Más de 80.000 personas han perdido la vida por culpa del coronavirus, según el último informe del Ministerio de Sanidad. Sin embargo, según el sistema MoMo del Instituto de Salud Carlos III, España acumula un exceso de mortalidad de 86.397 personas desde el inicio de la pandemia. Parte de esta cifra corresponde a casos covid no identificados, y otra parte las otras muertes del covid, esas que no se han cuantificado todavía, las de las personas con otras patologías que descuidaron su atención o no pudieron acceder a los servicios que necesitaban por el colapso sanitario provocado por la pandemia.
El presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia (Semfyc), Salvador Tranche, calcula que alrededor del "20 por ciento de ese exceso de muertes corresponde a patologías no-covid". "Mi impresión es que ha habido como tres circunstancias no-covid muy afectadas: las medidas preventivas, las patologías no urgentes pero no demorables y las patologías crónicas".
Respecto a las medidas preventivas, este especialista explica que en la primera ola "las vacunaciones de lactante se vieron muy afectadas. De marzo a junio de 2020, mucha gente no fue al centro de salud. Mucha actividad preventiva en el adulto (por ejemplo, aprovechamos para preguntar si fuma, si se ha hecho la citología) se perdió en la primera ola".
Las patologías no urgentes pero no demorables también se vieron muy afectadas. Hubo "personas con infarto que no vinieron a consulta y partos muy avanzados. La pandemia ha afectado también mucho a los cánceres. Se va a producir un retraso de diagnóstico de tumores. Hay tumores que han llegado con hasta 6 meses de retraso. Son no urgentes, pero no demorables".
Tranche cree que las consultas no presenciales (sin el paciente delante es difícil detectar ciertas patologías) y el hecho de que no sea el médico de cabecera habitual el que llame a los pacientes ha generado riesgos.
El tercer problema se ha visto en las patologías crónicas. "Estamos viendo que las relacionadas con estilos de vida están muy deteriorados. Obesidad, diabéticas…".
Ignacio Vallejo, coordinador del Grupo de Trabajo de Paciente Pluripatológico y Edad Avanzada en la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), comparte que "la pandemia ha provocado daños colaterales en estos pacientes. Ha habido retraso en las consultas. Los pacientes crónicos pluripatológicos son inestables, se descompensan… Hay que fomentar muchas líneas de colaboración entre la Atención Primaria y el hospital. Nos vamos a enfrentar a una ola de pacientes crónicos complejos".
Nos vamos a enfrentar a una ola de pacientes crónicos complejosIgnacio Vallejo, coordinador del Grupo de Trabajo de Paciente Pluripatológico y Edad Avanzada en la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI)
Patologías más afectadas
Vallejo denuncia que el colapso sanitario de la covid ha afectado a todas las patologías. Se han detectado infartos de miocardio muy pasados en el tiempo. "Los pacientes aguantaban hasta 5 días en casa con el infarto". En el ámbito quirúrgico, menciona la apendicitis. En la patología oncológica, se han producido retrasos en el diagnóstico. "En salud mental, ni digamos".
Tranche recuerda, precisamente, un caso muy doloroso. Un paciente cuyo médico estaba de baja. Cada semana lo atendía un médico distinto y telefónicamente. Era una señora que se quejaba de que le dolía mucho la espalda. Un médico le puso calmantes, otro le pidió un placa y otro detectó un cáncer.
La madre de la paciente, de 80 y tantos años, llamó al centro de salud diciendo que tenía una hija de 60 y tantos que se estaba muriendo en la cama. Tenía un cáncer de pulmón con metástasis.
Soluciones para el futuro
Tranche tiene claro que "la expectativa de vida se va a reducir. Estamos viendo situaciones de deterioro que no se veían hace años. Todo se ha producido por la demora en los procesos diagnósticos y la falta de personal. No veíamos esto desde finales de los 90. Esto se va a notar en las cifras de mortalidad".
El presidente de Semfyc considera fundamental impulsar la Atención Primaria para que no vuelva a ocurrir algo similar. "Resulta que todo lo que hicimos fue refugiarnos tras los muros del hospital. Tenían que haber puesto recursos en primaria. En la primera ola no teníamos prueba PCR en los centros de salud cuando por cada paciente diagnosticado en hospital, teníamos 9 en el centro".
"Si te pones en la retaguardia no tienes capacidad de responder. Tienes que estudiar muy rápido los contactos. Si fracasas, está visto que es incontrolable. El siguiente discurso es necesitar más camas de UVI. Una cama de UVI salva, en el mejor de los casos, a una persona. Una cama puede costar 3.000 euros al día. Es como 5 médicos de familia al año".
Vallejo, por su parte, considera que "una de las cuestiones más importante es educar a los pacientes en el manejo de su enfermedad. Tomando pequeñas medidas de tratamiento crónico en su domicilio podemos evitar desgracias. Hay que habilitar estrategias no presenciales, pero la telemedicina es un concepto más amplio. Hay que aumentar las competencias digitales de los pacientes".
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