon señala que las emisiones de carbono y el impacto en el calentamiento global es igual o mayor al de la industria de aviación.

El número de dispositivos es una de las consecuencias del aumento en las emisiones de dióxido de carbono. Cada vez hay más pantallas en el mundo: el último informe de Tecnologías Digitales en Europa -correspondiente a 2022- identifica 4,5 billones solo en este continente, incluyendo smartphones, televisiones y ordenadores -tanto de sobremesa como portátiles-.

Las emisiones del consumo de internet

En un minuto, en el mundo son enviados 231,4 millones de emails, 16 millones de mensajes de WhatsApp, se realizan 5,9 millones de búsquedas en Google, 1,1 millones de swipes en Tinder, se ven 500 horas de vídeos de Youtube y un millón de horas de streaming, además de subirse 66.000 fotos a Instagram y gastarse 443.000 dólares en Amazon.

Una búsqueda en Google manda entre 0,2 y 1,45 gramos de CO2 a la atmósfera; si en un minuto se realizan 5,9 millones de consultas, se emiten entre 1,18kg y 8,55kg de dióxido de carbono. Asimismo, visitar una página web envía 1,76gr de CO2 al planeta, por lo que una URL que reciba una media de 10.000 visitas mensuales lanzará 211kg de emisiones al año.

Un email almacenado genera 10gr de anhídrido carbónico -un correo estándar supone 4 gramos, mientras que uno con documentos adjuntos puede mandar hasta 50 gramos-. Según la Agencia de la Transición Ecológica francesa (ADEME), la cual ha desarrollado una calculadora del impacto de CO2, enviar 100 mails a la semana con un documento adjunto de 1MB por una red de 4GB desde un smartphone equivale a 6kg de dióxido de carbono al año, lo mismo que emite un coche conduciendo 27 kilómetros.

Por otro lado, un vídeo de 30 minutos en Youtube envía 3gr de CO2 (500 horas vistas en un minuto emite un total de 15 kilogramos) y una hora de un programa en una plataforma como Netflix lanza entre 56 y 114gr. De acuerdo con la calculadora de la ADEME, ver una hora al día de tu serie favorita a través de cualquier plataforma streaming desde una TV de entre 40-50" de alta definición a través de una red wifi son 12kg de CO2 al año, lo que equivale a conducir 53km en coche.

En busca de una sostenibilidad digital

La contaminación digital ha instado al sector a pasar a energías limpias para conseguir que nuestras actividades en la red sean sostenibles. Expertos como Jon Koomey, especializado en el impacto medioambiental tecnológico, señalan la fabricación de las herramientas con las que accedemos a internet -móviles, ordenadores...-, así como los centros de datos que almacenan las páginas webs y las redes de acceso -cableado o antenas-, son claves en este proceso, recoge Iberdrola.

Los consumidores también pueden ayudar en este camino hacia una sostenibilidad digital. La OCU recomienda, entre otras acciones, desactivar las reproducciones automáticas de streaming y optar por descargar música. Además, puntúan que "no es necesario verlo todo en alta definición".

La Organización de Consumidores y Usuarios también sugiere no poner en copia a personas de más a la hora de enviar un correo electrónico con archivos adjuntos. En esta línea, aconseja usar una firma minimalista sin imágenes, ni logotipos, dar de baja la bandeja de spam, borrar los mails antiguos y no imprimirlos. Asimismo, recomienda no abusar del almacenamiento online.

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