Las diligencias del asesinato de Freddy en su domicilio en Puente de Vallecas no avanzaban. Los agentes del Grupo V de Homicidios de la Policía Nacional habían recorrido más de cien bazares de Madrid en busca de una etiqueta. Se encontraban en un callejón sin salida. "¿Qué pasaría si subimos la foto a redes sociales?", se dijeron. Fue ese preciso momento cuando el caso dio un giro. En cuatro horas ya tenían la pieza clave para resolver este homicidio, según han contado sus propios protagonistas a Vozpopuli.
La investigación del asesinato del agente inmobiliario Freddy P.E. ha sido una de las más complejas de los últimos años en la Comunidad de Madrid. "Fue tirar y tirar del hilo a ver qué encontrábamos", confiesan fuentes de la investigación. Casi un año de pesquisas para llegar a un aterrador descubrimiento: la prima de la víctima y su marido fueron los principales ideólogos del asalto que acabó con la vida del colombiano.
Una venganza familiar
La enemistad de Freddy con este matrimonio tiene su origen en una disputa anterior por un delito de blanqueo de capitales. La pareja había estado relacionada en el pasado con este tipo de negocios turbios. Además, estaban pasando una mala etapa económica y sabían que su familiar contaba con una gran cantidad de efectivo en su caja fuerte. Querían ejecutar su venganza particular contra su primo.
Solo cuatro personas conocían la existencia de esta fortificación que estaba escondida en el fondo de un armario. Había una gran cantidad de dinero desconocida. La víctima guardaba allí el dinero en efectivo de los alquileres y de los pagos de las entradas de las casas que vendía.
La clave de cuatro números estaba disponible solo para Freddy. Este colombiano, de 51 años, era sumamente desconfiado. No abría la puerta de su casa a desconocidos y mantenía todo tipo de cautelas. Por eso el plan tenía que estar calculado al milímetro.
El señuelo: una excompañera de trabajo
Los primos de la víctima se pusieron en contacto con un intermediario que habló con una antigua empleada de la inmobiliaria del colombiano. Esa mujer buscó otro intermediario para localizar a un grupo de dominicanos que iban a ejecutar el asalto al domicilio de Puente de Vallecas. Estaban perfectamente organizados ya que ninguno de los escalones del crimen se conocía en persona, lo que iba a dificultar aún más todas las pesquisas.
El día escogido para cometer el robo fue el sábado 27 de noviembre de 2021. La extrabajadora de la empresa fue el señuelo que llamó a la casa de Freddy para que abriera la puerta. En su lugar entraron dos individuos que amordazaron al colombiano.
Estuvieron en el domicilio durante una hora y media torturándole. Incluso le llegaron a cortar con un cuchillo de grandes dimensiones. No soltó prenda. Fue amordazado y atado con bridas. Recibió multitud de puñetazos y patadas. Como no consiguieron su cometido decidieron llevarse la caja fuerte. Una de las estancias de la casa se encontraba revuelta y con signos de fuerza: el dormitorio y vestidor de la víctima, donde estaba este codiciado objeto.
Uno de los autores fue a la casa a consolar a la madre
Los vecinos escucharon ruidos como si se estuviera produciendo una obra en el inmueble: eran los ladrones llevándose la caja fuerte. Cuando se marcharon de la casa, ante el temor de que volvieran, la víctima cerró la puerta de casa y echó el pestillo. Murió poco después de un paro cardiaco, según la autopsia.
Un día después de su fallecimiento, el 28 de noviembre, su madre acudió a la casa y llamó a la Policía. Para llorar su pérdida en el descansillo del domicilio se reunieron ese domingo multitud de familiares, entre ellos el marido de la prima. Uno de los ideólogos del robo que acabó mal. La intención de todos los integrantes del plan era conseguir el dinero de Freddy pero la violencia que emplearon fue clave para acabar con su vida.
La etiqueta más buscada
En ese momento comenzó la investigación del Grupo V de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía Nacional. En todo momento tuvieron la colaboración del Juzgado de Instrucción número 13 de Madrid y del Fiscal del Tribunal Jurado. A pesar de estar más de una hora en el domicilio los agresores se dejaron una caja de guantes de látex y una cinta americana con etiqueta de habían sido recién comprados. Esa etiqueta fue la pieza clave sobre la que giró todo el caso.
Los investigadores comenzaron su búsqueda en las tiendas de bazar más próximas al domicilio de la víctima. Después ampliaron su radio de acción. Llegaron a visitar más de un centenar de estos establecimientos. "Era como buscar una aguja en un pajar", señalan estas fuentes.
La etiqueta de un comercio de Parla
Cinco días después del homicidio decidieron solicitar colaboración ciudadana a través del perfil de Twitter @policia, creando una gran repercusión que provocó la recepción de miles de mensajes. Recibieron más de 200 correos. En dos horas ya tenían la respuesta a su anhelada pregunta. Un hombre envió a la Policía Nacional la dirección del comercio y la foto de la etiqueta. Precisamente, acababa de comprar en esa tienda. La respuesta estaba en Parla. Cuatro personas fueron las que identificaron correctamente el local.
Los agentes que se personaron en el lugar comprobaron que habían dado con el espacio correcto. La etiquetadora que ponía los precios dejaba el mismo rastro que el distintivo que fue localizado en la escena del crimen. Una minúscula coma fue la chivata.
Todos han ingresado en prisión
Las cámaras de seguridad del local y de sus alrededores ayudaron a identificar al grupo que entró en la casa. Después se establecieron horas de escuchas y vigilancias para dar 'pasito a pasito' con el resto de integrantes. No se conocían en persona y eran muy cuidadosos en realizar sus acciones. Finalmente, tras su plena identificación, se desarrolló un operativo que transcurrió en tres fases, el 2 de junio, 14 de junio y 7 de julio, saldándose con la detención de estas nueve personas -siete varones y dos mujeres-.
A seis de les acusa de un delito de homicidio, robo con violencia, detención ilegal y pertenencia a grupo criminal. A los otros tres se les imputan los delitos de robo con fuerza y pertenencia a grupo criminal. Los dominicanos que asaltaron la casa fueron arrestados en Azuqueca de Henares. Todos los participantes en el crimen se encuentran en prisión provisional. Un plan 'cuasiperfecto' que fue descubierto por una minúscula etiqueta.
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