El año 2021 tocaba su fin cuando, de manera inesperada, se anunciaba la remodelación en la cúpula de los Mossos d'Esquadra, la policía autonómica catalana. El jefe del cuerpo, Josep Lluís Trapero, era destituido el 20 de diciembre y relevado por Josep Maria Estela. Se trataba del primer movimiento de una jugada que se ha consumado este lunes y que ha supuesto el traslado de Antoni Rodríguez, hasta ahora intendente de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos, a la dirección de la comisaria de Rubí (un municipio de 80.000 personas de la provincia de Barcelona).
Rodríguez se había encargado de investigaciones tan delicadas como la que llevó a la Fiscalía a pedir la investigación por prevaricación y malversación de Miquel Buch, consejero de Interior de la Generalitat por aquel entonces. También fue el que impulsó las investigaciones contra Laura Borràs por fraccionar contratos cuando era la directora del Instituto de las Letras Catalanas.
El jefe de la oposición en el Parlament, Salvador Illa, ha calificado este martes de "purga" la remodelación de los altos cargos del cuerpo de policía que está llevando a cabo el Govern de Cataluña y se ha mostrado preocupado por "la politización de la policía catalana". Los sindicatos policiales también comparten la visión de Illa y creen que el relevo de Rodríguez tiene motivaciones políticas. También Ciudadanos ha criticado esta decisión del Govern y ha pedido la comparecencia del titular de Interior y otros altos cargos del los Mossos, el PSC también ha anunciado que se sumará a la petición.
Los cambios impulsados por Joan Ignasi Elena, actual consejero de Interior, se han justificado por parte de los dirigentes catalanes en "el esfuerzo por feminizar la dirección del cuerpo". La portavoz del Ejecutivo, Patrícia Plaja, ha quitado peso al contenido político de los cambios y ha asegurado que el Govern quiere alcanzar la paridad en los puestos directivos. A pesar de esta declaración de intenciones, el sustituto de Trapero también ha sido un hombre, Josep Maria Estela.
“Los Mossos d’Esquadra afrontan una nueva etapa y se busca, entre otros objetivos, aumentar la presencia de mujeres en los mandos y la toma de decisiones”, ha aseverado Plaja, que ha recordado que la actual prefectura del cuerpo es “la más paritaria de su historia”, formada por un tercio de mujeres. Plaja ha rehusado hacer cualquier tipo de valoración sobre las críticas del líder del PSC y no ha confirmado si Elena comparecerá en el Parlamento catalán, como ha reclamado el dirigente socialista.
La tormenta desatada en la policía catalana también se puede explicar por la negativa del exjefe de investigación de los Mossos a informar de los detalles de las investigaciones. El propi Rodríguez llegó a pedir amparo judicial cuando investigaba a Buch para no ser relevado del caso, según informó el diario La Vanguardia.
El cuerpo catalán está sometido a mucha presión desde 2017, cuando fueron intervenidos tras el 1-O. Desde entonces, la organización ha tenido seis jefes en cuatro años. Tras su absolución, el mayor Trapero volvió a dirigir el cuerpo, pero ha durado poco más de un año en el cargo.
Presiones políticas
Tal y como ha informado Vozpópuli, fuentes de los Mossos definen este cese como “grave” porque sostiene que la persecución a Rodríguez se inició después de que se negase a doblegarse ante las presiones políticas que buscaban que el intendente diese a conocer su información sobre la investigación. El encargado de presionar a Rodríguez para informar a Interior fue Eduard Sallent, según fuentes del cuerpo policial, por su cercanía a la clase política. Tras la destitución de Josep Lluís Trapero, Sallent ha logrado un ascenso a número dos de Mossos d’Esquadra.
En los Mossos d’Esquadra preocupa que, a partir de ahora, con la nueva cúpula y a raíz del cese de Antoni Rodríguez, se "reduzca" o "desaparezca" la independencia policial. Según publica El País, el cese del ya exintendente es algo que también ha encendido las alarmas entre los jueces y fiscales de la Generalitat, por lo que los temores del cuerpo policial son compartidos.
De esta forma, continua la ‘caza de brujas’ de la Generalitat dentro de los Mossos d’Esquadra, iniciada con la destitución de Josep Lluís Trapero y que ahora prosigue con el cese de Rodríguez. “Lo decapitan aquellos que quisieron culminar el proyecto independentista. Es el ADN del policía: criticado y utilizado por todos”, señalan fuentes policiales.
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