Un total de 61.614 presos en España registrados el pasado año, dentro de los cuales un 29% son extranjeros. Su máximo histórico en España, se registró a finales del 2009 con un total de 73.929 presos, lo que supuso le necesidad de abrir nuevas cárceles y de disponer de menos presupuestos por preso al año.
El gasto anual por preso cuesta a los españoles aproximadamente 21.298,82 euros, lo que supone que los centros penitenciarios cuentan con una media de 58 euros al día por preso. Cárceles como las de Andalucía, Valencia o Madrid tiene un superávit de encarcelados, lo que supone que sus presupuestos sean mas ajustados.
El gran monte del presupuesto penitenciario va destinado al mantenimiento de las infraestructuras, equipamientos y servicios de las prisiones y los Centros de Inserción Social así como a las mejoras cualitativas en seguridad de las cárceles o referentes a las actuaciones en materia sanitaria (tratamiento de drogodependencias, enfermos mentales o con VIH) y a la ejecución de las penas de trabajos en beneficio de la comunidad.
No obstante, la disminución de la población reclusa que se viene produciendo en los últimos años y la congelación de las plantillas de los funcionarios aconsejan dejar en suspenso la construcción de nuevas infraestructuras previstas en el Plan de Amortización y Creación de Centros Penitenciarios.
1.124,663 millones de euros era la cantidad con la que en el 2015 contaba la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias
Según nos informan para Vozpópuli desde la dirección de instituciones penitenciarias, 1.124,663 millones de euros era la cantidad con la que en el 2015 contaba la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias dentro de los Presupuestos Generales del Estado para gastos internos, a excepción de Cataluña que dispone de sus propios presupuestos, independientes del resto de comunidades.
El hecho de que presos extranjeros soliciten la petición de encarcelamiento en España supone un fuerte gasto para los presupuestos de la administración penitenciaria. Según instituciones penitenciarias: “En el 2010, el número de reclusos en España creció mucho, entre 2.000 y 3.000 reclusos por año, coincidente con un porcentaje muy alto de crecimiento de inmigración en España. El año acabó con un total de 76.000 reclusos en toda España”.
Este hecho provocó la necesidad de programar la construcción de más prisiones, pero debido a la crisis la población penitenciaria empieza a bajar entre 2.000 y 4.000 reclusos menos, lo que provoca que existan cárceles, como la de Archidona que no recibe presos y que se vean en la obligación de cerrar durante 3 años.
Por comunidades autónomas, Andalucía (14.359), Cataluña (8.810), Madrid (8.273) y la Comunidad Valenciana (6.702) son las autonomías que concentran mayor número de reclusos en sus cárceles. Las que menos, Ceuta (190), Melilla (261), Navarra (309) y la Rioja (335). Unas cifras que se corresponden a la proporcionalidad de prisiones existentes en cada comunidad. Así, Andalucía cuenta con 18 centros penitenciarios, Cataluña con quince, Madrid con diez y la Comunidad Valenciana con siete.
Uno de los motivos que cogen más peso acerca de la popularidad de las cárceles españolas se basa en que las instalaciones, frente a otras vecinas como la de Marruecos, están en condiciones óptimas. “Esto se debe a la actual Ley de Remodelación de todas las cárceles ya que, cuando se impuso esta ley ninguna cumplía con los requisitos”, según nuestro informante. Además, cabe destacar las garantías jurídicas de los reclusos, el sistema de protección de derechos, como los jueces de vigilancia o el defensor del pueblo".
Según la fuente de Vozpópuli: “En el año 1992, detectaron que los arquitectos, encargados de elaborar las prisiones, ejercían su visión sin criterio es por ello que se crea el modelo único llamado “centro tipo”, donde a raiz del mismo, las cárceles tienen que disponer de las mismas características.
Más hombres que mujeres
Los datos demuestran que los hombres delinquen más que las mujeres. Los datos estadísticos de la población reclusa de 2015 arrojan que el 92,3% (56.892) son hombres, frente al 7,6% (4.722) que son mujeres. De todos, un 29% son extranjeros, 16.513 hombres y 1.357 mujeres exactamente, un porcentaje que ha ido en descenso en los últimos 5 años puesto que en 2011 los reclusos extranjeros suponían el 34,8% del total.
Entre los internos extranjeros sobresalen los de nacionalidad marroquí (25,5%) y colombiana (10,3%) y entre los pertenecientes a la Unión Europea suman un 23,7% del total, de entre los que destacan los rumanos (11,5%).
En cuanto a la estructura de la población reclusa penada por grupos de edad, se puede observar que ésta se concentra en los tramos de edad 31-40 (33,9%) y 41-60 años (38,2%). Es decir, tres de cada cuatro internos penados tiene edades comprendidas entre los 31 y los 60 años de edad siendo la población juvenil prácticamente residual.
Delitos más frecuentes
El 81,2 % de la población reclusa está condenada en segundo grado de tratamiento, según la Ley Orgánica 10/1995 del Código Penal. Así, encabezan la lista los delitos relacionados contra el patrimonio y el orden socioeconómico (20.186) y contra la salud pública (11.913), suponiendo un 51,2% del total, seguidos de las faltas por violencia de género (3.846), homicidio (3.892) y contra la libertad sexual (3.104).
Los internos por delitos de terrorismo ascienden a 457, siendo los adscritos a ETA (284) y los relacionados con el terrorismo islámico (83) los que suman mayor número.
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