"Un cardiólogo estupendo y un tipo encantador". Así describen a Carlos Américo Suzacq algunos de los pacientes que ha atendido a lo largo de su dilatada carrera. Muchos de ellos eran periodistas gracias a que formó parte de los especialistas que atendían a los medios de comunicación a través de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM). Este miércoles no salen de su asombro tras su detención por orden de la Audiencia Nacional a requerimiento de Uruguay, donde está reclamado por colaborar con las fuerzas militares en el asesoramiento de torturas durante la dictadura.
Este cardiólogo lleva asentado en nuestro país más de cuatro décadas. Tenía una clínica en Móstoles pero vivía con su familia en el municipio madrileño de Las Rozas. Está considerado un reputado especialista, reconocido también por sus compañeros de profesión. No son muchos los que conocían su historial delictivo o al menos los hechos que se le imputan en su país de origen.
Suzacq pasa consulta en el Hospital de San Rafael. En ese centro durante años atendió a los periodistas que reclamaban su experiencia a través de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM). Una citas que acabaron hace años pero no su labor dentro de este centro sanitario. "No pasa consulta desde hace dos o tres días", explican trabajadores del lugar.
Los pacientes están impactados
Los pacientes están "impactados" tras conocer la noticia de su detención. "Es un gran médico", explican algunos de ellos que le conocen desde hace varias décadas. La Audiencia Nacional confirmó hace poco más de un mes la extradición de este hombre que llevaba ejerciendo en España cerca de treinta años.
Suzacq fue arrestado este miércoles a la una y media de la mañana por agentes de la Comisaría de Hortaleza de la Policía Nacional. Fuentes de la investigación han explicado a Vozpópuli que el médico acudió voluntariamente a Canillas tras recibir una llamada de la propia Policía. Fue detenido por la orden de ingreso en prisión dictada por torturas, según estas mismas fuentes. Este jueves por la mañana pasó a disposición de la Audiencia Nacional.
"No es una acusación sólida"
En su defensa, este médico, de 73 años, alegó que los hechos no eran "punibles" y que estaban prescritos. También dijo que no había un "relato mínimamente sólido" de los delitos que le imputaban
A pesar de ello, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional rechazó esta defensa contra la decisión de la Sección Tercera que accedió a su extradición a Uruguay por delitos de lesiones graves y privación de libertad catalogados como de lesa humanidad. El país sudamericano acusa a este médico de un delito de lesa humanidad, que no fue tipificado en España hasta 2004, pero considera la Sala que sus actos podrían corresponder a un delito de detención ilegal y lesiones del Código Penal de 1973.
Tres años de torturas
Los jueces de la Audiencia Nacional consideraron en el auto "la extraordinaria gravedad de hechos calificables de delitos producidos en el contexto de crímenes contra la humanidad, cuya persecución y castigo es del interés de toda la comunidad internacional". Uruguay solicitó a España la extradición de este sujeto. El auto tuvo dos votos particulares de dos jueces que consideraron que los delitos podrían haber prescrito acorde con la legislación española.
Carlos Américo Suzacq está reclamado por Uruguay por asesorar a militares en interrogatorios entre 1972 y 1975 en un centro de detención de Montevideo durante la dictadura. Según las investigaciones desarrolladas por su país este médico, que tiene nacionalidad española y uruguaya, colaboró en las torturas desde el Regimiento de Caballería Mecanizado, en el norte de la capital Montevideo.
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