España

Los expertos abogan por no demonizar el consumo de carne

Aseguran que el papel de los rumiantes en el cambio climático "no es blanco o negro, es una escala de grises”

La necesidad de “no demonizar” el consumo de carne y no simplificar mensajes “que tienen una complejidad técnica, científica y social” son claves para entender el papel de los rumiantes en la lucha contra el cambio climático porque su contribución al cambio global es un asunto que "no es blanco o negro, es una escala de grises”

Así lo ha explicado la directora del Centro Vasco para el Cambio Climático, María José Sanz, durante la charla ‘El papel de los rumiantes para la mitigación del cambio climático: lo bueno y lo malo’, en el pabellón español de la COP25 con el objetivo de “centrar el debate” de la desmitificación del consumo de carne.

“Muchas familias dependen de las explotaciones ganaderas en el ámbito rural”, ha explicado Sanz, quien ha destacado que “simplificar el papel de la agricultura puede tener consecuencias que no son fáciles de inferir y que no solucionan el cambio climático”. “Se puede hacer mucho mejor, pero es fundamental basarse en la ciencia de forma razonada y entendiendo las claves”, ha indicado.

Esta investigadora se ha referido al consumo de la carne en España, para explicar que la dieta española era antes “mucho más equilibrada que la que tenemos ahora”, por lo que anima a analizar las cifras del consumo de productos procedentes de rumiantes porque “no es tan alta como la gente se piensa; en nuestro país se consume más cerdo y aves”.

La clave: reducir el uso de combustibles fósiles

Del mismo modo, Sanz ha asegurado que “no se pueden comparar” las emisiones de la agricultura en su ciclo de vida completo con el sector del transporte, porque “en el sector de la agricultura contabilizamos además el traslado de animales y, por tanto, se cuenta doble”.

La prioridad para hacer frente al cambio climático es “reducir las emisiones del uso de combustibles fósiles” para, más tarde, “poder rebajarlos en ámbitos tan críticos como la agricultura o la ganadería”, según Sanz.

En esta línea, el consumo de los combustibles fósiles es “el verdadero problema” para el investigador de la Universidad de Helsinki, Pablo Manzano, quien ha señalado que es “absurdo” el menosprecio a la carne porque “llevamos comiendo carne toda la vida y teniendo pastores desde hace miles de años y el clima nunca se ha visto afectado por eso”.

“Te puedes coger los aviones que quieras para viajar a Bali o a México, pero todo está bien si dejas de comer filetes”, ha matizado Manzano, quien señala que no se puede acusar a la ganadería extensiva del cambio climático porque los niveles de emisión de gases efecto invernadero son comparables a los que harían los grandes herbívoros antes de introducir más ganado.

El Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de la ONU recomendó en uno de sus últimos informes una modificación en el modelo productivo del sector agroganadero y de alimentación como una de las vías para reducir las emisiones de efecto invernadero.

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