El líder de la trama Gürtel, Francisco Correa, ha decidido colaborar con la justicia y, por esta razón, tiene previsto 'tirar de la manta' en su declaración como acusado en el juicio de la Primera Época de la trama Gürtel. Su cambio de estrategia de defensa ha causado desasosiego en el banquillo de los acusados ya que la gran pregunta que se hacen ahora las defensas es ¿contra quién disparará Correa?; ¿contra los suyos?; ¿contra el PP?
Según informan fuentes jurídicas consultadas por Vozpópuli, el presunto 'capo' de esta red de corrupción, al que le gustaba que le llamaran Don Vito como a El Padrino, tiene previsto reconocer "parte de los hechos que le atribuye la Fiscalía Anticorrupción en su escrito de acusación” pero no la totalidad de los mismos ya que considera que muchos de ellos son inciertos o inexactos.
Además, el líder de Gürtel tampoco quiere perjudicar "a los suyos", es decir, a los miembros del denominado grupo Correa con los que, al fin y al cabo, les unió una amistad en las épocas locas de esta trama de corrupción. Estos intocables son, por ejemplo, Pablo Crespo o Álvaro Pérez alías El Bigotes.
Sin embargo, Francisco Correa es muy consciente, quizás ahora más que nunca, de que se enfrenta en esta causa a una petición de pena de 125 años por parte de Anticorrupción, unido a que el fallo que espera por parte del Tribunal Superior de Justicia de Valencia en la pieza de Fitur será previsiblemente condenatorio. De ahí, que en el último momento, y con una fórmula judicial estrambótica -ofreciendo 2.2 millones de euros que tiene bloqueados en Suiza por la justicia española como medida de colaboración- el líder de Gürtel haya decidido 'cantar'.
Sin pacto con Anticorrupción
El acusado y su letrado saben que Don Vito no lo tiene fácil pero aun así trata de conseguir a contrarreloj una reducción de condena en esta pieza separada. Sin embargo, la gran duda es contra quién disparará. De momento, el 'capo' y su abogado optan por guardar silencio mientras el rumor que corre en el banquillo de los acusados es que arremeterá contra el Partido Popular y contra su extesorero, Luis Bárcenas.
En su escrito de acusación, la Fiscalía Anticorrupción sostiene que "desde al menos finales del año 1999 hasta el año 2009, el acusado Francisco Correa Sánchez lideró un entramado societario y personal dirigido a enriquecerse ilícitamente con cargo a fondos públicos; bien mediante la obtención de contratos públicos tanto para sus empresas como para empresas de terceros -a cambio, en este caso, de la correspondiente comisión-, bien mediante el apoderamiento directo de fondos de las entidades públicas".
En ambos supuestos, dice Anticorrupción, "el acusado actuó con un grupo vertebrado en torno a él y contó con la esencial colaboración de cargos públicos a los que compensaba con pagos y regalos en especie". Don Vito se enfrenta así a la petición de cárcel más alta al ser presuntamente el máximo responsable de la red corrupta: 125 años de cárcel y más de 60 millones de euros de multa. De momento, Correa no ha logrado cerrar ningún pacto con las fiscales Concepción Sabadell y Concepción Nicolás aunque aún está a tiempo para hacerlo. Tiene nueve meses para convencer al Ministerio Público de que su arrepentimiento es sincero.
El acusado declarará previsiblemente a finales de esta semana ante el tribunal compuesto por los magistrados Ángel Hurtado, Julio de Diego y José Ricardo de Prada. Ahí se verá realmente si el entonces todopoderoso Correa tratará o no de reparar el daño causado.
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