El exceso de confianza de muchas personas hace que información fundamental de sus bienes y patrimonio acaben en manos peligrosas. Una charla distendida de Laura con su novio y sus amigos fue el embrión del triple crimen de Chiloeches. Confesó el dinero que guardaban su familia en la casa y la colección de relojes de su padre. Este espeluznante suceso deja una enseñanza: el enemigo algunas veces se encuentra más cerca de lo que uno cree.
El triple crimen de Chiloeches conmocionó y despertó inquietud a partes iguales. El presunto autor conocía a la perfección los bienes que tenía la familia en su chalet. El motivo fue la confesión inocente de la hija a su novio y a sus amigos. Una información a la que ella no le dio importancia pero estas personas, con necesidades económicas, guardaron en la retina.
La confesión de Chiloeches
No fue un plan inmediato y organizado. Cuando las deudas por el tráfico de sustancias les acuciaron decidieron dar el paso de un robo que terminó con un baño de sangre y la muerte de Laura y sus padres en su chalet en Chiloeches. La Guardia Civil consiguió en pocas horas detener a todos los implicados y el último de los arrestados fue Cristian Borja, el novio de la joven.
El exceso de confianza de Laura, que fue el embrión del crimen, es una pauta generalizada en muchos de los robos. Las víctimas proporcionan información a los delincuentes sin saberlo. Hace algunos años en Puente de Vallecas se produjo un robo con violencia donde amordazaron al único ocupante que estaba en esos momentos en la vivienda: el hijo de la familia.
Los delincuentes no eran unos desconocidos. Conocían la vivienda porque eran del entorno del joven y habían visto partidos de fútbol juntos. Después del robo, antes de la detención, incluso, la relación cambió de forma radical. Esta es una buena muestra de las cautelas que se deben seguir y que a la postre pueden suponer quitarse un peligro de encima.
Un dicho dice que 'la confianza da asco'. Se podría aplicar al robo y retención que sufrió la cantante María del Monte. La artista no pensaba que entre la lista de detenidos por el asalto estuviera su sobrino Antonio Tejado. Los focos mediáticos también se hicieron eco de una noticia que generó grandes titulares.
Tejado, según los mensajes de WhatsApp que investiga la Guardia Civil, pidió a su tía que le enviara fotografías de algunas joyas que tenía en su casa. Después de meses en prisión quedó en libertad con fianza por estos hechos. Quedan diligencias por practicar para conocer su grado de implicación en los hechos delictivos.
Instaladores y amigos
Otro de estos casos, que lamentablemente es una práctica común en la actualidad por parte de las organizaciones criminales, es el trasvase de datos de trabajadores que acceden al interior de las casas y pasan la información a los delincuentes. Esa es siempre la primera vía de investigación cuando se produce un asalto por parte de los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
La instalación de televisiones, alarmas, internet o electrodomésticos son una vía de entrada en los inmuebles. Algunos de esos trabajadores proporcionan datos a sus 'colegas' que son los ladrones que luego entran en las viviendas.
El triple crimen de Chiloeches ha puesto en el foco mediático este tipo de exceso de confianza. Las autoridades llevan desde hace tiempo ofreciendo recomendaciones para evitar estos atracos. Cumplir los consejos es clave para evitar estos 'sustos' que en el caso de la urbanización Medina Azahara fue un error mortal.
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