La población española está en crecimiento. En concreto, aumentó en 22.274 personas durante la primera mitad del año y se situó en 46.468.102 habitantes a 1 de julio de 2016, según un nuevo estudio de población del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El motivo fundamental de este crecimiento se debe a la adquisición de la nacionalidad española que, según datos provisionales, afectaron a 92.783 personas extranjeras residente en España en el primer semestre del presente año. La población extranjera se redujo a 21.287 personas -un 0,5%-
Destaca especialmente el incremento de la población italiana en España -5.100 personas más-, la China -1.957 más- y la población de Reino Unido y Ucrania -ambas con 1.688. Los mayores descensos se dieron en la población marroquí con -11.661 personas menos-, la boliviana con un –8.977 y la ecuatoriana con un –8.559.
En cuanto a la población por comunidades autónomas, creció en 9 de las 17. Las subidas más notables mayores se registran en Illes Balears, Canarias y Comunidad de Madrid. En el extremo opuesto, los descensos se dieron en Castilla y León, la ciudad autónoma de Melilla y Principado de Asturias.
El cuanto al saldo migratorio de los extranjeros en el primer semestre fue positivo: 30.504 personas, un 83,3% mayor que en el semestre anterior. Es el segundo semestre consecutivo con saldo migratorio positivo tras 6 años de saldo negativo. Un total de 186.059 personas procedentes del extranjero establecieron su residencia en nuestro país en la primera mitad de 2016.
Una buena noticia para la población española es la reducción del saldo migratorio de los españoles al exterior, en un un 20,7% respecto al semestre anterior y se situó en –20.002 personas. Este descenso se debe, principalmente a que la situación laboral y económica de España comienza a mejorar ligeramente.
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