"Hasta ahora, esto era un matrimonio impuesto", espeta en alusión al desafío soberanista el diputado de la Candidatura d'Unitat Popular, David Fernández, uno de los rostros más conocidos del independentismo catalán y el mismo que amagó con arrojar una sandalia a Rodrigo Rato hace casi un año.
Preguntado por si CiU y su partido navegan en el mismo barco, el líder de la CUP sostiene, en una entrevista concedida al diario 'El Mundo', que "no hay ninguna voluntad de que sea así. La coincidencia fundamental ha sido la foto del pasado 12 de diciembre pidiendo urnas para el 9 de noviembre. No estábamos con Convergència sino con una demanda social mayoritaria". Y remata: "La diferencia entre CiU y la CUP es la misma que hay entre la duquesa de Alba y un jornalero".
Insiste en que las diferencias con la formación de Mas son sustanciales: "En este viaje a Ítaca hay 'galeras' y camarotes de lujo'. Sin embargo, se puede interpretar como qué está pasando en Cataluña para que hasta los independentistas de izquierdas que recibieron palos y el consejero de Interior que ordenó darlos se pongan de acuerdo", zanja Fernández, quien estuvo presente en el asedio al Parlament de 2011.
"Esta sociedad funciona a base de camellos, bares y farmacias", critica el diputado
Si finalmente Cataluña alcanza la independencia, Fernández asegura que "del Estado español no añoraré nada. Déjame que piense: La Roja no, porque no me gusta el fútbol". Y añade: "Y de lo otro, pues tampoco, porque no pienso renunciar a seguir yendo a la Sierra Sur de Sevilla, ni a Vallecas, que soy del Rayo. Los lazos afectivos y las complicidades no se pierden porque este país recupere su soberanía política".
El diputado, de orígenes zamorano-leoneses, sostiene que el adversario de los catalanes es "el propio Estado y el funcionamiento anómalo de su maquinaria" al tiempo que sentencia que "España es un proceso fallido" desde el punto de vista de construcción de una nación unitaria.
Preguntado por el fenómeno Podemos, Fernández afirma que "ya tocaba algo así". "Entre otras cosas, para hacer de cortafuegos de ese populismo de derechas de UPyD". Valora que la formación de Pablo Iglesias, al que apoda el 'chancletas', reconozca el derecho a decidir pero con prudencia: "También creo que el efecto burbuja hay que materializarlo. Con todo el cariño, empezar la casa por el tejado es más difícil", concluye.