El Ministerio del Interior va a adquirir para el Cuerpo Nacional de Policía un camión con un chorro a presión como los que se utilizan para disolver disturbios en manifestaciones, según publica este lunes el BOE. Esta decisión se conoce seis meses después de que los Mossos d'Esquadra anunciasen su intención de contar con este tipo de vehículo en sustitución de las pelotas de goma. Ya entonces expertos policiales en seguridad ciudadana consultados por Europa Press consideraron este recurso superado por sus carencias técnicas y logísticas al tiempo que advertían de que no es menos lesivo que las pelotas de goma.
Ahora el Departamento que dirige Jorge Fernández Díaz se decanta por esta medida y anuncia la adquisición de este camión que tiene un presupuesto base de licitación de 408.000 euros, que sumando el IVA asciende a 493.680 euros. Fuentes policiales conocedoras de esta compra han informado a Europa Press de que entre las condiciones demandadas se encuentra que el vehículo tenga un mínimo de 7.000 litros de capacidad y que el chorro a presión tenga un mínimo de 10 bares y un máximo de 16 bares. El plazo para recibirlo expira en diciembre de 2014 por lo que previsiblemente estaría a disposición de la Policía antes de esa fecha.
"Suelen tener problemas y se quedan aislados y atascados. No son vehículos fiables", añaden expertos en seguridad ciudadana
"Desde el punto de vista de orden público está superado desde hace tiempo. No tiene por qué ser mejor un chorro que una pelota. Depende de la presión, la distancia o el lugar del impacto", sostienen los expertos en seguridad ciudadana consultados. Recuerdan que para que sea efectivo, el chorro "tiene que salir a tal potencia que se corre un riesgo elevado de que al impactar contra un alborotador resulte lesionado".
Permiten pocas ráfagas y hay que recargar
También apelan a "problemas de autonomía" ya que, según dicen, por lo general este tipo de plataformas "permiten pocas ráfagas de agua por lo que es necesario recargar el depósito con bastante asiduidad". Otro inconveniente, siempre según los expertos consultados, es la "dificultad de movilidad" de estas plataformas por calles estrechas u obligadas a sortear barricadas.
"Suelen tener problemas y se quedan aislados y atascados", añaden. Insisten en que a esto hay que sumar los "problemas logísticos" derivados de necesitar un apoyo exterior para recargarlo. "Inutilizar el vehículo es bastante sencillo. No son vehículos fiables", zanjan.
De hecho el Cuerpo Nacional de Policía se había desprendido de sus tanquetas llegando a 'jubilar' una de ellas que pasó su 'segunda actividad' en un campo de 'Paintball' en Aranjuez (Madrid). Fue en las instalaciones con las que cuenta la empresa de entretenimiento Noname Sports en el municipio del sur de la Comunidad. Su responsable, Miguel Ferrero, relató a Europa Press que rescataron una tanqueta de la Policía que se encontraba en un desguace situado en la carretera de Andalucía, a unos 140 kilómetros de Madrid.
En una finca para combatir incendios
Así pasó de ser un elemento preparado para repeler disturbios en la vía pública a rodearse de grupos celebrando despedidas de soltero, cumpleaños o eventos de empresa. El precio que pagó Noname Sport por la plataforma policial fue de 7.000 euros en el año 2007 y estuvo en su campo de 'Paintball' hasta el pasado abril cuando se desprendieron de ella tras recibir "una buena oferta".
El CNP 'jubiló' una de sus tanquetas: pasó de repeler disturbios en la vía pública a rodearse de grupos celebrando despedidas de soltero
Según relató Ferrero, se la vendieron a un particular que "ahora la tiene en su finca en la Comunidad de Madrid como retén para prevenir incendios". La operación con este particular se saldó en unos 4.500 euros. "Estaba en perfecto estado, funcionaba todo perfectamente", recordó Ferrero quien destacó la gran potencia que tenía la plataforma. "Estuvimos a punto de darlo de alta como vehículo histórico para ir a comprar el pan", bromeó este empresario, quien admitió que el coste del papeleo les terminó disuadiendo. Aseguró que la potencia del chorro a presión situado en la parte superior del vehículo tenía una gran fuerza y en caso de alcanzar a una persona podría desplazarla varios metros.
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