Vanesa y Alfonso Carlos se conocieron en un locutorio en el distrito madrileño de Fuencarral-El Pardo. Ella acababa de llegar a España de Colombia y necesitaba trabajo, mientras que él buscaba una cuidadora por tener una incapacidad física. El camino de esta pareja acabó en los tribunales con la mujer acusada de robarle dinero de la tarjeta de crédito. Después de ser hasta detenida por la Policía Nacional, el hombre retiró la denuncia y aceptó indemnizarla, en un auto al que ha tenido acceso Vozpópuli.
Alfonso Carlos F.G., de 67 años y origen argentino pero de nacionalidad española, acudió el 16 de julio del 2021 a la Comisaría de Fuencarral-El Pardo a denunciar que le habían bloqueado su cuenta en el banco por exceso de extracciones en efectivo. Había sufrido un total de ocho reintegros de 300 euros con una suma total de 2.400 euros.
La sorpresa de los videos del banco
Por contra, dijo a los agentes de la Policía Nacional que no había perdido su tarjeta, que no se la había dejado de forma voluntaria a nadie y que nadie conocía su código PIN. Todas estas retiradas de efectivos se habían producido entre el 7 de junio y el 14 de julio, por lo que acortó el periodo de búsqueda de los policías. "Dijo no reconocer estos movimientos", según figura en su denuncia a la que ha tenido acceso Vozpópuli. A sede policial acudió acompañado del marido de su prima, ya que la presunta víctima tenía una incapacidad física y necesitaba estar atendido por una cuidadora que le acompañaba de 10 a 13 horas.
Las diligencias por este presunto delito de estafa fueron realizadas por el Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Policía Nacional de Fuencarral-El Pardo. Las investigaciones comenzaron con la solicitud al banco de las posibles grabaciones de los hechos a través de los servicios de seguridad. En la oficina, ubicada en la calle Avenida de Cardenal Herrera Oria, solo disponían de las imágenes del mismo día que este hombre sufrió su último movimiento extraño, el 14 de julio.
Un agente fue el encargado de realizar el visionado de las grabaciones que tenían cámaras instaladas en varios lugares de la entrada, la sucursal, el acceso a la entrada de la oficina y del propio cajero automático. Cuál fue su sorpresa cuando dio con la presunta responsable de la retirada del dinero.
Detenida por un delito de estafa
Era una mujer de aspecto sudamericano, tez oscura, vestía con pantalones anchos, zapatillas de deporte y camiseta blanca. Ante tal información de relevancia, los agentes citaron al denunciante por si reconocía a la mujer de las grabaciones. La sorpresa fue aún más mayor cuando el hombre dijo que era su cuidadora, Vanesa, de 43 años. Con todas estas pesquisas, el juez dispuso la localización y detención de esta mujer por un delito de estafa.
El hombre reiteró que no reconocía ni había consentido las extracciones de dinero. Aunque confesó que él normalmente sacaba la misma cantidad, 300 euros, en el mismo cajero los lunes. Era su tradición. Todos los movimientos se habían realizado por la mañana a excepción de uno que fue a las 17.16 horas.
Giro de guión
La titular del Juzgado de Instrucción número 49 de Madrid, Josefa Bustos Manjón, dictó un auto el 23 de noviembre de 2021 en el que advertía que los hechos investigados presentaban características que hacían presumir "la posible existencia de una infracción penal". "Incóese diligencias previas por el presunto delito de estafa" contra la cuidadora.
La defensa de esta cuidadora corrió a cargo del despacho penalista Ospina Abogados, bajo la dirección técnica de la abogada Beatriz Uriarte. Su declaración en sede judicial dio un giro de guión a toda la investigación. Vanesa reconoció que trabajaba para el denunciante asistiéndole todas las mañanas en la limpieza y en los alimentos.
Asimismo, confesó que el 14 de julio su empleador le dio su tarjeta y su número de PIN ya que estaba "cansado" y le pidió que sacara 300 euros del banco. Sin embargo, a mediados o finales de julio dejó de trabajar para él, ya que no tenía contrato de trabajo. La cuidadora aseguró que todos los lunes le acompañaba a retirar dinero. Que sólo el día de las grabaciones fue sola.
Renunció a seguir con el caso
Esta mujer, que llegó a España en 2019, le había reclamado a Alfonso que le diera de alta en la seguridad social como cuidadora pero él se negó. Se fue porque estaba "cansada de sus insultos y acudió a un abogado laboral para demandarle". Cuando se enteró de esta circunstancia el hombre le ofreció 1.000 euros para que no siguiera adelante.
Su letrada, Beatriz Uriarte Arreba, pidió el archivo y sobreseimiento de la causa por la "inexistencia de indicios suficientes de criminalidad, el ánimo de espurio del denunciante y la proscripción de la pena de banquillo". "Ella no quería trabajar de forma ilegal", alegó.
Finalmente, la magistrada del Juzgado de Instrucción número 49 de Madrid decretó el sobreseimiento de la causa ya que el denunciante quiso "renunciar expresamente a la restitución de la cosa, reparación del daño e indemnización de los perjuicios causados que es su deseo que se archive el procedimiento".
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