El crimen de Soto de Ribera (Asturias) es uno de los más atroces que se recuerdan en España. Pablo M.C. decapitó a su padre y jugó con su cabeza ante la mirada atónita de los conductores que circulaban por la zona. Este hombre, de 46 años que fue detenido en el lugar de los hechos por la Guardia Civil, tenía diagnosticada esquizofrenia y cometió el crimen cuando estaba inmerso en uno de estos brotes. Precisamente, había sufrido uno similar hace una semana ya que también cortó la cabeza de una oveja y la colgó en un árbol, según han informado fuentes de la investigación a Vozpópuli.
El presunto autor convivía con su padre y también pasaba temporadas con su madre en una finca en Grado (Asturias). Pablo padecía esa enfermedad mental y estaba medicado. Los agentes sospechan que pasó un tiempo sin tomar la medicación ya que una semana antes había protagonizado otro deleznable suceso.
Este hombre presuntamente decapitó a una oveja, también con un hacha, y dejó su cabeza colgada en un árbol del municipio. El episodio de este lunes comenzó poco después de las diez de la noche. En este brote atacó a su padre con un hacha y le hirió en el brazo y el tórax. El septuagenario consiguió huir y pedir ayuda a la casa de su vecinos pero no le abrieron la puerta.
Un guardia fuera de servicio presenció el suceso
Los agentes de la Guardia Civil localizaron el cuerpo en las proximidades. Pablo, con la cabeza de su padre cortada, recorrió unos 100 metros hasta una rotonda cercana. Ahí, lanzó en varias ocasiones la cabeza hacia los coches. El COS de la Guardia Civil de Asturias recibió varias llamadas de los conductores alertando sobre la situación que estaban viviendo.
Precisamente, uno de estos conductores era un agente de la Guardia Civil que salía de su puesto de trabajo. Circulaba vestido de paisano con su vehículo particular desde el puesto de Riosa sentido Oviedo. A la salida de la rotonda de la carretera N-630 observó como el presunto asesino estaba en medio del carril e impedía el paso franco de los coches.
Este hombre se fue quitando la ropa, gritando y arremetiendo contra los conductores. Iba con el cuerpo desnudo ensangrentando y no paraba de reír, según los testigos presenciales que enviaron mensajes de audio sobre el turbulento suceso que habían visto.
Este agente se dedicó a vigilar el tráfico ya que divisó la llegada de un vehículo policial. Se puso a disposición de la patrulla y colaboró en la preservación y ocultación de los vestigios hasta la llegada de más efectivos de Asturias.
Los audios de los testigos del crimen de Asturias
Los mensajes de audio de los testigos son realmente estremecedores y reflejan la tensión que se vivió en este punto de Asturias. "Estaba en el bar tomando una sidra. Y entra una persona conocida que había salido hace cinco minutos y dice: 'Juaco (al dueño del bar) por favor déjame lavarme que vengo con sangre, una persona mató a otra y anda en la rotonda desnudo pegándole patadas a la cabeza. Y andaba la Guardia Civil y les eché una mano para reducirle y me tiró la cabeza'", explicó uno de estos vecinos.
Otro afirmó que se encontró la situación tras salir de su domicilio. "Llego al curro después de cruzarme varias patrullas de la Guardia Civil que iban para Soto Ribera. Pues llego aquí y en la rotonda ahí donde la térmica, un pavo en pelota llenu sangre con un hachu (hacha), lanzando huesos a la carretera. A un compañero le paró y le empezó a besar en la luna, otro vio como una cabeza en la carretera. Y al que está siempre conmigo, lo paró, le clavó el hachu en la luna, echó a correr y el otro detrás hasta que llegó la policía. Por lo visto estaba descuartizando al padre", relató.
Los agentes de la Guardia Civil que se personaron en el lugar arrestaron al hombre. Fue trasladado a un hospital psiquiátrico de Asturias y quedó ingresado en la Unidad de Psiquiatría. Desde ese punto esperará a su paso a disposición judicial.
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