España

El coronavirus amenaza los planes de Defensa en despliegues, oposiciones y proyectos tecnológicos

La irrupción del virus ha precipitado el regreso de militares desde Yiburi, Estados Unidos y la Antártida, y ha obligado a posponer la incorporación de 3.650 nuevos efectivos.

La irrupción del coronavirus ha puesto en jaque algunas de las últimas decisiones adoptadas desde el Ministerio de Defensa. Desde los despliegues internacionales hasta la incorporación de nuevos efectivos a las Fuerzas Armadas, pasando por los principales proyectos de renovación tecnológicos. Estados Unidos, Yibuti o la Antártida son algunos de los escenarios en los que se ha tenido que buscar soluciones aceleradas; para otros es todavía demasiado pronto para analizar las consecuencias.

Problemas por tierra, mar y aire. El Ejército del Aire ha tenido que precipitar el regreso de 200 militares y ocho aviones Eurofighter que había enviado a Estados Unidos para participar en unas maniobras conocidas con el nombre de Red Flag. Un despliegue que iba acompañado de una serie de ejercicios de formación... y que se han visto interrumpidos en mitad de su desarrollo por culpa del coronavirus.

Según fuentes del Ejército del Aire, se ha organizado su repatriación a España varios días antes de lo previsto. Una decisión no exenta de problemas. Conseguir los permisos para sobrevolar los espacios aéreos requiere gestiones diplomáticas. También se requiere que el Reino Unido preste uno de sus aviones cisterna para que los Eurofighter puedan reabastacerse en pleno vuelo y llegar a España. El regreso de los militares se hará de forma escalonada.

Entre Yibuti e Irak

Y de Estados Unidos, a Yibuti. La Armada ha buscado una solución de contingencia tras detectarse un caso de coronavirus en un contingente de 22 efectivos. Ellos eran el próximo relevo para sustituir a los militares que dirigen la operación Atalanta de lucha contra la piratería en el Índico, pero el contagio ha obligado a repatriar a todos ellos hasta España; una labor que se ha llevado a cabo con un avión medicalizado del Ejército del Aire. Según el Estado Mayor de la Defensa (EMAD), la dirección de la misión se gestionará a distancia, desde el cuartel general operacional de Rota (Cádiz).

El Ministerio de Defensa, además, se está encontrando problemas con el contingente desplegado en la Antártida. Los militares han cerrado las bases unos días antes de lo previsto para intentar encontrar un aeropuerto que todavía mantenga abiertas sus conexiones con España. Los integrantes de la Campaña Antártica tenían previsto regresar a nuestro país vía Argentina o Chile, pero ambos países han anulado todos los vuelos comerciales hasta nuestro territorio. Ahora viajan a bordo del buque Hespérides de la Armada rumbo a Sao Paulo (Brasil) con la esperanza de que se mantengan todas las conexiones cuando lleguen a puerto.

El repliegue más significativo, no obstante, es el de Irak. El grueso del contingente español -compuesto por 550 efectivos, volverá a España en fechas próximas. ¿El motivo? La falta de actividad de adiestramiento al ejército iraquí por culpa del coronavirus, como adelantó Vozpópuli.

Oposiciones aplazadas

El coronavirus también ha afectado al proceso de selección de aspirantes a las Fuerzas Armadas. Defensa ha aplazado las pruebas convocadas el pasado mes de febrero para cubrir 3.650 plazas de tropa y marinería para el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire. En total se habían presentado 15.790 candidatos.

Defensa ha aplazado las pruebas convocadas el pasado mes de febrero para cubrir 3.650 plazas de tropa y marinería

El Departamento dirigido por Margarita Robles ha optado por posponer todas las pruebas de selección por lo menos durante dos semanas, prorrogables en el tiempo si la crisis sanitaria lo requiere, tal y como figura en disposición del Boletín Oficial del Estado. La decisión final la tendrá que refrendar el subsecretario de Defensa, Alejo de la Torre

La industria de la Defensa

A esos problemas en despliegues y personal hay que sumar, además, la preocupación por la situación de algunos de los principales planes de renovación tecnológica en las Fuerzas Armadas, que ya atravesaban graves retrasos antes de que se desatase la pandemia. Entre otros, el diseño y construcción de casi mil blindados 8x8 para el Ejército de Tierra, en un megaproyecto valorado en 2.100 millones de euros y que implicaba a varias empresas españolas. El Ejército del Aire y la Armada también esperan recibir nuevos aviones y submarinos en fechas próximas.

La incidencia del virus pone en riesgo el cumplimiento de los plazos establecidos para todos estos proyectos, detallan fuentes militares. Una vez superada la vorágine del coronavirus, el Ministerio de Defensa -a través del secretario de Estado, Ángel Olivares- tiene previsto celebrar una serie de reuniones para valorar el impacto de esta crisis en los principales planes de renovación tecnológica.

Despliegues en el exterior, retrasos en los procesos de selección de personal y preocupación por los proyectos de renovación industrial. El coronavirus amenaza algunos de los pilares que el Ministerio de Defensa había comenzado a erigir para el futuro.

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