María Dolores de Cospedal se ha desvinculado de las presiones que vivió el extesorero del PP Luis Bárcenas y su abogado Javier Gómez de Liaño en plena Gürtel durante su comparecencia como testigo en la Audiencia Nacional. La exsecretaria general del PP ha admitido, no obstante, que mantuvo varias reuniones con José Manuel Villarejo en Génova porque tenía mucha información que afectaba a su partido.
Según confirman fuentes presentes en la comparecencia, Cospedal apenas ha declarado cerca de treinta minutos y durante toda su intervención ha insistido en que no recuerda los hechos que se remontan al inicio de la trama Gürtel. La expresidenta de Castilla-La Mancha ha llegado a decir que no sabía por qué estaba citada y se ha desligado por completo de las personas implicadas en este capítulo que se investiga en el caso Villarejo.
Para entender lo investigado en esta pieza 36 hay que remontarse a unas diligencias que arrancaron en u juzgado de Marbella en 2021. En el marco de estas pesquisas se registró el domicilio de Halit Sahitaj; un intermediario de Zakhar Kalashov, jefe de una mafia ruso-georgiana y persona vinculada a Villarejo.
Se desvincula de las presiones a Bárcenas
En dicha operación los agentes tuvieron acceso a una dirección de correo electrónico en la que constaban cuatro archivos de audio que en fecha de 20 de octubre de 2014 (en plena trama Gürtel) fueron remitidos a la dirección de correo de Javier Gómez de Liaño, entonces abogado de Bárcenas. Dichos archivos pondrían de manifiesto una encargo realizado por terceras personas vinculadas al PP a fin de conseguir que el extesorero de la formación conservadora no pactara una confesión sobre la caja B de Génova.
Cospedal ha dicho que no recuerda quién pago la defensa de Bárcenas en los primeros años de la trama Gürtel y que no conoce al abogado del Estado implicado en esta campaña de presión contra Gómez de Liaño
Ante dicho hallazgo, el juzgado marbellí ofició a la Unidad de Asuntos Internos para que procediera a transcribir los archivos. Los agentes identificaron a los autores de los audios aprehendidos. Se trata de José Luis Moreno Cela, Juan Ramón Díaz Moro y Mónica Gil Manzano.
Del mismo modo también constataron que los interlocutores hablaron de un plan para presionar a Gómez de Liaño y también a Bárcenas y, del mismo modo, lo cotejaron con anotaciones de la agenda de Villarejo que recogía apuntes sobre Sahitaj y también una conversación en agosto de 2014 con el entonces secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez.
Tras remitir el juzgado marbellí estos audios a la Audiencia Nacional, el magistrado el caso Villarejo las adhirió a la pieza séptima de la macrocausa sobre el espionaje a Luis Bárcenas con fondos reservados (Kitchen) pero lo terminó sacando de estas pesquisas y derivándolo a una nueva, la pieza 36, al tener la instrucción de la trama Kitchen ya muy avanzada.
Tras ello acordó el archivo y denegó la personación de Gómez de Liaño, pero la Sala de lo Penal corrigió en febrero el criterio del instructor y obligó a reabrir estas pesquisas.
Gómez de Liaño pidió la declaración de Cospedal
En este contexto declaró en mayo Gómez de Liaño como perjudicado llegando a confirmar que en los años en los que ejerció la defensa de Bárcenas (2013-2015) se sintió vigilado y acosado por el entorno del PP puesto que su estrategia chocaba con la del partido que presidía Mariano Rajoy. Incluso dijo que existió un lobby que llegó a integrar un abogado del Estado cercano a Cospedal que habría participado en esta campaña de presión.
En el marco de la misma intentaron comprar a una de sus secretarias mientras fue titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, tal y como él mismo confirmó ante el magistrado. Según dijo, detrás de todo esto estarían dos personas del CNI. Con todo, además del perjudicado también declararon los protagonistas de los audios que habrían intervenido en este complot. Todos se desvincularon pero el empresario Juan Ramón Díaz Moro, admitió ser el autor de las grabaciones.
¿Quién pagó la defensa de Bárcenas?
Ello llevó a Gómez de Liaño a solicitar una serie de diligencias a la Audiencia Nacional, entre las que se encontraba citar como testigo a María Dolores de Cospedal, tal y como avanzó este medio. El magistrado aceptó algunas peticiones, como la comparecencia de Francisco Martínez, pero descartó la de Cospedal la cual se ha acabado acordando por orden de la Sala de lo Penal.
Cospedal se ha desligado de cualquier responsabilidad llegando a decir que tampoco recuerda quién pagó la defensa de Bárcenas en los primeros años de la Gürtel en los que ella era secretaria general y el político todavía no había roto con la formación. Al hilo ha dicho que no conoce al abogado del Estado implicado en las presiones a quien vinculó Gómez de Liaño en la declaración y también ha descartado conocer los presuntos pagos de Liaño a Kalashov y que atribuyeron al abogado en plena campaña de intoxicación.
Las fuentes explican que Cospedal ha preguntado expresamente acerca del "lobby judicial" al que se hace alusión en los audios, aunque ha reiterado también su desconocimiento de una presunta investigación que le abrió Hacienda a Gómez de Liaño también en el marco de esta campaña de presión.
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